En los ochenta, el recordado actor de La familia Ingalls se puso al frente de una atípica historia para la pantalla chica
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En busca de un camino
Landon sentía por NBC una gran lealtad. Allí había comenzado su vida profesional, y ellos le habían permitido concretar La familia Ingalls, uno de los mayores éxitos de su carrera. Cuando esa serie llegó a su cierre en 1983, él comenzó a idear su nuevo proyecto, para el que quería una temática que atrapara al público de todas las edades. Y en una oportunidad lo explicó: “Con mis historias podés llorar o reír, pero lo que no vas a encontrar es una persecución de autos. Me gusta hacer el tipo de serie que podés sentarte a ver con tu familia”.
Con la mente puesta en nuevas tramas, el actor pensó una vez mientras manejaba: “Estaba conduciendo por Beverly Hills un viernes a la noche, yendo a buscar a mis hijos. Y los conductores no paraban de tocar bocina, nadie le cedía el paso a nadie. Creo que no había peor lugar que ese, porque como toda la gente de ahí realmente tenía mucha plata, estaban convencidos de que hasta el Mar Rojo se abriría con tal de dejarlos pasar. Y yo los miraba y pensaba: ‘¿Por qué están todos tan malhumorados? Si pudieran aprovechar el tiempo siendo amables entre ellos, el tráfico podría fluir de otra manera’”. De esa forma contó que nació Camino al cielo.
La saga creada por Landon contaba las aventuras de Jonathan Smith, un ángel que era enviado a la Tierra para ayudar. En su primera misión, él conoce a Mark Gordon (Victor French), un policía retirado que perdía su tiempo en bares, pero que decide reencauzar su vida y ayudar a su nuevo amigo en su misión. De esa manera, ambos personajes conocen muchas historias, y colaboran con decenas de personas que atraviesan todo tipo de dificultades.
Cuando el actor le contó su idea a Brandon Tartikoff, el presidente de la NBC fue muy poco receptivo. Desde el canal intentaron disuadirlo para que protagonizara otro tipo de proyecto, y le insistieron particularmente con relatos de detectives, que por esa época estaban muy de moda. Ellos estaban convencidos que los críticos iban a darle la espalda a esa propuesta. Pero Tartikoff recordó lo que Landon le respondió: “No me importa lo que digan los medios. Hay muchas personas que hacen reír, pero hay muy pocas que pueden brindarle a la audiencia un momento de mucha emoción. Yo sé que puedo hacer eso, y si lo logro, el público estará de mi lado”. Por último, le aseguró que si la idea no funcionaba, estaría dispuesto a hacer la serie que le propusieran. Sin más remedio que aceptar, finalmente el presidente de la NBC dio luz verde a Camino al cielo.
Nace un ángel
Durante los meses de escritura de guion, Landon y su equipo pulieron todos y cada uno de los detalles de su nuevo héroe. La idea de interpretar a un ángel, tuvo una razón muy simple, que así reveló el actor: “Creo que las personas tienen una opinión tan mala de sí mismas, que no iban a creer en un protagonista que simplemente fuera un buen tipo. Entonces pensé que fuera un ángel”.
Aunque el proyecto avanzaba, desde la NBC insistían con que para el papel de su compañero, fuera interpretado por un joven actor que funcionara como galán. Esto a Landon no le gustaba en absoluto, porque en el fondo porque no le interesaba tener un coprotagonista que se robara todas las miradas. Luego de mucho pelear, Michael finalmente convenció a los ejecutivos de ofrecerle el rol a Victor French, un amigo suyo de toda la vida, con el que había colaborado en La familia Ingalls. French no dudó ni un instante en aceptar, y en varios medios confesó que realmente amaba a Landon por darle esa oportunidad.
Con todo listo, el 19 de septiembre de 1984 llegó Camino al cielo a las pantallas de Estados Unidos. Y contra todos los pronósticos, la calidez de la historia y de sus protagonistas le significaron al canal un nuevo éxito.
Apogeo y caída
En sus primeros años, Camino al cielo era uno de los títulos más populares de la NBC. Como había intuido Landon, una serie de temática familiar, que ensalzara los valores humanos y le permitiera al público divertirse y emocionarse, fue una fórmula exitosa. El furor era tal, que en un punto incluso se barajó la posibilidad de producir un spin off centrado en la juventud de Mark Gordon como policía. Por otra parte, aunque tenía algunos caprichos y solía ser muy vanidoso, el actor, director, productor y guionista era muy respetado por su equipo, con los que procuraba reforzar el espíritu de trabajo en equipo. Michael quería que todos sus colaboradores sintieran que Camino al cielo era el resultado de un esfuerzo colectivo, y French llegó a contar en una oportunidad que su jefe le pedía opinión “hasta al chico que servía el café”.
Como sucedía con La familia Ingalls, la trama de Camino al cielo, en más de una oportunidad, tenía una ligera bajada de línea vinculada a la temática católica. Y aunque Landon era judío, tanto Charles Ingalls como Jonathan (aunque se entiende que sea así, teniendo en cuenta que es un ángel) tenían rasgos muy vinculados a esa religión. Un poco en tono de humor por la carga de moralina de sus series, en Hollywood habían rebautizado ese show como Jesús de Malibú (en referencia al lugar donde vivía Landon). Otra teoría muy divertida, aunque posteriormente desacreditada por el propio actor, aseguraba que Jonathan era en realidad Charles Ingalls, y que su compañero era un descendiente de Isaiah Edwards (el personaje al que interpretaba French en aquella ficción).
Aunque Camino al cielo era uno de los títulos más importantes del canal, su efervescencia duró poco. En el transcurso de la cuarta temporada, emitida entre septiembre de 1987 y abril de 1988, el rating descendió vertiginosamente, y eso derivó en que se ponga en duda el inicio de un quinto año. A pesar de ese contexto, la NBC puso en marcha la producción de nuevos episodios, pero a Landon le preocupaba filmar capítulos que, ante el desinterés del público, pudieran quedar almacenados sin ser emitidos. Por ese motivo, las partes coincidieron en producir trece entregas, y no las 24 habituales para cada temporada. El pálpito de Michael fue correcto, y Camino al cielo terminó formalmente el 5 de agosto de 1989. En el último episodio, titulado “Merry Christmas from Grandpa”, Landon pudo darse el gusto de poner en pantalla a su hija pequeña, caracterizada como un ángel. Como era habitual en esa época, la serie terminó sin concluir la historia, y se despidió como si se tratara de un episodio más.
Un final amargo
La conclusión de Camino al cielo fue muy triste para el actor, no solo por no gozar del longevo éxito que sí tuvieron Bonanza o La familia Ingalls, sino también por la muerte de su compañero de ruta. Victor French, que como Landon podía fumar más de cincuenta cigarrillos diarios, murió de cáncer a los 54 años, y no vivió para ver la emisión del último capítulo. Y si bien los rumores insistían con que ante la muerte de su amigo, Landon había optado por cancelar la serie, esa decisión fue tomada de antemano debido al bajo rating.
Luego de Camino al cielo, Michael hizo dos películas y en 1991, murió a los 54 años (casualmente, con la misma edad que tenía French). De ese modo, llegaba a su fin la vida de un intérprete que consagró su carrera a la televisión, y que protagonizó tres títulos que son emblema de la pantalla chica.
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