Agatha en todas partes: sin villanos ni superhéroes, Marvel apuesta a las brujas para atraer nuevos públicos

Agatha en todas partes (Agatha All Along, Estados Unidos/2024) Dirección y guion: Jac Schaeffer. Fotografía: Caleb Heymann. Edición: Jamie Gross. Elenco: Kathryn Hahn, Joe Locke, Aubrey Plaza y Debra Jo Rupp. Disponible en: Disney+. Nuestra opinión: buena.

El cosmos Marvel arrastra desde hace tiempo el problema de la continuidad. Ese recurso que inicialmente generó entusiasmo en el público (el de ser testigos de un universo compartido que se extiende a lo largo de decenas de películas), con el tiempo se convirtió en un ancla que le exigía a los fans ver una agobiante cantidad de relatos en cine y TV, cada vez más irrelevantes. Por ese motivo, y ante la grosera caída en la taquilla y el creciente desinterés, Marvel debió hacer algo así como un borrón y cuenta nueva. En el cine, el único estreno de este año fue la aplaudida Deadpool & Wolverine, un film que a través de la mirada de su protagonista se sabe reír de esa viciada continuidad. Y en la pantalla chica, Agatha en todas partes propone un ejercicio similar: ser una isla en el atestado universo Marvel.

La protagonista de la historia es Agatha Harkness (Kathryn Hahn), una poderosa bruja atrapada por un hechizo ejecutado por Wanda (Elisabeth Olsen) en el final de Wandavision. Harkness vive una vida imaginaria, como una detective de Westview, sin ser consciente de su verdadera identidad, hasta que la aparición de una enemiga comienza a resquebrajar ese hechizo. La posterior llegada de un adolescente –su identidad es un misterio– termina por romper el encantamiento. Firme en su deseo por coronarse como la bruja más poderosa del planeta, Agatha forma un aquelarre para recorrer un peligroso camino que le permitirá recobrar sus dones mágicos.

En su primer episodio, Agatha en todas partes replica la fórmula inicial de Wandavision, que consiste en camuflarse de algún género televisivo, con el fin de plantear un interrogante: ¿qué es lo que está sucediendo en la ficción dentro de la ficción? Y mientras en la serie de la Bruja Escarlata ese juego consistía en visitar el universo de las sitcoms, aquí Agatha a convertirse en la dura agente de policía de una serie en la línea de Mare of Easttown. A partir de ahí, un consciente desfiles de clichés da pie a la verdadera trama: la protagonista recupera su memoria para descubrir que se encuentra atrapada en una ficción. Ese planteo, aunque funcional en los primeros minutos, pronto comienza a sentirse algo estirado.

De ese modo esta serie camina sobre una capa muy delgada de hielo, y sin una dirección muy clara, la estructura narrativa se apoya demasiado en el carisma todoterreno de Kathyn Hahn. Su anclaje en el universo Marvel, por ahora, no exige saber demasiado para comprender qué sucede ni por qué. Y esa es una fortuna, ya que le permite al relato una independencia atípica en los productos de Marvel. Pero en la mitad vacía de ese mismo vaso, dicha independencia también invita a pensar cuál es la razón de ser de Agatha en todas partes, por qué apostar por un personaje que vive en la periferia absoluta de dicha continuidad.

A partir de lo que sucede en sus primeros episodios, todo puede ir barranca arriba o barranca abajo. Como ya se mencionó, la presencia de Hahn (y de Aubrey Plaza, desde luego) son garantía de calidad. Sin embargo, y aunque el resultado parcial es correcto, de momento pesa más la incertidumbre que la expectativa.

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