Marci Liroff dialogó con LA NACION sobre las medidas que se toman al momento de filmar escenas íntimas; su trabajo es similar a los coordinadores de dobles de riesgo: “Hace apenas cuatro años no había una coreografía pautada, ni se hablaba de consentimiento”, explica
- 7 minutos de lectura'
De un tiempo a esta parte, y un momento en el que se están visibilizando las voces que sufrieron malas experiencias en un set de filmación, el modo de filmar escenas sexuales en Hollywood cambió notablemente tras el #MeToo. En este contexto, Marci Liroff es una reconocida coordinadora de secuencias íntimas (o intimacy coordinator) una de un creciente número de personas especializadas en ese trabajo que se desempeña en la industria de Hollywood, específicamente en la serie Hightown. En una charla con LA NACION, explica en detalle en qué consiste su trabajo, y cuáles son sus objetivos.
Un paraíso atravesado por el pecado
Hightown es un policial centrado en Jackie Quiñones (Monica Raymund), una agente del servicio nacional de pesca y marina, que vive en una península idílica llamada Cape Cod. Si bien ese lugar se presenta como un paraíso para los veraneantes, lo cierto es que allí también se esconde un mundo en el que el sexo y las drogas son un negocio en expansión. En los primeros episodios de Hightown, un cadáver lleva a la protagonista a comenzar una investigación centrada en el tráfico de opiáceos, y aunque Jackie no es policía, no duda en ejercer la ley en su búsqueda por resolver dicho homicidio. Pero lo más interesante de la trama, no solo es el caso que debe resolver Quiñones, sino los propios demonios a los que ella debe enfrentarse, y cómo su adicción a las drogas y al alcohol afectan su vida privada y laboral.
De esa manera, Hightown se dedica a mostrar la cara oculta de una ciudad que parece perfecta, pero que pronto se revela como una pesadilla. Y sobre la dinámica del relato, Merci Liroff comenta: “La serie gira sobre la gente que vive en un mundo de adicciones y delitos. Entonces se muestra un sitio muy crudo, lleno de historias cotidianas que están muy lejos de esa belleza que el lugar aparenta. Y de la mano de eso, llega un título centrado en la naturaleza humana. Buena parte de la trama transcurre en un strip club, así que hay muchos desnudos y eso que en producción llamamos sexo simulado. Uno de los personajes centrales es adicto al sexo, y por eso la serie muestra mucha intimidad”.
Hightown y el sexo
Teniendo en cuenta que Hightown contiene altas dosis de escenas explícitas, el lugar de Marci Liroff es crucial. Ella se ocupa de supervisar todas las secuencias que incluyan algún tipo de contenido en esa línea, y así explica su rol: “Lo más importante es la seguridad física y psicológica de los y las intérpretes: asegurarse que se sientan cómodos, y que puedan concentrarse en su trabajo, que es actuar. Yo quiero que el director pueda obtener lo que está buscando, para que de ese modo la historia se vea genuina, auténtica, y que en el proceso todos se sientan cómodos”.
Cada escena de sexo dentro dentro de la trama, como sucede (o debería suceder) en las producciones actuales, cuenta con alguien que como Marci, quien se ocupa de coordinar el modo en el que se desarrolla ese momento y está presente en los ensayos. Su objetivo no solo es procurar que todo esté debidamente consensuado y coreografiado, sino también brindarle seguridad a los actores y actrices, que no haya presiones externas que los obliguen a hacer algo con lo que no se sienten cómodos. Sobre el vínculo que establece con los intérpretes, Marci comenta: “En el set, soy su aliada. Muchos actores y actrices se sienten en la obligación de tener que decir a todo que “sí”, sin ser conscientes que tiene el poder de decir “no”. Nadie debe dar explicaciones si quiere decir “no”, pero muchos tienen miedo de negarse a algo, porque piensan que así perderán su trabajo. Por eso, yo estoy ahí para ayudarlos a tener una voz”.
El sexo y el Covid en rodaje
La segunda temporada de Hightown marca un importante avance en la carrera de Jackie Quiñones, cuando finalmente consigue entrar a la policía, y así resolver casos de manera oficial. En los nuevos episodios, la agente debe investigar una nueva droga que comienza a circular en Cape Cod, y que es distribuida por una poderosa red de narcotraficantes. Sin embargo, más peligroso que ese caso, fue el proceso de filmar una temporada que estuvo marcada por el covid, en el marco de una ficción en la que abundan las escenas de sexo simulado. Pero según cuenta Liroff, ni ella ni la creadora de la serie, Rebecca Cutter, quisieron alterar la esencia de Hightown debido a eso, y así lo explica: “El segundo año lo realizamos en medio de un pico de contagios por Covid. La primera temporada tuvo muchos desnudos y mucho sexo, y producciones similares a la nuestra decidieron reescribir sus guiones para evitar que hubiera demasiadas escenas de intimidad. Pero Rebecca no se achicó ante esa situación, y prefirió no cambiar nada”.
Según Liroff, las escenas íntimas exigen que haya muy poca gente en el set de filmación. A diferencia de otras épocas, en donde cualquier técnico o asistente podía presenciar los desnudos que se grababan, ahora se controla que solo se encuentren las personas que tienen una tarea determinada en esa escena específica. Y en tiempos de Covid, eso se controló aún más, procurando que la circulación fuera muy limitada. Por su parte, Liroff lo explica de este modo: “Armamos lo que se denomina un “set cerrado”, en el que únicamente puede haber personal esencial. Eso suele querer decir el director, el sonidista, el director de fotografía, el operador de cámara, su asistente, y yo. Siempre somos menos de diez personas”.
Una industria en proceso de cambio
“Los actores y actrices son increíblemente agradecidos, y me reciben con los brazos abiertos, porque saben que yo estoy ahí para ellos”, comenta Liroff, que en los últimos tiempos vio cómo su presencia en los set es mejor recibida por las estrellas. Sin embargo, hasta hace no mucho (“apenas cuatro años”, como cuenta ella misma), la situación era muy distinta. En su mayoría, las escenas de sexo no se preparaban demasiado, y eso derivaba en que muchas de las figuras se sintieran vulnerables durante las grabaciones. Así lo explica Liroff: “Mi puesto de trabajo se formalizó recién a fines de 2017. Antes de eso, lo habitual era que los intérpretes llegaran al set tapados con una toalla o en bata, y ahí el director simplemente gritaba “acción”. No había una coreografía pautada, ni se hablaba de consentimiento. Creo que mi trabajo es similar al de un coordinador de escenas de riesgo. Un jefe de dobles jamás permitiría que se filme una secuencia sin haberla ensayado previamente. Y yo hago el mismo trabajo: antes de filmar planificó qué va a suceder, y hablo en privado con cada uno de los intérpretes para saber qué ideas tienen, qué los hace sentir cómodos y qué no”.
Por último, la coordinadora manifiesta su repudio sobre viejos hábitos de la industria: “Uno suele leer viejas historias sobre directores que pensaban que era una gran idea sorprender a sus estrellas, y hacer algo inesperado en medio de una escena íntima. Todo porque creían que de ese modo, la actuación iba a resultar más auténtica. Situaciones como esas son algo que no debe suceder nunca más”.
Las dos temporadas de Hightown se encuentran disponibles en Starzplay
Más notas de StarzPlay
Más leídas de Espectáculos
"El dolor fue real”. Denzel Washington: su cambio físico, la ayuda que recibió de Lenny Kravitz y una impensada confesión
Impactante. El tremendo cambio físico de Nico Vázquez para ponerse en la piel de Rocky
Amor y polémica. Ana de Armas fue vista a los besos con Manuel Anido Cuesta, el hijastro del presidente de Cuba
"Destruido para siempre". La contundente respuesta de Pampita a García Moritán y el nuevo paso que dio en su relación con Martín Pepa