A veinte años de su estreno, la saga de Jack Bauer se confirma como un clásico televisivo, aunque la serie tuvo que sortear varios obstáculos antes de convertirse en un éxito
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Conspiraciones dentro de conspiraciones, tecnología de avanzada y un agente capaz de resolver atentados terroristas en cuestión de horas. Al momento de su estreno, la fórmula de 24 resultó terriblemente atractiva, y marcó un punto de quiebre en lo referido a las series de acción. Y a dos décadas de su debut, repasamos la historia detrás de esta ficción y cómo nació el mítico Jack Bauer.
Una idea en tiempo real
Joel Surnow y Robert Cochran eran una dupla de productores y guionistas con un especial interés en las series de acción. Surnow había escrito episodios de División Miami, y en 1997 se convirtió en el showrunner de La femme Nikita, la adaptación televisiva del film de Luc Besson. En ese proyecto, comenzó a trabajar junto a Cochran, y entre ellos hubo una química inmediata. Las historias alrededor de ataques terroristas, y una heroína que se enfrentaba a dilemas éticos en el marco de sus misiones, eran de especial interés para los creativos. Aún no lo sabían, pero La femme Nikita se convertía en una especie de borrador para conceptos que ellos trabajarían con más profundidad en 24.
Mientras pensaba nuevas ideas, a Surnow se le ocurre no una historia, sino un formato. El guionista se planteó una ficción de 24 capítulos, que cada uno transcurriera a lo largo de una hora en tiempo real, integrando todos ellos un día completo en la vida de su protagonista. Cuando le contó esa premisa Cochran, él la desestimó, pero al otro día se reunieron en una confitería de Los Angeles para discutir si ese podía o no ser el germen de una serie.
Según indican algunos rumores, inicialmente la trama giraba alrededor de una boda y sus preparativos a lo largo de un día entero, pero pronto el eje del relato viró hacia la acción, un terreno en el que Surnow y Cochran se sentían mucho más cómodos. Mientras más lo hablaban, más los entusiasmaba el hecho de contar cada episodio en tiempo real, claro que esa premisa presentaba sus dificultades al momento de la escritura.
En una entrevista, uno de los guionistas del equipo, Michael Loceff, se refirió al planteo inicial del proyecto: “Surnow tuvo esta idea sobre cada temporada transcurriendo a lo largo de 24 horas, entonces necesitábamos conflictos personales y profesionales que constantemente se estuvieran cruzando”. De ese modo nacía Jack Bauer, la agencia antiterrorista llamada CTU, y la premisa de un agente especial cuya vida íntima y laboral parecía mezclarse constantemente. Sin embargo, Surnow y Cochran nunca perdieron de vista que lo verdaderamente importante, era la adrenalina que significaba someter al espectador a una verdadera carrera contra el reloj.
Un proyecto atípico
Con un presupuesto de cuatro millones, el piloto de 24 se realizó en marzo del año 2001. Por parte de FOX, la cadena más interesada en el proyecto, había algo de resistencia con respecto a darle el protagónico a Kiefer Sutherland, pero dieron el brazo a torcer cuando los productores les insistieron que él era la mejor opción para personificar a Jack Bauer.
Con todo listo, Cochran y Surnow finalizaron el piloto, y en FOX el entusiasmo fue inmediato. El ritmo de la historia, las pantallas divididas, la tensión constante, el “tic tac” del reloj como un ritmo cardíaco que se iba acelerando, y el caos de la vida profesional y familiar de Bauer, eran ingredientes que se mostraban aceitados y encajaban a la perfección.
En la mesa ejecutiva de la cadena, sin embargo, se consideraba que la serie “iba a representar un salto para la televisión”, pero había un temor concreto, y eran los costos que podía significar una temporada completa de esa ficción. En ese momento, Sandy Grushow era el director de FOX Televisión Group, y él aseguró sobre ese tema: “Estábamos bajo la guillotina, porque teniendo en cuenta el posible déficit al que se hubiera enfrentado el estudio, todo podría haber sido un baño de sangre financiero. Por ese motivo hubo muchas dudas con respecto a comprar el producto”. Finalmente, FOX aprobó el proyecto y ordenó la filmación de los restantes 23 capítulos que debían completar la primera temporada. Pero con el piloto listo para su primera emisión, el atentado a las Torres Gemelas puso en jaque el plan de lanzamiento.
La primera maratón
Luego del ataque a las Torres Gemelas, en FOX consideraban que la sociedad no estaba muy ávida de historias centradas en amenazas terroristas. Sin la intención de cajonear el producto, la única opción fue la de reeditar el episodio para suavizar algunos aspectos de su contenido. Michael Loceff, uno de los guionistas de la serie, se refirió a esos cortes: “Casualmente, el piloto tenía una escena con un aviador que estrellaba su aeroplano. Ese ingrediente tocaba una fibra sensible, pero lamentablemente era esencial a la trama. Entonces reeditamos para que resultara menos visceral, porque no había necesidad de poner el acento en el horror de ese momento, ya que todos lo íbamos a sentir de un modo instintivo”.
Sin demasiado éxito, el piloto de 24 se transmitió en noviembre de 2001, y Grushow recordó así ese debut: “La emisión no tuvo el rating que esperábamos. Entonces llamé a Preston Beckham, responsable de organizar la programación del canal, y le dije que debíamos emitir el piloto tres veces más a lo largo de la semana, porque necesitábamos juntar más gente de cara al segundo episodio”.
La primera temporada de 24 fue un verdadero desafío a nivel técnico y de guion. La intención de Surnow y Cochran era darle a la aventura un estilo supuestamente realista, de tiroteos filmados cámara en mano y una puesta en escena desprolija que respirara el violento minuto a minuto en el que estaba sumergido Jack Bauer. Poco a poco, la serie ganaba una base sólida de seguidores, y para cuando terminó la primera temporada, en Estados Unidos eran once millones de hogares los que semanalmente veían 24.
La serie tenía un buen rating pero no despegaba, y como estrategia de difusión, Fox lanzó al mercado un set con la primera temporada en DVD. Y ahí ocurrió el milagro. Quienes no habían visto un solo capítulo, de golpe los veían todos en apenas días, dándole nacimiento a esas maratones seriéfilas que hoy son tan populares. Sobre ese fenómeno, Sutherland opinó en una oportunidad: “Creo que nadie pensó que el DVD iba a lograr tantas ventas, o que la gente iba a ver todos los capítulos en dos o tres tardes. Yo entré en ese fenómeno mucho más adelante, cuando trabajé con Kit Harington y empecé a ver Game of Thrones”.
FOX renovó 24 para una segunda temporada, y si bien en un principio se intentó descartar la estructura de episodios en tiempo real, Sutherland se opuso categóricamente, y Virgil Williams, guionista del equipo, argumentó que hacer eso sería “como matar a Tony Soprano [personaje central de la serie Los Soprano]”. Poco tiempo después, 24 se convirtió en uno de los shows más exitosos de la pantalla chica, en parte por esa estructura de acción en tiempo real, pero también por el otro gran atractivo de la ficción, el enorme Jack Bauer.
El polémico sistema Bauer
“No podés insultar, pero sí podés matar a todas las personas que quieras”, dijo Kiefer Sutherland en relación a Jack Bauer y a la elevada carga de acción de esa historia. Y es cierto, aunque inicialmente y debido al 11 de septiembre la violencia resultaba moderada, rápidamente ese ingrediente terminó por ganar mucho protagonismo. A lo largo ocho temporadas, el agente mató a 267 terroristas, y torturó a otros tantos, entre los que se incluyeron miembros de su familia. El Consejo de Padres sobre la Televisión denunció 67 escenas de tortura a lo largo de las primeras cinco temporadas, y desde varios medios señalaban que la serie era muy prejuiciosa con respecto a cómo retrataba a las personas de Medio Oriente, ya que todas aparecían vinculadas al terrorismo. Pero nada de eso no afectó demasiado el contenido de 24.
Jack Bauer era un héroe abarrotado de grises, capaz de pasarle por arriba a la barrera de lo éticamente permitido cuantas veces fuera necesario, y cuya única obsesión consistía en cumplir su misión. Era un agente anterrorista acorde a sus tiempos, sediento de venganza y decidido a defender a su país como único motor. Bauer dejaba obsoletos a héroes como el Ethan Hunt de Misión: imposible, mucho más inocente en comparación y jamás dispuesto a embarrarse las manos. Y así como Los Soprano sorprendió al público cuando propuso un mafioso como protagonista, 24 hizo lo mismo a través de un héroe cuyos métodos reflejaban el lado más oscuro de un sector de la sociedad americana post 11-S.
Un éxito que siempre puede volver
24 se emitió a lo largo de ocho temporadas, entre 2001 y 2010, y contó también con un largometraje para DVD titulado Redemption. A mediados de su último año, con una estructura algo repetida que ya no lograba sorprender al público, la serie puso punto final. Para Sutherland fue el cierre de un recorrido, y en ese momento aseguró: “24 fue sin lugar a dudas el tramo más dinámico de mi carrera. Trabajé ahí durante una década, y amé interpretar a ese personaje. Me siento increíblemente agradecido de haber tenido esta oportunidad”.
En 2014, el actor se reencontró con su personaje más querido, a través de una nueva mini temporada de doce entregas, titulada 24: Live Another Day. Por otra parte, un reboot titulado 24: Legacy, no tuvo demasiada suerte y duró apenas un año. Actualmente, el público sigue fantaseando con el regreso de Jack Bauer, y si bien el paso del tiempo va reduciendo esas posibilidades, nunca deja de haber rumores sobre una película o nuevos episodios a modo de epílogo. Y para alegría de sus seguidores, Sutherland no cierra esa puerta: “Para mí, la forma en la que pudiera volver 24 no es tan importante como la calidad de la historia. Si alguien viniera con una gran idea que pudiera contarse en dos horas, entonces yo haría la película, y si alguien viniera con algo que se pudiera contar en 24 horas, entonces volveríamos a hacer la serie”. Frente a esas palabras, los fans no pueden más que mantener viva la esperanza de ver a Jack Bauer, al menos una vez más.
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