El actor, que interpreta a Terry Silver, es una pieza clave de los nuevos episodios de la serie
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La batalla entre Cobra Kai y Miyagi Do no da señales de tregua. Las dos escuelas de artes marciales, una amparada en la introspección y la otra en el “golpear primero”, protagonizan un nuevo round en la quinta temporada de esta ficción. En los episodios estreno, Daniel (Ralph Macchio) y Johnny (William Zabka) deberán más que nunca limar asperezas para evitar que Terry Silver (Thomas Ian Griffith) se consolide como el único sensei de la región. Y LA NACION habló con Griffith para descubrir el rol de este villano en los capítulos estreno y adentrarse en la cocina de esta popular ficción, que supo trasladar al siglo XXI una querida saga de películas ochentosas.
Daniel contra las cuerdas
El comienzo de la quinta temporada encuentra al dojo de Miyagi fragmentado. Luego de la brutal derrota que sufrió Samanta (Mary Mouser) a manos de Tory (Peyton List), Daniel se encuentra ante la dolorosa decisión de honrar su palabra y cerrar su escuela. Y con la desaparición de su rival, Terry Silver establece a Cobra Kai como la única opción para los jóvenes que busquen estudiar karate. Pero las agresivas filosofías de ese maestro se convierten en el violento dogma de una nueva generación de estudiantes.
En el tablero de Cobra Kai, Silver se presenta como un jugador impredecible, una ficha que puede saltar al casillero que se le antoje, sin respetar ningún tipo de regla preestablecida, y ese rasgo es el que tanto desestabiliza a los héroes de la historia. Y muy sincero en su entusiasmo, Ian Griffith no puede más que caer rendido ante los encantos de ese villano, que tanto le gusta a los fans de la serie. “Creo que Terry, un poco como todos, es irredimible” asegura el actor, que luego agrega: “Puede que él haya cruzado varios límites, pero debo decir que hay algo que realmente amo de este tipo y es su marcado sentido del compromiso. Eso tenés que respetarlo, te guste o no. Y en esta temporada realmente van a saber hasta dónde es capaz de llegar en esa entrega”.
Dos generaciones aliadas
“Cuando escuché que esta serie estaba en marcha y que iba a continuar la historia de la trilogía original, pensaba que todo iba a ser un desastre. Pero cuando vi los primeros capítulos quedé encantado, estaba todo muy bien hecho, Ralph y Billy estaban muy bien, el guion era muy divertido, y la nostalgia también estaba presente. Era como si la serie hubiera logrado tachar todos los casilleros”, halaga así Griffith a la temporada inicial de Cobra Kai. Y es que el estreno de esta ficción tomó por sorpresa a los viejos fans, que miraban con natural escepticismo la posibilidad de continuar la trama de las películas originales. Pero la llave al triunfo no solo fue darle una vuelta de tuerca a la eterna rivalidad entre Daniel y Johnny, sino presentar a una nueva generación de protagonistas, que heredan esa enemistad entre dos formas de comprender el karate.
A lo largo de cada temporada, y a través de ese ida y vuelta entre jóvenes y adultos, con mundos en colisión y romances en la línea de Capuletos y Montescos, la serie encuentra un equilibrio perfecto, que atrapa la atención del público de todas las edades. Y para Griffith es justamente la presencia de la plana menor de Cobra Kai, uno de los grandes ganchos de la propuesta: “¡Los chicos componen un gran elenco! Me encanta trabajar con ellos, todos son muy buenos actores y si bien inicialmente tenían muy poco conocimiento del karate, los veo esforzarse mucho para convertirse en grandes artistas marciales. Yo siento un gran respeto por ellos. Y la verdad es que siendo alguien mayor, a veces es divertido sentarme relajado y dejar que la nueva generación se haga cargo. Claro que siempre dándoles algún que otro consejo, como lo haría Terry Silver”.
La vigencia de un clásico
El amor por los ochenta está muy lejos de morir. Esa fiebre de colores fluorescentes, pegadizas melodías pop (y baladas metaleras) es mucho más que una estética, y se convirtió en una sensibilidad, como si fuera una nostálgica forma de percibir el pasado. El público no deja de buscar historias que tengan ingredientes anclados en esa época, o porque transcurran en ese período (Stranger Things, Paper Girls), o porque si bien están ubicados en la actualidad tienen un pie en esa época (Top Gun: Maverick, Los Cazafantasmas: el legado). Y Cobra Kai es la actualización de una saga que bebe de esa década, con protagonistas que ven las situaciones en blanco o negro, muy en la tónica de esas entrañables aventuras ochentosas. Para Griffith, el motivo por el cual el público se entusiasma tanto con ese tipo de propuestas es claro: “La gente ama las historias de los ochenta porque puede vincularse con ellas. En estos relatos hay ingredientes para todos. Cuando veo una ficción, quiero ver a un buen villano, quiero llorar y quiero reír, y Cobra Kai tiene todos estos ingredientes. Siempre digo que este es un mundo absurdo, pero que funciona porque nos divierte. Y como espectadores, en este momento todos necesitamos algo de eso”.
En esta saga de grandes rivalidades, Terry Silver se revela como el villano detrás del villano. En el comienzo de la cuarta temporada y cuando Kreese (Martin Kove) parecía el único enemigo de Daniel y Johnny, la reaparición de Silver puso en jaque la frágil alianza de los héroes. Este personaje, que debutó en Karate Kid 3, es uno de los representantes más perversos de Cobra Kai, y su ambición lo lleva a utilizar todos los recursos que tiene a mano para eliminar al Miyagi Do. La relevancia de Terry es indiscutida en la actualidad de la serie, pero irónicamente Griffith dudó mucho sobre cómo su personaje iba a ubicarse dentro de esta trama: “Realmente no veía a Terry encajando en este mundo. En la tercera temporada empecé a escuchar rumores y supe que estaban revisando el material de mi personaje. Entonces dije: “¿qué estará pasando acá?”. Finalmente los creadores de la serie me llamaron, pero yo sentía que no iba a estar interesado en hacer una aparición de dos o tres episodios. Sin embargo, cuando me contaron lo que tenían en mente, para mí cambió la perspectiva de todo. Entonces nos pusimos a pensar qué había sido de Terry durante todos estos años y cómo iba a ser su actitud con respecto a quién era antes. Así todo empezó a tener mucho sentido y sentí que esta era una oportunidad que no podía dejar pasar”.
El recuerdo de Miyagi (y de Pat Morita)
En el mundo de Cobra Kai hay un legado ineludible, un maestro que dejó enseñanzas dentro de la ficción y fuera de ella. En su rol como Miyagi, Pat Morita encontró ese personaje que muchos intérpretes no se cruzan durante toda una vida. Y así como para Daniel San, Miyagi siempre será un faro, para los actores que compartieron pantalla con Morita, su recuerdo no deja de estar vivo. Si bien los artífices de Cobra Kai se resisten a contar qué rol hubiera jugado Miyagi en esta nueva guerra entre dojos, Thomas Ian Griffith reflexiona sobre su experiencia junto a Morita: “Yo no fui tan cercano a Pat como sí lo fue Ralph, con el que tuvo una relación más estrecha. Cuando lo conocí, yo tenía 29 años, Karate Kid 3 era mi primera película, y no me fue fácil meterme en una franquicia. Pero él siempre se mostraba calmo y me hizo sentir en mi hogar. Nos reíamos mucho y cuando me animaba a improvisar algunas líneas, apenas la cámara se apagaba él venía y me alentaba. Era un hombre muy cálido, fue un gran líder y me hizo sentir muy bienvenido. Sé que todas las personas que lo conocieron, tienen un lugar de su corazón reservado para él”.
¿Dónde verla? La quinta temporada de Cobra Kai ya se encuentra disponible en Netflix.
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