A 36 años del debut de Homero y su familia en la pantalla chica, un repaso por algunas de las historias más insólitas alrededor de su creación; identidades secretas, el por qué del color amarillo de los habitantes de Springfield y la ingeniosa exigencia de un exBeatle
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El 19 de abril de 1987, Los Simpson vio la luz por primera vez. En el marco del popular Show de Tracey Ullman, un breve segmento animado presentaba a una disfuncional familia que resultaba de todo menos agradable. Sin embargo, el público se mostraba ligeramente atraído por esos cortos de pocos minutos, que parodiaban a los típicas hogares de los suburbios de Estados Unidos. Dos años después, Los Simpson gozaban de una leve popularidad que alcanzó para que en Fox los directivos le dieran luz verde a una sitcom animada que los iba a tener como protagonistas. De esa manera, el grupo creado por Matt Groening estrenaba su propia serie en 1989, y ni los pronósticos más optimistas podían imaginar que dicho título cumpliría 34 temporadas al aire (y sin posibilidades de cancelación en el horizonte). A continuación, un repaso por diez curiosidades sobre la familia amarilla, en esta fecha que celebra el Día Mundial de los Simpson.
La identidad secreta de Krusty
Desde su primera aparición en el corto “The Krusty the Clown Show”, este es uno de los grandes secundarios de la serie. Pero este payaso esconde un origen muy particular, que eventualmente fue descartada. El equipo diseñó a Krusty como un Homero Simpson con maquillaje, y eso fue porque en realidad, la intención era mostrar que el padre de la familia era en realidad el payaso. En sus propias palabras, Groening aseguró: “El concepto que me interesaba era mostrar a un chico que no tenía ningún tipo de respeto por su papá, pero que idolatraba a un payaso que irónicamente, se veía exactamente como él”. La intención era que Homero le revelara su secreto a Bart, pero los guionistas terminaron por abandonar esa idea porque consideraban que complejizaba la trama innecesariamente, y preferían desarrollar a otros personajes. De ese modo, Krusty se convirtió en Herschel Krustofsky, y tuvo no pocos conflictos con su padre.
Amor amarillo
Cuando los televidentes se cruzaron por primera vez con la icónica familia, lo primero que llamó la atención fue el característico tono de su piel. Y es que Groening sabía que sus personajes debían resaltar de alguna manera, y por ese motivo se le ocurrieron dos ideas. La primera, era que el diseño de los cinco protagonistas fuera lo suficientemente reconocible como para distinguirlos aún con solo ver sus siluetas. El otro aspecto que se le ocurrió fue el de pintarlos de amarillo, porque para Groening era un color que captaba la atención del ojo, y detalló: “Si estás haciendo zapping con el control remoto, y de golpe aparece un destello de algo amarillo, ahí ya sabés que están dando Los Simpson”.
La canción de Michael Jackson
A comienzos de los 90, cuando el show se había convertido en un inesperado suceso, eran muchos los famosos que se declaraban fans, o más aún, que intentaban negociar su aparición en un episodio. Y uno de los artistas que personalmente se ocupó de llamar a Jim Brooks, el productor de la serie, fue Michael Jackson. El rey del pop se ofreció no solo para darle su voz a un personaje, sino también a escribir una canción para el show. De esa manera, surgió una colaboración por partida doble. Por un lado, Jackson prestó su voz para interpretar al entrañable Leon Kompowsky, el hombre al que conoce Homero en el episodio “Papá está loco”. Durante años esta colaboración fue un mito urbano, ya que en los créditos del capítulo figuraba que John Jay Smith había sido el cantante, pero con el tiempo los productores confirmaron que efectivamente Jackson había sido el doblajista, aunque por cuestiones contractuales no podía figurar con su verdadero nombre. Por otra parte, el Rey del Pop compuso la canción “Do the Bartman”, sobre la que tampoco pudo reconocer su autoría, una vez más por motivos contractuales. Por último, debido a las denuncias realizadas contra Michael Jackson, “Papá está loco” es uno de los pocos episodios que no está disponible en la plataforma Star+, hogar actual de la serie.
La exigencia de Paul McCartney
Otro ícono musical que tuvo un aplaudido paso por Los Simpson fue Paul McCartney. En “Lisa, la vegetariana”, el Beatle tiene una participación que es fundamental en el proceso que lleva a Lisa a renunciar al consumo de carne. Y si bien McCartney se mostró interesado en participar en esa historia, no dudó en poner como condición que la niña jamás abandonara su dieta vegetariana. El equipo creativo estuvo de acuerdo y por ese motivo es que aún hoy, a casi treinta años de ese capítulo, la mayor de las hijas Simpson sigue sin probar carne animal. Por cierto, si bien para muchos músicos fue un llamado irresistible aparecer en Los Simpson, uno de los pocos que rechazó esa oferta fue Bruce Springsteen, en el episodio “Radio Bart” (su rol fue luego ocupado por Sting).
Barney, un rubio arrepentido
En su primera aparición, Barney tenía un rasgo físico que rápidamente fue desechado, y era su pelo. Originalmente, el mejor amigo de Homero tenía el pelo rubio, a tono con su piel. Pero los productores decidieron cambiar su cabello a marrón, porque consideraron que los únicos que debían tener su pelo amarillo como rasgo distintivo, eran los miembros de la familia central. Una situación similar ocurrió con Smithers, que en su debut era un afroamericano, para luego ser amarillo. Y si bien se supuso que eso fue un cambio hecho por motivos creativos, Groening explicó al respecto: “Eso fue un error, porque Smithers siempre debió ser amarillo. Pero en ese momento no contábamos con el presupuesto suficiente, y cuando notamos el error no pudimos rehacer esas imágenes, y debió quedar así”.
Las punzantes críticas a Fox
Aunque Fox fue el histórico hogar de Los Simpson durante varias décadas, al público le llamaba la atención la cantidad de chistes que los personajes hacían en referencia a ese canal y especialmente al noticiero Fox News. Eso se debió a que Groening especificó en su contrato que su serie tendría permitido satirizar a sus empleadores, específicamente la línea editorial de esa señal, sin ningún tipo de censura.
Las remeras prohibidas
En 1990 y con apenas una temporada al aire, Bart Simpson era uno de los nuevos íconos de la cultura popular de Estados Unidos. El problemático niño, famoso por su incorrección y su desobediencia, fue abrazado por una generación de chicos que seguía con mucha atención todas sus travesuras. Pero algunos colegios no miraban con buenos ojos la ascendente popularidad de Bart, y un instituto de Ohio llegó a prohibirle a sus alumnos que llevaran remeras con la imagen de ese personaje, porque según aseguraban en un comunicado, “ese programa le da lecciones equivocadas a los alumnos”. Como era de esperar, esa imposición duró muy poco, el propio Groening dijo que era una “tontería”, y en varias entrevistas destacó que a pesar de sus problemas de conducta, Bart era un chico de actitudes positivas.
De seis a nueve meses
Los tiempos de producción de cada capítulo se agilizaron notablemente durante los últimos años gracias a las nuevas técnicas de animación por computadora. Sin embargo, cada entrega de la serie exige una importante cantidad de tiempo. Se estima que cada episodio demanda un tiempo de producción que oscila entre los seis a nueve meses, y eso incluye un equipo de cien animadores que trabaja en estudios ubicados en Corea del Sur (es habitual que muchas series animadas de Estados Unidos contraten productoras de ese país). Debido a esos extensos cronogramas de trabajo, los responsables trabajan contrarreloj con el objetivo de cumplir los tiempos de emisión establecidos.
Entre copas
En una charla sobre los orígenes de la serie, el productor James L. Brooks contó la inesperada forma en la que nació el proyecto de darle su propio espacio a la familia amarilla, y reveló: “Los Simpson comenzó como es habitual, con un animador tomando de más durante una fiesta de Navidad. Nosotros ya trabajábamos en El show de Tracey Ullman, cuando el director David Silverman no tuvo mejor idea que arrinconarme e insistirme con total convicción sobre qué podría suceder si hiciéramos que Los Simpson tuvieran una serie en el primetime”. Pocos meses después, el productor y su equipo tenían el piloto terminado. La fecha de emisión elegida fue el 17 de diciembre de 1989, y el piloto se tituló “Especial de Navidad de Los Simpson”.
Una trama descartada
Aunque el primer capítulo giraba alrededor de la adopción de Ayudante de Santa, el perro de la familia, el productor Al Jean tenía pensada una historia muy distinta. Jean explicó que el argumento del piloto se iba a centrar en que “Homero estaba preocupado porque Marge se había emborrachado en una fiesta, y eso le significaba serios problemas en su trabajo”. Sin embargo esa idea fue desechada, y Marge desarrolló una personalidad muy distinta según maduró su personaje. Lisa tampoco iba a ser la niña modelo, sino que debía ser presentada como una rebelde en una línea muy similar a Bart, pero el guionista Jim Brooks propuso un cambio clave: “Quería que Lisa fuera triste. Yo suelo estar triste y nunca sé cómo explicarlo, entonces puse mucho de mí en ese personaje”.
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