De Orphan Black a The Leftovers, diez series para explorar mundos posibles
The Leftovers. Nacida de la novela de Tom Perotta y creada por uno de los herederos del universo Lost, Damon Lindelof, The Leftovers fue una de las series más originales y audaces de los últimos tiempos. La misteriosa desaparición del 2% de la población mundial deja innumerables duelos e interrogantes, un abismo en el que los personajes deben entender qué significa continuar con sus vidas después del fatídico 14 de octubre. El magnetismo de la serie, más allá de sus juegos mesiánicos, sus viajes a realidades paralelas y sus imponderables milagros, radica en la notable humanidad para abordar los asuntos más fantásticos. The Leftovers es, más allá de todo, una historia de amor. El fascinante vínculo entre Kevin (Justin Theroux) y Nora (Carrie Coon, una actriz de talento extraordinario), que sortea el paso del tiempo y los miedos, las creencias y las pérdidas, es la clave con la que Perotta y Lindelof ponen en juego todo ese andamiaje fantástico que no deja de ser la mejor parte del mundo en el que vivimos. Disponible en HBO Go.
Legion. Esta ficción puede parecer una pesadilla psicodélica en sus primeros episodios. Un niño conflictivo, medicado desde su infancia, condenado al estudio y la reclusión, es descubierto como un ser todopoderoso, dios perseguido por acólitos y castigadores. A partir de esa premisa heredada de los X-Men, el talentoso Noah Hawley (Fargo) despliega una distopía fascinante y enloquecida, que explora las tensiones entre realidad y recuerdo, que usa los entornos reales como laboratorios y psiquiátricos al servicio de la fantasía más ambiciosa. El despliegue de la puesta en escena, con sus colores brillantes y sus universos desdoblados, consigue subvertir los tópicos más sentenciosos de la ciencia ficción, navegando en la creatividad de los cuentos de hadas y la imaginería infantil como una estrategia inusual y divertida. Hay que tener paciencia para seguir el amor contrariado de David (Dan Stevens, en las antípodas de Downton Abbey) y Syd (Rachel Keller), los estrafalarios viajes por la memoria y todos esos villanos de fábula. Pero la apuesta vale la pena. Disponible en Netflix.
The Expanse (2015). The Expanse fue celebrada como la inesperada continuadora de Battlestar Galactica, sin tanto culto y devociones. Una historia de ciencia ficción dura, basada en los libros de James S. A. Corey, heredera del neonoir de Blade Runner, con un futuro convertido en caos e injusticia. Estamos en 2093 y la Tierra controla a todo el Sistema Solar, celebra sus disputas armadas con Marte, y condena a los habitantes del cinturón de asteroides y satélites a la pobreza y la insurrección. Hay dos historias que transcurren en paralelo en la primera temporada: la búsqueda de una mujer desaparecida a cargo del detective Joe Miller (Thomas Jane) en uno de los territorios de esa periferia maldita, y la misión de la nave Canterbury, encargada de obtener el hielo de los asteroides para mantener vivas a las colonias. El contexto es la escasez de agua y aire, las revueltas y una inminente guerra planetaria. El mundo de The Expanse es complejo y ominoso, pero la ambición de la serie lo asume real, fascinante, desplegado ante nuestros ojos más allá de los límites de un set o de cualquier aventura espacial que podamos haber imaginado. Disponible en Amazon Prime Video.
Sense 8. La serie de las hermanas Wachowski se instituyó, desde su premisa inaugural y a partir del culto de sus fans, como una intensa revolución en el mundo de la ciencia ficción. Una serie que no anhelaba cambiar los códigos del género pero sí sacudirlos y renovarlos en sintonía con el nuevo milenio y los interrogantes del presente. La historia parte de la indescifrable conexión entre ocho extraños, cuyas vidas se entrelazan más allá del tiempo y la distancia, del género y la raza. Ese juego de destinos y maquiavélicas persecuciones, que propuso una narrativa espesa y entrecruzada, diseccionó los tradicionales interrogantes de la ciencia especulativa para conectarlos con el presente caótico del mundo post 11-9. Netflix canceló la serie luego de dos temporadas, pero la iniciativa incansable de los fanáticos consiguió un especial de más de dos horas que cerró la historia y que ofreció un final a cada uno de los sensates, habitantes de esa conexión única formada en alianza de amor y supervivencia. Disponible en Netflix.
Nightflyers. La adaptación de una de las historias de ciencia ficción de George R.R. Martin llegó a la plataforma en plena fiebre por el prometido final de Game of Thrones. Sin embargo, las distancias que separan esta fábula de terror espacial del universo medieval de Westeros condenaron a Nightflyers a la indiferencia. Lo cierto es que pese a algunos traspiés en la adaptación y algunas interpretaciones no demasiado dotadas, la travesía de la nave Nightflyer en la búsqueda de un contacto alienígena que pueda salvar a la Tierra preserva su inquietante atractivo. Heredera declarada del oscuro universo de la Alien de Ridley Scott, la creación de Martin se desplaza conscientemente hacia el tópico del terror cuando la misión espacial de un grupo de científicos es subvertida por una misteriosa fuerza que toma control de la nave. La controvertida presencia de un telépata, los ominosos recuerdos de la muerte de una niña (cuya capa roja recuerda las visiones de Donald Sutherland en Venecia Rojo Shocking), y el inquietante horizonte del contacto extraterrestre convierten al espacio claustrofóbico de la nave en un territorio asfixiante, sin escapatoria, en el que la salvación resulta la única utopía. Disponible en Netflix.
The OA. Una fascinante anomalía: una serie que despliega una narrativa audaz e inagotable sobre ese ambiguo territorio que combina lo real con lo fantástico. Prairie (Brit Marling, protagonista y co-creadora) regresa luego de una prolongada desaparición con un regalo y una urgente búsqueda: ha recuperado la visión y necesita de la comunión de varios extraños para relatar su pasado y recuperarlo, aquel que se remonta a la vieja Rusia, a la ceguera, a Homer y a su misterioso nombre del presente, The OA. ¿Qué fue lo que pasó con Prairie en esos siete años? ¿Qué hay detrás de su desaparición, de ese épico relato de su infancia, de los nuevos discípulos que conjuran su regreso a Michigan? Lo extraordinario de la serie, estrenada en 2015 y con dos temporadas en su haber que aún esperan una milagrosa resolución impulsada por los fans, consiste en eludir cualquier previsión, en explorar esos tensos límites entre la fantasía infantil y el camino de autodescubrimiento, en alcanzar una mística espiritual sin nunca hacer de ello un mandato. Disponible en Netflix.
Tales from the Loop. Inspirada en el universo visual de Simon Stålenhag y creada por Nathaniel Halpern (guionista de Legion y Outcast), Tales from the Loop es una colección de historias alrededor de The Loop, un centro de investigaciones científicas sumergido bajo tierra en un pueblito de Ohio. Russ Williard (Jonathan Pryce) es su fundador y maestro de ceremonias, el consistente creador de ese universo que nace y se despliega a partir de secretos proyectos científicos, de robots y fórmulas misteriosas, del viaje de las almas a través de los cuerpos, de la detención del tiempo y el regreso del pasado. Con Tales from de Loop, la ciencia ficción recupera su costado mágico, aquel que conecta las búsquedas de la ciencia con los interrogantes sin respuesta de la vida humana. En su concepto de antología, en el que cada episodio explora la vida de un personaje, la serie concibe al espacio y sus efectos como núcleo que impacta en la vida de los habitantes de ese pueblo, que los entrelaza y les ofrece rumbos posibles, que permite pensar toda búsqueda estética desde su impronta espiritual. Disponible en Amazon Prime Video.
The Rook. En una Londres distópica de espías y masacres, Myfanwy (Emma Greenwell) despierta para descubrir que ha perdido parte de su memoria. La paranoia que la circunda la obliga a funcionar a ciegas, intentando confiar en los aliados posibles y eludir las inminentes traiciones. La adaptación del libro del australiano Daniel O’Malley, comandada por las showrunners Lisa Zwerling y Karyn Usher, se despoja del humor absurdo del origen literario para recrear una atmósfera extrañada, heredera del thriller de espías en su versión más apocalíptica. Las referencias al ajedrez, tablero en el que Myfanny oficia como torre, pieza clave para revelar el corazón del juego, son también guiños a una narrativa que usa la ciencia ficción como puerta de entrada a una intriga en la que nadie es quien dice ser. Disponible en StarzPlay.
Locke & Key. La serie inspirada en un cómic de Joe Hill y Gabriel Rodriguez, creada por uno de los artífices de Lost como Carlton Cuse y convertida en uno de los grandes lanzamientos de Netflix de comienzos de 2020, parece salida de un algoritmo. Tiene el entorno de la mansión encantada que recuerda al terror gótico, la historia de dos adolescentes y un niño que evoca el espíritu de Stranger Things, algo de la magia de Harry Potter y la promesa de superpoderes, con un trasfondo de orfandad que recuerda a los clásicos de Disney. Sin embargo, es más que eso: el misterio de las llaves y la mudanza de familia Locke a Massachusetts, la trágica muerte del padre y la aparición de una villana seductora y letal, se convierten en los pilares de una fantasía sobre los abismos de la adolescencia en un entorno mágico y ominoso, que abre inesperadas puertas al mismo tiempo que anuncia los misterios más insondables. Disponible en Netflix.
Orphan Black. La serie canadiense, que descubrió a la talentosísima Tatiana Maslany en la piel de numerosos clones que persiguen su verdadero origen y sus múltiples filiaciones, es uno de los mejores exponentes de ciencia ficción para el tipo de maratón que auspicia la cuarentena. Todo su universo se despliega temporada a temporada con astucia, desnudando las contradicciones de estas criaturas enredadas en los secretos de su creación y las ambiciones de sus explotadores, vislumbrando los límites éticos de la ciencia y gestando una inquietante imaginería del futuro. Desde el mito del doble hasta las angustias que despierta la maternidad, el camino de Orphan Black transita la rocambolesca vida de numerosos clones hermanados por un único ADN como una gesta de encuentro e identificación, que persigue descubrir quiénes son y con quién compartir ese inesperado hallazgo. Disponible en Netflix.
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