A finales de los 90, la historia de tres hermanas brujas conquistó al público y se posicionó entre las más vistas; sin embargo, en las grabaciones el clima no era el mejor y la ficción se vio inevitablemente afectada
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El 7 de octubre de 1998 salió al aire el primer capítulo de Charmed. De inmediato, la serie se convirtió en un éxito: alcanzaron apenas dos capítulos para que The WB renovara contrato por una temporada más con Spelling Televisión, la empresa productora. Motivos para que el público amara la historia de las hermanas Halliwell -tres hermanas brujas que heredaban un libro de hechizos y poderes especiales y decidían usarlos para combatir todo tipo de brujos, demonios y seres del mal- no faltaban: estaba producida por Aaron Spelling, el creador de Beverly Hills, 90210; contaba con un abultado presupuesto; las heroínas eran tres mujeres fuertes y decididas y presumía de un elenco que, en pantalla, tenía química. Sin embargo, con el correr de las temporadas, todo comenzó a fallar, y el clima en el set se volvió todo menos encantador.
Una herencia que cambió todo
Un libro sagrado, una herencia y tres hermanas con poderes. La historia televisiva de Prue (Shannen Doherty), Piper (Holly Marie Combs) y Phoebe (Alyssa Milano) comenzaba con la muerte de la matriarca de la familia y la llegada de la más pequeña de la tríada a la casa familiar, en San Francisco. Curiosa, Phoebe encontraba el Libro de las sombras y, al leer uno de sus hechizos, despertaba los poderes mágicos que cada una de ellas ocultaba en su interior: Prue podía mover objetos con la mente, Piper tenía la capacidad de detener el tiempo y Phoebe podía ver lo que iba a suceder. A lo largo de las ocho temporadas que duró la serie, las hermanas -con alguna modificación en el camino- se dedicaron a combatir el mal.
Los 2000, entonces, estuvieron marcados por estas tres poderosas mujeres que dejaron en claro que se podían vestir bien, ser independientes, cómplices entre ellas y derrotar a los más malvados demonios -en su mayoría hombres- para luego volver a sus problemas de siempre. A principios de 2006, el productor del show aseguró que Charmed se había convertido en el programa de mayor duración con protagonistas exclusivamente femeninas, superando incluso a Los ángeles de Charlie. Las actrices lo hicieron valer: según trascendió, Holly Combs llegó a ganar 60 mil dólares por episodio, mientras que Doherty, el tiempo que formó parte, cobró 75 mil dólares el capítulo.
Además del reboot que The WC estrenó en 2018 y que duró 4 temporadas, Charmed alcanzó un éxito tal que continuó viva en forma de cómic, con una primera edición con fecha de junio de 2010, en forma de videojuego, y en forma de novela: 41 libros se publicaron entre 1999 y 2008 basados en la serie. Además, el show inspiró a la compañía de juguetes SOTA Toys a crear figuras de varios de los personajes.
Una “inspiración” y la conexión Star Wars
Según reveló en 2017 Andrew Fleming, director de Jóvenes brujas (1996), Charmed era la copia de su icónica película de terror (aunque con hechiceras altruistas). Es más, el director aseguró que también escribió un piloto sobre su película que presentó tanto a Fox como a The WB. Un año después salió al aire Charmed. ¿Hubo más coincidencias además de las evidentes? Sí: el tema principal de ambas producciones, aunque interpretado por artistas diferentes, fue la canción de The Smiths, “How soon is now?”.
No solo en historias de brujas se inspiraron los escritores de la serie de las hermanas Halliwell. Por ejemplo, el maquillaje del demonio Belthazor se basó en el mismo estilo que el que lucía Darth Maul en Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma (1999). Otro guiño a la saga de George Lucas fue la frase que el Líder de la Orden soltó en el episodio 12 de la sexta temporada. “Me parece inquietante tu falta de fe”, dice. La frase fue dicha originalmente en Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza (1977) por Darth Vader.
De enroques y partidas
Como suele pasar en la mayoría de las series, muchos de los actores que audicionan para un papel terminan interpretando un personaje diferente, otros se bajan antes de salir al aire y otros más -aunque los menos- quedan fuera de él de manera sorpresiva y con la historia bastante avanzada. Charmed es el ejemplo perfecto de todos esos casos.
Shannen Doherty se preparó para ser Piper. Sin embargo, terminó quedándose con el rol de Prue, y Combs se hizo cargo de la hermana del medio. Para el rol Phoebe fue Lori Rom la primera elegida; incluso llegó a grabar el piloto, pero se retiró del proyecto por razones personales y fue reemplazada por Alyssa Milano. Doherty y Combs eran grandes amigas en la vida real, por lo que la química en pantalla estaba asegurada entre ellas. Y Milano se adaptó de inmediato a la buena energía de la hermandad, aunque con el paso del tiempo todo comenzó a fallar.
Otra vez, la protagonista de los escándalos del detrás de escena -tanto en las versiones que la justifican como en las que la señalan- fue Doherty. Y como sucedió con su querida Brenda Walsh en Beverly Hills, 90210, Shannen quedó fuera del proyecto en la cuarta temporada, pero esta vez Prue Halliwell no se mudó de país ni de continente: murió en manos de un demonio en medio de una dura batalla contra el mal. ¿Qué pasó en realidad? La actriz pegó el portazo cansada del personaje, de la producción y de los choques con sus colegas, en especial con Milano. Durante las cinco temporadas que siguieron luego de su partida, no aparece ninguna imagen de Prue: los ejecutivos de la cadena se negaron a pagarle a la actriz lo que correspondía en aquel momento por el uso de su imagen.
Descartada la idea de darle el papel de Prue a otra actriz -tanto Tiffany Thiessen y Jennifer Love Hewitt rechazaron la oferta-, los guionistas decidieron incluir en la historia a Paige Matthews, una medio hermana de las Halliwell, y la elegida para ese rol fue Rose McGowan. ¿Cesaron los conflictos con la salida de Doherty y la llegada de una nueva integrante para la familia de brujas? Para nada. Fue la propia McGowan quien, hace algunos años, acusó a Milano de generar un ambiente “tóxico” en el set.
Fuego cruzado
Con el paso de los años, las protagonistas, mucho más maduras y con la mirada en perspectiva a favor, repasaron la experiencia de Charmed. Y además de sacar viejos trapitos al sol o hacer un mea culpa por los enfrentamientos en el set, revelaron que la experiencia no fue tan liberadora o feminista como podía parecer desde afuera.
En 2021, mientras promocionaba su libro autobiográfico Sorry Not Sorry, Milano habló en Entertainment Tonight de su etapa en Charmed. Durante la nota, definió la experiencia como una de las más complicadas de su vida y expuso, como principal motivo, la sexualización a la que fue expuesta. “Cuando pienso en los años 90... Ves cualquier capítulo de Charmed y estoy corriendo en corpiño y ropa interior durante el 80 por ciento del episodio”, explicó. “Tuvimos que ir vestidas con poca ropa para que ese programa fuera un éxito”, aseguró.
Al margen del revisionismo, Milano aseguró luego que siente orgullo por haber participado en la serie pese a que muchas veces fue feliz. Sobre todo por su conflictiva relación con Doherty. “Yo diría que hoy tenemos una relación cordial”, reveló. Y se sinceró: “¿Sabés? Podría asumir gran parte de la responsabilidad de la tensión que tuvimos. Creo que uno de los principales motivos de nuestra lucha provino de sentir que estábamos en competencia en lugar de entender esa hermandad de la que se trataba el programa. Y tengo algo de culpa por mi participación en eso”.
En 2015, cuando a Doherty le diagnosticaron cáncer de mama por primera vez, Milano se comunicó para ver cómo estaba y si necesitaba algo. “La respeto. Es una gran actriz. ¡Ama tanto a su familia! Desearía haberme sentido lo suficientemente fuerte como para reconocer eso en ese entonces”, indicó. Doherty, por su parte, explicó en varias oportunidades que los roces con Milano fueron producto de una fama muy temprana y los deseos de ambas de ser absolutas protagonistas.
Distinto fue el caso de Milano y McGowan: en 2020, sorprendieron al protagonizar un agresivo intercambio en las redes sociales. Lo que comenzó como un ida y vuelta político en Twitter se tornó en un escalamiento a temas personales. En ese contexto, McGowan apuntó contra Milano por crear un ambiente “tóxico” en el set, pero también aseguró que se había “apropiado” del movimiento #MeToo, una causa que Milano abrazó desde un comienzo y de la que se convirtió en una especie de vocera tras revelar su propia historia de abuso y acoso sexual.
Un traje de sirena que cambió todo
Lo que comenzó como una historia de mujeres empoderadas, llena de artilugios, explosiones, criaturas fantásticas y efectos especiales, con el tiempo se transformó. A lo largo de las primeras temporadas, cuando Constance Burge estuvo al frente de la producción ejecutiva, la serie se enfocó en los lazos fraternales y en la herencia mágica de las hermanas. Pero cuando tomó el mando Brad Kern como productor, las cosas cambiaron: la atención se centró en los atuendos de vampiros y en las relaciones amorosas.
La escritora Krista Vernoff confesó en una entrevista con The Hollywood Reporter publicada en abril de 2021 que mostrar a Phoebe con un traje de sirena con los senos apenas cubiertos durante el primer capítulo de la quinta temporada la llevó a abandonar el programa. “Firmé con Charmed porque era una serie de ‘girl power’, pero a mitad del camino hubo un episodio donde Alyssa Milano aparece como una sirena. En ese momento hubo un gran aumento de la audiencia masculina. Después de eso, en cada episodio siguió, la cadena preguntaba: ‘¿Cómo vamos a desnudar a las chicas esta semana?’”. A Vernoff le ofrecieron un cuantioso aumento para que no deje el show, pero fue en vano.
Con la polémica desatada, Vernoff tuvo luego que salir a explicar sus dichos. “Quiero aclarar aquí a los fans de Charmed y también a mis colegas, a quienes amo y admiro, que no creo que el programa haya sido malo para el mundo. Sentí que la cosificación era mala para el mundo y desmoralizadora para mí. Todo el amor para Charmed”, escribió en su cuenta de Twitter. Unos días después, Milano y Combs se manifestaron al respecto.
I want to clarify here for Charmed fans and also for my colleagues from Charmed who I love and admire, that I do not believe that the show was bad for the world. I felt that the objectifying notes were bad for the world - and were demoralizing for me. All love to Charmed. https://t.co/IIEqjgIlBp
— Krista Vernoff (@KristaVernoff) April 1, 2021
“Creo que le dimos permiso a una generación de mujeres para que sean ellas mismas, fuertes y dueñas de su sexualidad. Estoy muy orgullosa de lo que este programa significó para tantas personas”. Combs estuvo de acuerdo: “Puedo dar fe de que Charmed no fue malo para el mundo en un cien por ciento. Las razones y las personas son demasiadas para enumerarlas. Quizás fue malo para el mundo de Krista en ese momento. Fin de la historia”.
Pese a que en un principio la cadena estaba encantada con el show y de inmediato renovó para una segunda temporada, con el paso de los años la situación se complicó: el presupuesto -fundamental por la cantidad de efectos especiales, los destrozos y la posproducción- comenzó a bajar, los ejecutivos de The WB perdieron interés y las peleas en el set complicaron aún más el panorama. Para la octava temporada, el presupuesto cayó de tal manera que se dejó de filmar en exteriores y muchos actores de reparto vieron como sus personajes se esfumaban: así les sucedió a Dorian Gregory, el detective Darryl Morris, y a Brian Krause, Leo Wyatt. La temporada 9 nunca se realizó: la serie había sido cancelada.
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