La prolífica actriz interpreta a una femme fatale en un relato noir de los productores de Fargo y The Handmaid’s Tale que se estrena esta noche en AMC y sobre el cual habló con LA NACION
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Abigail Spencer trabaja en la industria desde hace más de dos décadas, de manera consistente, y nunca quedándose en lo cómodo. La actriz de 39 años alcanzó mayor notoriedad en 2009 gracias a su personaje de Suzanne Farrell en Mad Men, que le permitió decidir qué rumbo le iba a dar a su carrera de allí en adelante, y el camino elegido fue impecable: Rectify, True Detective, y Timeless son tan solo algunas de las series en las que brilló como lo hace en Reprisal, el thriller noir de Josh Corbin que se estrena este lunes, a las 22, por AMC.
En el diálogo telefónico que entabló con LA NACION a Spencer se le percibe esa pasión por la transformación, por encontrar personajes que representen un desafío, una prueba, que sean un testimonio de esa búsqueda de superación profesional. Por lo tanto, el rol de Katherine Harlow, al que rechazó inicialmente por cuestiones de agenda, le vino como anillo al dedo. En la serie, Spencer interpreta a una mujer que es atacada por la pandilla de los Banished Brawlers (Reprisal tiene varios puntos de contacto con Sons of Anarchy), cuyos integrantes (entre quienes se encuentra su propio hermano) la dan por muerta. Años más tarde, Katherine cambia drásticamente su vida, su color de cabello, su forma de hablar y se convierte en Doris, la imagen de una típica esposa suburbana.
Sin embargo, en ella se esconde el deseo de venganza, el cual va planeando con sangre fría, paulatina y meticulosamente. “Hace una década, este papel hubiese sido interpretado por un hombre”, le expresa Spencer a LA NACION. “Pero afortunadamente avanzamos y ahora las mujeres podemos adentrarnos en estas metamorfosis que son claves para una actriz”.
-Cuando leíste el guion, ¿qué te condujo a querer protagonizar Reprisal?
-Fue interesante, porque cuando me lo enviaron acababa de terminar de filmar Timeless, que me demandó mucho físicamente, fue una experiencia agotadora, hermosa, pero cada semana era como hacer una película, porque cada capítulo era épico. Y en el momento en que empecé a leer las primeras páginas de Reprisal dije “no, no voy a hacer esto”, llamé a mi agente, que no me entendía porque le parecía increíble. Estaba realmente muy cansada como para ponerme inmediatamente con otra serie, porque además sabía que era muy buena y que la iba a querer hacer (risas). Tuve que dejar de leer el guion, lo aparté porque me conozco y estaba dentro de lo que quería hacer...
-Y después el guion volvió a vos...
-Sí, después de un viaje, un descanso, y algunas reflexiones acerca de cómo me estaba sintiendo como actriz, de recordar lo mucho que me atrae interpretar roles completamente diferentes entre sí, y el desaparecer en los personajes, el querer ser camaleónica, el guion regresó. Unos meses después volvieron a ofrecerme el protagónico, y ahí sí me pusieron un reloj (risas), y acepté inmediatamente porque era muy importante para mí el poder transformarme. El cabello, la voz, todo era muy distinto a mi persona.
-¿Cómo describirías a Katherine, en función de esa búsqueda de transformación?
-La televisión es un lugar que, a diferencia del cine, no siempre te da la posibilidad de transformarte, pero Reprisal sí lo hizo, es una de esas experiencias que vivís ocasionalmente. Fue un cambio radical el que hace el personaje. Doris es como un pájaro herido y Josh [Corbin, creador de la serie] tiene esa influencia tarantinesca en lo que hace, le interesaba mostrar el camino de esa mujer, le interesaba escucharla, poner de manifiesto sus heridas. Ella puede ser muy femenina en ciertos momentos, y una gorila en otros. Por fuera, es esta mujer rubia salida del cine negro, pero hay otro costado.
-Mencionás el cine negro, que tiene su lenguaje, sus arquetipos, como el de la femme fatale, ¿es cierto que te inspiraste en interpretaciones de Lauren Bacall?
-Sí, es cierto. Amo el cine negro. Así como en Timeless pude explorar tópicos universales a través de la ciencia ficción y aprendí mucho del género, con Reprisal me sucedió lo mismo con el noir. Es una serie que emplea esos códigos para hablar de temas muy importantes, como la violencia que ejercen los hombres sobre las mujeres, sobre cómo las mujeres se ponen de pie, sobre cómo estamos tratando de equilibrar la balanza. Hay una frase de la comediante Hannah Gadsby [de su especial Nanette] que me gusta mucho: “No hay nada más poderoso que una mujer que se reconstruyó a sí misma”. Y esa frase se aplica a Reprisal, que además aborda el tema de la venganza y todo lo que implica para la persona que la lleva a cabo.
-¿Cuánto pensás que avanzó la industria en cuanto a brindarles a actrices personajes que en el pasado quizá hubiesen sido interpretados por hombres?
-Pienso que tenemos que seguir alertas, no quedarnos en lo cómodo o decir: “Uy, mirá cuántos roles hay para mujeres”. Creo que tenemos que estar atentos a aquello en lo que se invierte dinero, en si se sostienen esas historias de mujeres por múltiples temporadas, hay que mirar ahí. Se hacen muchas cosas, pero no siempre se renuevan o se promocionan de manera adecuada. Doris es un personaje que, hace una década, hubiese sido escrito para un hombre, ciento por ciento, no hay dudas. Entonces, hay un progreso, eso es cierto. Lo que sucede es que hay otras cosas alrededor, no solo lo que se filma sino lo que viene después. Leí unas estadísticas interesantes hace poco: que se concretan proyectos con mujeres y elencos afroamericanos mucho más que antes, pero el 70 por ciento de las series que se renuevan inmediatamente o que se ponen al aire son protagonizadas por hombres blancos. Mucho se encajona y no tiene luz verde.
-¿Cuán importante es para vos encontrar matices en la preparación de personajes que tienen un trayecto sinuoso?
-Creo que depende del momento en que me encuentre. A veces hay roles que necesitan de eso y otros que no. Durante la pandemia participé de una serie llamada Rebel [basada en la vida de Erin Brockovich], y creía en la historia, creía en lo que tenía para decir, y al mismo tiempo una gran amiga estaba en el proyecto, filmaba cerca de mi casa, había otras necesidades. Yo anhelo siempre esa transformación a la que me refería, pero los deseos van cambiando porque trabajo hace 20 años, y cada personaje me va encontrando en un momento diferente de mi vida. Cuando hice Mad Men estaba en una cierta etapa, y cuando terminé empecé a buscar otras cosas para mi carrera, como Rectify; voy pasando por mi propia transformación, y seguramente en cinco años desee hacer otra cosa.
-Hablaste de Mad Men, serie icónica de lo que fue una nueva Era Dorada de la TV, ¿cómo describirías lo que se está viviendo ahora a nivel televisivo? ¿Qué nomenclatura le pondrías?
-Es muy interesante lo que decís, porque hace poco hablaba con un amigo de eso, de lo afortunada que me sentía de haber estado en Mad Men, porque gracias a la serie mucha gente me empezó a conocer, fue genial haber estado en una de las mejores producciones de la historia. Por otro lado, en 2020 fue fascinante ver cómo todo el mundo estaba enfocado en lo que pasaba en la televisión, en mirar series todo el tiempo, lo cual me hizo pensar que más que hablar de TV, ahora hablamos de contenidos. Todo puede ser filmado y visto en cualquier dispositivo. Me da mucha curiosidad qué va a pasar culturalmente luego de esto, me genera mucha intriga.
-Es abrumador...
-Sí, muy. Yo lo pienso como la cultura de la narración televisiva con estilo TikTok, es todo muy rápido, hay tanto para ver. Mi novio y yo hace poco fuimos a ver a un cuarteto de cuerdas a un parque, éramos pocas personas, todos en silencio, a la mañana, sin celulares, simplemente disfrutando de la experiencia, sin distracciones.
-El estar en el momento...
-¡Exacto! No sé si eso volverá alguna vez. No sé si podremos recuperar esa clase de experiencia.
Dónde verla. Reprisal estrena un nuevo episodio todos los lunes, a las 22, por AMC.
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