Cinco razones para ver How to Get Away With Murder
Te contamos por qué no te podés perder la nueva producción de Shonda Rhimes y Peter Nowalk
Si hay una mujer que sabe cómo manejar los vaivenes narrativos del lenguaje televisivo, ésa es Shonda Rhimes. La creadora de Grey's Anatomy y Scandal convocó nada menos que a la nominada al Oscar Viola Davis para que lidere How to Get Away with Murder, una suerte de drama legal mechado con thriller policial y con ribetes telenovelescos. La serie, que debido a su alto índice de audiencia ya fue renovada para una segunda temporada, se emite todos los miércoles, a las 22, por la pantalla de Sony y más abajo desglosamos los motivos por los cuales hay que darle una oportunidad:
*1. Es una delirante cruza entre las telenovelas y la película Legalmente rubia
No hace falta aguardar una sucesión de capítulos para captar el tono de How to Get Away With Murder. La serie astutamente se define a sí misma en los primeros quince minutos del episodio inicial, donde se presentan algunas de las marcas registradas del drama. Por un lado, el uso de los flashforwards (es decir, los saltos temporales al futuro) que no hacen más que añadir un nuevo enigma dentro de los otros pequeños a resolver. ¿Qué hacen los estudiantes de la profesora de derecho penal Annalise Keating intentando ocultar un cuerpo?¿Qué los condujo a esa circunstancia? Por otro lado, hay una confluencia de subtramas propias de las soap-operas (algo que también se vislumbra en Scandal), con conflictos románticos que entrecruzan los misterios de turno y, asimismo, hay unos cuantos guiños a Legalmente rubia desde que Annalise recluta a ese ecléctico grupo de alumnos para que la ayuden en los casos que caen en sus manos. ¿Por qué todo esto resulta delirante? Porque la serie no tiene pruritos en desafiar las convenciones de un drama legal y muchas veces, como veremos luego, se mete de lleno en lo inverosímil.
*2. Si te gusta Grey's Anatomy y Scandal, este es tu programa
Las producciones de Shondaland podrán gustar en mayor o menor medida, pero la mujer que las lidera siempre tiene algo en claro: en televisión es fundamental dejar una impronta. Así, Shonda no sólo no pretende que sus envíos sean algo que no son sino que los defiende a capa y espada por lo que sí los caracteriza: la falta de sutileza. Ni Grey's Anatomy, ni su spin-off Private Practice, ni mucho menos Scandal se disfrazan de programas ceremoniosos sino que, por el contrario, se desarrollan con reglas flexibles, juguetonas y adictivas. Por lo tanto, ningún personaje tiene su futuro comprado, las vueltas de tuerca son condición sine qua non para la historia y no hay que subestimar el poder de conmover a la audiencia con escenas melodramáticas y un soundtrack acorde. Si bien algo más contenida, How to Get Away With Murder se rige bajo los mismos principios, lo cual explica su indiscutible éxito. Rhimes sí que sabe cómo mantener a su público cautivo.
*3. Hay muchas vueltas de tuerca que mantienen el interés
Al no querer venderse como innovadora, How to Get Away With Murder se vale de la conjunción de elementos para avivar (y reavivar) la atención del espectador. No es secreto que en la actualidad, y ante la gran oferta del panorama televisivo, si la audiencia no aprueba un programa en sus primeros capítulos, fácilmente los desecha para moverse hacia otras direcciones. Rhimes entiende que así se maneja el mercado y, en consecuencia, pone siempre un disparador para cada episodio de su programa. Está claro que al tratarse de un drama legal siempre hay un caso para dilucidar. De todos modos, aquí se redobla la apuesta con los pormenores de esos casos. Generalmente estamos lidiando con crímenes totalmente descabellados, incluso de ejecución poco plausible al contrastarlos con los de otra serie como Law and Order. En consecuencia, la dinámica entre los estudiantes y Annalise termina siendo crucial para las resoluciones y las vueltas de tuercas son tantas y tan grotescas, que es imposible no querer seguir mirando. En este sentido, mucho ayudan los ya mencionados flashforwards, acaso el caballito de batalla más evidente de How to Get Away With Murder en vías de conservar el interés.
*4. Ver una nueva (y gran) interpretación de Viola Davis
Después de ganar el Oscar, Octavia Spencer , la compañera de elenco de Viola Davis en Historias cruzadas, aseguró que no sólo le costó encontrar un espacio útil para desarrollar su talento interpretativo sino que además el constante estereotipo de las mujeres de color repercutió en los roles que le ofrecían. Spencer, al igual que Davis, halló su nicho en la televisión. Posteriormente, en una entrevista con The Hollywood Reporter, Viola suscribió a los comentarios de su colega y agradeció lo que Shonda Rhimes está haciendo para erradicar dichos estereotipos: "Me sentí parte de un mundo que incluía a gente que luce como yo con un sentido maternal y protector (...) como mujer de color, escuchás toda clase de adjetivos desde que salís de la panza de tu mamá, por eso es importante encontrar un universo donde la actitud sea la del respeto y la calidez". Ese factor fue clave para que Davis, una actriz que venía construyendo una carrera cinematográfica más que interesante, se volcara a la pantalla chica. Dentro de todo el disparate de la serie, es ella quien logra que la historia ponga los pies sobre la tierra y su intensidad es acaso la razón más valedera para disfrutar el programa desde un costado menos paródico y más humano.
*5. Nos permite disfrutar del inverosímil sin culpas
No todo puede ser The Wire o Breaking Bad en los dramas televisivos. A veces nos resulta imperativo disfrutar de algunos programas como bienvenidos placeres culposos. How to Get Away With Murder bien podría ingresar en esa categoría, aunque no al nivel de Scandal (no hay manera de que Kerry Washington llegue al nivel actoral de Davis) pero sí en lo que se refiere al entramado de los casos que se investigan en cada capítulo. Por lo tanto, es importante aclarar que si bien estamos ante una serie que se vale de lo legal para unir los hilos, tampoco se preocupa demasiado porque las resoluciones de los acertijos tengan una credibilidad a prueba de balas. Lo curioso es que esa credibilidad tampoco es necesaria. Como se mencionó previamente, Rhimes sabe que lo suyo no tiene una solidez narrativa y se hace cargo pidiéndole al espectador que suspenda su ojo crítico y que simplemente disfrute de las constantes fluctuaciones no sólo de los casos que Annalise desmenuza junto a sus alumnos sino también de las viñetas románticas - Annalise está casada pero mantiene una relación clandestina con un detective - que funcionan, como las de Grey's Anatomy, justamente por su alto grado de autoconsciencia.
*De yapa: el adelanto de How to Get Away With Murder:
Participación. ¿Vieron How to Get Away With Murder? ¿Qué les pareció?
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