American Horror Story vuelve para mostrar el apocalipsis
A lo largo de siete temporadas, American Horror Story , la antología de historias de terror creada por Ryan Murphy, nos expuso a los innumerables espantos de mansiones embrujadas, asilos de insanos poseídos por fuerzas demoníacas, aquelarres con las descendientes de las brujas de Salem y hasta un freak show con payasos psicópatas. Esta nueva temporada encuentra una forma de seguir subiendo la apuesta: nos lleva directamente hasta el fin del mundo. Tal como indica su título, AHS: Apocalyse comienza en el ocaso de los tiempos, con un grupo de personajes escapando de lo que parece un cataclismo global. Acaso lo más sorprendente de este escenario es que ni siquiera sucede en la última temporada de la serie (faltan dos más). ¿Dónde irá después?
Como siempre, cada nuevo ciclo (que comparte a su elenco con los anteriores, aunque encarnando nuevos personajes) se estrena en medio de una controlada campaña promocional en la que la información se entrega con cuentagotas. Sin embargo, lo que sabemos de Apocalypse hasta ahora (todos sus secretos se van a revelar este jueves a las 22, por FX, cuando se estrene en la Argentina) alcanza para clasificarla como la temporada más anómala de la serie: se ocupa de destruir el mundo, trae al anticristo, combina personajes de otras historias (hasta conviven algunos interpretados por la misma actriz), transcurre en el futuro y rescata, casi desde el más allá, a Joan Collins. Mucho más no se le puede pedir.
Aunque ya habíamos visto el salto ocasional de personajes de un relato a otro, esta es la primera vez que la serie encara un manifiesto crossover. El showrunner Ryan Murphy había anunciado su intención de cruzar algunas de sus historias en los episodios finales de la serie. Aquí nos reencontramos con líneas narrativas y personajes que conocimos en la primera temporada, Murder House, y en la tercera, Coven.
Murder House nos presentó a Ben Harmon (Dylan McDermott), un psiquiatra que mantenía un tórrido affaire con una de sus estudiantes en el mismo momento en que su esposa, Vivien (Connie Britton), perdía el embarazo de su segundo hijo. Para dejar atrás estas desdichas, la familia, que incluye a Violet, su hija (interpretada por Taissa Farmiga), se muda de Boston a una mansión de Los Ángeles que, como suele suceder con las oportunidades inmobiliarias demasiado convenientes, reserva más de una sorpresa. En este caso la oferta se explica porque la casa está habitada por los espectros de todos aquellos que murieron allí (y no fueron pocos). Tan inquietantes como los fantasmas resultan los vecinos, en especial Constance Langdon (una interpretación feroz de Jessica Lange), su hija Adelaide (Jamie Brewer) y su hijo Tate (Evan Peters), que no solo es un psicópata asesino, sino que también está muerto y corteja a la hija de los Harmon. Los Langdon hacen pensar un poco en los terroríficos vecinos de Mia Farrow y John Cassavetes en El bebé de Rosemary, en particular a medida que entendemos que la historia se dirige hacia el nacimiento del anticristo.
Coven, literalmente "aquelarre", rastrea la historia secreta de trescientos años de brujería en los Estados Unidos y nos arrastra a un mundo moderno en el que, en efecto, hay brujas, aunque, tras la mala experiencia de sus antecesoras quemadas vivas en las hogueras de Salem, estas intentan ocultar su identidad. Zoe (nuevamente Taissa Farmiga) es una adolescente que no solo ignora la existencia de brujas, sino también que es una de ellas. Tras el descubrimiento de sus habilidades que, incidentalmente, provocan la muerte violenta de su novio, Zoe es enviada pupila a una escuela de Nueva Orleans, cuyo fin secreto es proteger el linaje de las brujas. La rectora del internado y líder del aquelarre es Cordelia Foxx (Sarah Paulson, quien desde aquí se convertiría en la figura dominante de la serie), cuya madre Fiona Goode (Jessica Lange) es la bruja suprema de su generación. Cuando una joven hechicera llamada Misty Day (Lily Rabe) es descubierta y quemada en una hoguera, Fiona regresa a la escuela para proteger al concilio matriarcal, aunque también tiene su propia agenda: encontrar la forma de recuperar su juventud. Su aparición reaviva la rivalidad con la sacerdotisa vudú Marie Laveau (Angela Bassett), enemiga natural de las brujas y la contraparte de Fiona en la lucha eterna entre la brujería y la magia negra. Esta temporada recupera a la diva de la comedia musical Patti Lupone y a Stevie Nicks de Fleetwood Mac, quien interpreta a la Bruja Blanca, quien se oculta tras una personalidad falsa: la de la cantante de Fleetwood Mac Stevie Nicks.
El primer episodio de la nueva temporada, llamado "The End", encuentra a un grupo de supervivientes de lo que parece una catástrofe nuclear, protegidos en un refugio subterráneo que los resguarda de la radiación. El refugio es un matriarcado: está controlado por un grupo de brujas que impone sus reglas y severos castigos a todos los habitantes. Murphy confirmó la presencia de todas la protagonistas de Coven (Jessica Lange, Stevie Nicks, Taissa Farmiga, Gabourey Sidibe, Lily Rabe y Frances Conroy) y también algunas sorpresas: "Habrá tantos personajes favoritos de los seguidores del programa que parecerá un episodio de El crucero del amor", declaró a la revista Entertainment Weekly. También anunció que Farmiga retomará su personaje de la primera temporada, de modo que aparecerá duplicada como Zoe y Violet. Sarah Paulson, por su parte, no solo volverá como Cordelia, sino que interpretará a dos personajes más (y dirigirá uno de los episodios). Entre los regresos se cuentan varios personajes que fueron grotescamente asesinados, pero ya sabemos que en esta serie la muerte es solo el comienzo.
La incorporación más celebrada de este ciclo es la de Joan Collins, quien, a los 85 años, se mantiene activa en Hollywood y viene de protagonizar la serie The Royals
La incorporación más celebrada de este ciclo es la de Joan Collins, quien, a los 85 años, se mantiene activa en Hollywood y viene de protagonizar la serie The Royals. La diva de Dinastía interpreta a la madre de Constance Langdon (Lange) y la abuela de Tate, el fantasma sociopático interpretado por Evan Peters, cuyas acciones en la primera temporada desencadenan el apocalipsis en esta octava temporada.
Para cualquiera que haya visto los pósters, teasers o tráileres de la serie no será un secreto la presencia del anticristo, a quien ya habíamos visto en el final de Murder House encarnado en Michael Langdon, cuando, todavía como un bebé, sonreía tras degollar a su niñera.
Aquí es ya un adulto (lo interpreta el actor Cody Fern) que, según Murphy, no fue ajeno a la posesión de la monja Mary Eunice, en la temporada Asylum, de modo que las referencias de este nuevo ciclo deben buscarse por todos lados y en todas las historias contadas previamente, ya que todas ocurren en el mismo universo. Murphy también anunció una vuelta de tuerca sorprendente en el episodio 5: "Es algo distinto a cualquier cosa que haya hecho antes. Hay un gran twist que cambia todo", declaró. Considerando que quien habla es el creador de Nip/tuck, Glee y Scream Queens, si dice la verdad, será algo digno de verse.
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