Cómo será la nueva batalla del streaming después de los últimos movimientos

Ahora sí. El momento llegó. La batalla del streaming registró en las últimas horas uno de sus picos más visibles con la confirmación de los detalles esenciales del desembarco en la región de HBO Max, a partir del 29 de junio. Por azar o por circunstancias del destino, el anuncio se hizo unos días después de que Disney anticipara los detalles de la inminente llegada de Star +, su segunda plataforma propia con contenidos para el público adulto, y apenas 150 minutos después de que los medios de Hollywood confirmaran por primera vez de manera oficial otra noticia de extraordinaria significación: el gigante del comercio electrónico Amazon aceptó pagar 8450 millones de dólares por la adquisición de Metro-Goldwyn-Mayer.

De esta manera, Amazon (uno de los grandes jugadores planetarios del streaming) sumará a su plataforma un envidiable catálogo de 4000 títulos de cine y televisión que hoy lleva la marca del estudio más grande de la época de esplendor de Hollywood, cuyo poder no pudo ser igualado entre 1930 y la Segunda Guerra Mundial. Los sucesivos cambios de dueño y las operaciones financieras a las que quedó expuesto afectaron el poder de una marca que, a pesar de todo, mantiene su influencia intacta en la industria del entretenimiento.

Este último dato explica en buena medida la relevancia de la millonaria operación anunciada esta semana. Un nombre tan icónico en la historia del showbiz como MGM ahora se convierte en bandera de una escudería como Amazon, símbolo para muchos del futuro de esa industria y un destino asociado a dos palabras clave: conectividad y contenidos exclusivos, que no son las únicas, como se verá.

Como podía preverse, buena parte de la presentación de HBO Max se destinó a mostrar el imponente catálogo que tendrá la plataforma cuando empiece a operar en América Latina el mes que viene, así como la programación original que se sumará a esa oferta. Y se agregó un dato clave, esencial en la discusión que prevalece en estos días de progresiva reapertura de los cines en Estados Unidos y Europa. Tomás Yankelevich, uno de los hombres fuertes de Warner Media y HBO Max en la región, adelantó que habrá de aquí en adelante una ventana de apenas 35 días entre el lanzamiento en los cines y la llegada a HBO Max de los estrenos más importantes. Citó ejemplos de futuros grandes lanzamientos de los estudios Warner como El escuadrón suicida y Duna, que un mes después de exhibirse en cines estarán disponibles en los teléfonos celulares. La brecha entre las pantallas ya no existe más.

Así, el escenario se configura a partir de una nueva sinergia que se vislumbra en materia de producción, exhibición y distribución entre el cine y el streaming, que es el definitivo rostro que tendrá de aquí en adelante lo que en los últimos años definimos como “entretenimiento hogareño”. La post-pandemia marca el final del sistema tradicional de ventanas que rigió en las últimas décadas todo el comportamiento de la industria del showbiz.

Nadie da por muerto al cine. Varios actores influyentes de la industria dejaron saber en las últimas horas, por acción u omisión, que defienden y mantienen el valor y la importancia de ver cine en el cine. Pero el espacio entre el lanzamiento en las salas y la llegada al streaming ya empieza a reducirse a la mínima expresión. Disney ya ensaya ese procedimiento a través del sistema de “premier Access”, por el cual los abonados a su plataforma, por un pago adicional, pueden ver en streaming una película que acaba de estrenarse en los cines. Pasó con Raya y el último dragón, continúa con Cruella a partir de este viernes y seguirá con futuros lanzamientos mientras las salas sigan cerradas. No sería extraño que ese sistema también empiece a tallar en los futuros movimientos de la plataforma Star +.

Todo este debate también alcanzó a James Bond inmediatamente después de que Amazon confirmó la compra de MGM, el estudio que contiene hoy toda la historia de 007. Las 24 películas de Bond llegarán tarde o temprano a Amazon Prime Video. ¿Qué pasará con la número 25? Los dueños de la marca Bond, Barbara Broccoli y Michael Wilson, se apuraron a decir que el estreno global en cines de Sin tiempo para morir está garantizado a pesar de las postergaciones impuestas por la pandemia.

¿En qué se apoyan? En el comportamiento amigable que siempre tuvo Amazon (dueño además de sus propios estudios) con los estrenos de cine. A diferencia de Netflix, el gigante del e-Commerce siempre respaldó el lanzamiento de algunas de sus películas originales en los cines y respaldó la continuidad de las salas. En la presentación, lo primero que dijo su mandamás, Jeff Bezos, fue que la compra de MGM permitirá “reimaginar” y desarrollar sus propias marcas y “franquicias” en los próximos años. En el catálogo de MGM no sólo está Bond. También las películas de Rocky-Creed y marcas como Robocop y Tomb Raider.

En el mundo del showbiz el contenido siempre es el rey. Ahora sabemos más que nunca que ese reinado se ejerce y se manifiesta ante todo en el mundo del streaming. Se trata del vector fundamental y decisivo que ya configura de todas las maneras posibles el comportamiento de la industria del entretenimiento. Y determina a partir de ahora hasta el menos apreciable de sus movimientos.

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