Casado y retirado de las redadas: cómo es la serie que imagina a El Zorro 20 años después, con un ganador del Oscar como protagonista

Millonario flâneur durante el día, paladín enmascarado por las noches. Cuenta con la inestimable ayuda de su mayordomo y su guarida secreta está en una cueva debajo de los cimientos de su mansión. Veinte años antes que Batman, El Zorro patentó algunos de los elementos que terminarían consustanciados con el mito del Hombre Murciélago. Y en este 2024, Don Diego de la Vega parece más decidido que nunca a recuperar el privilegiado sitial superheroico que, por mérito propio, le corresponde.

Una serie española con mirada inclusiva y condimentos chamánicos que ya puede verse por Prime Video, una telenovela romántica en desarrollo para la TV norteamericana; y la promesa cinematográfica de una versión femenina del personaje, ambientada en la actualidad y producida por Robert Rodríguez y Sofía Vergara. Sin embargo, para todos aquellos cincuentones largos, el proyecto más esperado viene de Francia, está protagonizado por el oscarizado Jean Dujardin (El artista, J’accuse: el affaire Dreyfus) y se presenta como secuela no oficial de la clásica serie de Disney con el icónico Guy Williams.

“Decenas de actores americanos y españoles ya lo han personificado, pero para el nostálgico francobelga, el Zorro es y será el que vimos por televisión en los años ‘60″, aseguró Benjamin Charbit, escritor principal de Zorro, serie de ocho episodios que estrenará el próximo 6 de septiembre por la pantalla gala France 2 y el servicio internacional de streaming Paramount+. Rodada íntegramente en las afueras de Almería (España), la trama se ubica unos veinte años después de la lucha contra el Águila, con Diego felizmente casado y reconvertido en alcalde de su amada Los Ángeles. Pero no todo es color de rosa. La ciudad se enfrenta a graves problemas financieros, debido a la codicia de Don Emmanuel, empresario local contra quien nada puede hacer la ley y el orden organizados. Por ese motivo, dos décadas después de haber colgado el negro uniforme, Diego deberá volver a convertirse en el Zorro si quiere que prevalezca la Justicia.

Con physique du role de sobra, Dujardin intentará empardar la destreza con la espada y la sonrisa canchera que Guy Williams le imprimió a Diego de la Vega / Zorro. “Jean es nuestro Douglas Fairbanks -definió Émilie Noblet, uno de los directores de la serie-; y aquí estará flanqueado por un sólido reparto con mucha experiencia en el séptimo arte”. En primer término, por el lugar que ocupan dentro de la saga, el italiano Salvatore Ficarra y el francés Grégory Gadebois, respectivamente el fiel Bernardo y el torpe sargento García. Un poco más atrás, el veterano André Dussollier como Don Alejandro de la Vega, el padre de Diego. Y en última línea, la brava y bella Audrey Dana (Gabriella de la Vega) y el maléfico Eric Elmosnino (Don Emmanuel), a cargo de los dos únicos personajes de peso que no estaban en la serie de Disney.

Producido por la familia Dujardin, el proyecto está hecho para el particular lucimiento del actor. “Es un traje confeccionado a su medida -reconoció Charbit-. Nos llevó dos años terminar el guion, pero al final pudimos validar todas sus teorías sobre el personaje. Aunque la alquimia fue difícil de encontrar, terminamos haciendo una gran aventura, de factura muy bella y atravesada por diversos géneros: la comedia, el melodrama, el romance y el drama histórico de capa y espada”.

Aparece el bravo Zorro

Johnston McCulley escribía rápido y bien. Dos características que había perfeccionado primero como periodista de policiales y luego como cronista de la Primera Guerra Mundial. Con este talento venía construyendo una notable carrera como escritor pulp, generando miles de páginas con héroes aventureros, parejas románticas y escenarios históricos. En 1919, cuando se sentó a pergeñar las andanzas de un enmascarado justiciero en la California española del 1800, fusionó estas tres vertientes en un personaje con imaginería visual de mariachi y nombre en el exótico idioma castellano: Zorro.

El folletín llevó por título The Curse of Capistrano y comenzó a serializarse en la revista All-Story Weekly (la misma que albergaba la saga africana de Tarzán) el 9 de agosto de 1919. Pasó sin pena ni gloria, hasta que Douglas Fairbanks compró los derechos y metió mano en los contenidos. El astro de Hollywood definió al Zorro tal como lo conocemos hoy en día. Lo vistió de negro, lo volvió acrobático, galante y seductor; le puso humor y terminó facturando uno de los éxitos más impresionantes del séptimo arte: La marca del Zorro (1920).

Con el paladín enmascarado en la cima de su popularidad, el mercado se inundó de juguetes, disfraces, novelas y un sinfín de películas y seriales cinematográficos. Entre los fanatizados por Fairbanks estaba el adolescente Walt Disney, que en solo un par de años después fundaría la compañía destinada a formatear el entretenimiento global. A mediados de los ‘50, Disney empezó a pisar fuerte en la industria televisiva. Después de liderar el rating con Disneylandia y El show de Mickey Mouse, el dibujante devenido empresario decidió producir la primera serie televisiva del Zorro.

Con un casting perfecto, encabezado por los sobresalientes Guy Williams (Diego de la Vega), Henry Calvin (sargento García), Gene Sheldon (Bernardo) y George J. Lewis (Alejandro de la Vega), El Zorro debutó el 10 de octubre de 1957 en la pantalla de ABC. El éxito fue instantáneo y monumental. Derribando todo escollo geográfico y lingüístico, a fuerza de carisma y una sonrisa invencible, Williams instaló el programa en el corazón y la memoria emotiva de varias generaciones; y en especial en la Argentina. Sin importar la estatura artística de los actores que tuvieron la oportunidad de transformarse en el héroe californiano (de Tyrone Power a Antonio Banderas, de Alain Delon a Frank Langella, de Fernando Lúpiz a Miguel Bernardeau), Williams quedó eternizado como el Zorro definitivo. Tanto, que terminó su carrera y su vida identificado con el espadachín enmascarado.

Su espada no fallará

Si a nivel internacional, el modelo a seguir fue siempre el de Guy Williams, a escala local la nueva serie también rinde tributo al primer Zorro francés, Alain Delon. Coproducción ítalofrancesa, Zorro se estrenó en 1975 y fue un suceso planetario que insufló nueva vida a la licencia. Con un tono cercano al del spaghetti western, Delon compuso un paladín europeísta y aristocrático, con el mismo sentido del humor que Williams, pero sin su clásico bigote.

“Siguiendo esa tradición pero sin traicionar sus raíces latinas, nuestro Diego de la Vega será muy europeo y algo bravucón -aclaró Marc Dujardin, hijo de Jean y productor ejecutivo del programa-. Principalmente, será mucho más humano y atormentado, debiendo enfrentar diversos problemas. Incluido, claro está, la cuestión romántica de pareja”.

Al iniciar la trama, Diego está felizmente casado con Gabriella de la Vega, mujer empoderada y adelantada a su época, que desconoce la antigua identidad secreta de su esposo. Lo que ningún De la Vega esperaba es que, en medio de los conflictos maritales generados por el doble rol de alcalde y héroe nocturno a escondidas, Gabriella se enamoraría perdidamente del Zorro. “¿Qué hará Diego para salvar su matrimonio? -se preguntó Charbit-. Habrá que verlo. Por suerte, contará con la inestimable ayuda de Bernardo y el sargento García”.

Para Dujardin, que tiene experiencia con personajes nacidos en la historieta y la novela popular francesa, como el cowboy Lucky Luke y el agente secreto OSS 117, interpretar al Zorro es un sueño hecho realidad. “Es un deseo que tengo desde que era un niño -confió-. Porque está todo vestido de negro y usa máscara, porque puedo practicar esgrima y montar a caballo. Y por fin pude darme el gusto”.

En realidad, Dujardin ya se había calzado capa y antifaz en un episodio de la serie francesa Platane en 2013, interpretando al actor que interpretaba a Diego de la Vega en un supuesto homenaje al Zorro de Guy Williams. Pero esta vez es distinto, para él y para los espectadores. “Zorro es una verdadera extensión de la infancia. Un regalo que me ofrece la vida”, aseguró el actor antes de salir a pelear por los oprimidos de la antigua California, montado en su corcel, cuando sale la luna.

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