Comic-Con Argentina: Gillian Anderson contó cuál fue el papel que más le costó "dejar ir"
Media hora antes de que se abran las puertas de Comic-Con , la convención dedicada al cine, la TV y el cómic que empezó hoy en Costa Salguero y dura hasta el domingo, la invitada más esperada de esta edición se juntó con la prensa. Las expectativas eran muchas: Gillian Anderson fue una de las pioneras en esta "era dorada" que atraviesa el universo de las series. Ella, junto a David Duchovny, le dieron vida a Dana Scully y a Fox Mulder, los agentes secretos que durante años unieron sus fuerzas para desentrañar complots y acabar con la amenaza de una invasión extraterrestre en Los expedientes X.
Gillian está contenta. Sonríe. Habla sobre su carrera, sus personajes más difíciles, sus nuevos proyectos. Balbucea algunas palabras en español porque esta vez no hay traductor automático que la ayude [en Twitter, días antes de llegar dejó un mensaje en un español robotizado sobre su política de no recibir regalos]. Y, ante la mirada expectante de gente que se crió viendo la serie de FOX, anuncia algo que ya había confirmado meses atrás en las redes sociales pero que, igual, a algunos, les cuesta oír: "No va a haber más X Files. Lo que vieron el año pasado va a ser lo último que van a ver de Mulder y Scully".
La serie, que había terminado en 2002, tuvo un resurgir con dos nuevas temporadas -una, en 2016, y la última, en 2018- que no tuvieron el éxito esperado. Fue Anderson quien dio por terminado el ciclo. Sin embargo, el final, que pudo verse en marzo pasado, dejó una sensación amarga en sus seguidores, y muchos se quedaron con ganas de otra entrega para cambiar esa percepción.
Gillian cuenta que para acceder al papel de la médica forense mintió sobre su edad. Dijo que tenía 27 años, cuando en realidad tenía 24. Y a pesar de haber sido el papel más importante de su carrera, no lo considera el más complejo. "En el caso de Scully, ella no es compleja: tiene una historia que no es oscura, tiene una buena moral, es fuerte, es muy inteligente y está bien educada", reconoce. No así, Bedelia Du Maurier [la psiquiatra de Hannibal]."Bedelia es un poco más compleja en cuanto a su moral, que no está tan definida. Ella es un poco más ambigua. En lo que se asemejan [con Scully] es en que tienen la misma altura y se parecen un poco a mí. Son mujeres con personalidades muy fuertes", suma.
Con el pelo corto, anteojos negros y una remera con unos labios rojos, Anderson explica qué lugar ocupó Scully en su vida, 25 años después del estreno de Los expedientes X. "Significó mucho para mí porque no tenía ni idea de lo que iba a pasar. Fue una experiencia muy intensa, yo era una mujer muy joven. Crecí en ese personaje que después tuvo impacto en el mundo y en la audiencia en general", cuenta.
Algo similar le sucedió con Stella Gibson, la detective que encarna en The Fall. "El personaje de Scully, y también el de Stella, me enseñaron mucho sobre cómo sentirme cómoda y orgullosa de mí misma, dentro de mi propia complejidad. La rareza, las malas y buenas decisiones. Aprendí a aceptarme y a sentirme cómoda con como soy yo", detalla.
Del drama a la comedia
En tiempos de empoderamiento femenino, Anderson se reconoce como una persona con suerte por haber podido hacer trabajos como los que hizo, en donde tuvo la oportunidad de encarnar mujeres fuertes y decididas. Sobre el papel que más le costó dejar ir, la actriz menciona a Blanche DuBois, de la puesta teatral Un tranvía llamado deseo. "Lo hicimos en Londres, después en Nueva York. A pesar de que estaba la posibilidad de hacerlo otra vez, yo sabía en el fondo de mi corazón que ya estaba terminado. Eso me generó mucha pena, tristeza. Fue como perder a tu mejor amigo. Lloré y lloré. Era un personaje tan particular, con tantos conflictos. Creo que ella tomó más de mí de lo que yo le dí a ella como personaje", opina.
La actriz también da su mirada sobre el lugar de las mujeres en la industria: "Hay muchas películas y personajes que se están empezando a representar por mujeres y me parece perfecto. Espero que siga siendo así. No solamente en la actuación, sino como productores, escritores. Ahora hay mucha más igualdad. Creo que el foco está puesto ahí".
Lejos de haberse quedado en un solo papel, Gillian es una actriz versátil. Ahora está trabajando en un nuevo proyecto: Sex Education, la serie de Netflix donde le dará vida a Gin, una madre soltera de un adolescente que trabaja como terapeuta sexual, y que podrá verse en 2019.
"Es una comedia, algo que no hago muy a menudo. Pero me sirvió para explorar distintos aspectos de la personalidad, de conocer cómo funcionaba. Gin vive en Gran Bretaña y cría a su hijo de una manera muy abierta sobre el sexo", adelanta. Y agrega: "Si bien Gin es muy relajada, su hijo está en plena pubertad, y no puede evitar perseguirlo, escuchar sus conversaciones detrás de la puerta. Invade un poco su privacidad, no tiene límites, es neurótica".
Anderson tiene que prepararse. Horas más tarde hablará en uno de los paneles y también tendrá varios Meet & Greet con sus fans que, después de escuchar cómo es el público argentino, piensa que serán muy intensos. La actriz, que con 50 años parece estar en uno de sus mejores momentos, camina hacia la puerta, pero antes se para y pregunta "¿arrivederci?". Con humor, la ex Scully sigue intentando sumar a su diccionario alguna expresión en castellano.
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