Serenata rapeada entre comida y vinos

"La serenata del showman", con textos de Bobby Flores, la actuación de Pepe Monje, música de Zorro Quintiero, la orquesta Prevenidos y la dirección de Rony Keselman. Los martes, desde las 22, en Soul Café (Báez 246). Reservas al 4778-3115.
Nuestra opinión: muy bueno

Noche de martes en el Soul Café, sitio ubicado en esa zona tan fashion que es Las Cañitas. En medio de ese panorama cool, el actor Pepe Monje, el señor de la radio Bobby Flores y el músico Fabián Von Quintiero se convierten en los chefs de un combo que incluye una buena comida (con postres sencillamente tentadores para los inmorales que no piensan en las calorías) y la presentación de un espectáculo de la onda stand up comedy (esa veta que, de golpe, copó Buenos Aires).

Si en general en este tipo de propuestas está el comediante paradito frente a su micrófono sin nada más que su ingenio y su poder de trabajar con el aquí y el ahora, en este caso el actor en cuestión se sube al tablado rodeado de una troupe de amigos que cualquiera envidiaría para animar su cumpleaños.

Entre todos ellos preparan un plato teatral-musical a prueba de buenos paladares. La cosa es así: por un lado están los textos de Bobby Flores con la impronta de un arrabal de este siglo. Por otro carril, con precisas interconexiones, están el mismo Von Quintiero y la banda Prevenidos, compuesta por JM Marfany, Wenchi Laso, Seba Pangussi y Javier Anllo e invitados de lujo que cambian martes a martes. Entre esas dos líneas de relato está el mismo Monje, dirigido por Ronny Keselman, quienes en abril de 1999 ya habían estrenado "El blues del showman", unipersonal basado en textos de Flores.

El resultado de todos estos ingredientes es un buen plato en el cual Monje (o el personaje que construye) tiene algo de Tato Bores, de Eminem y hasta de Pepe Biondi. Del gran cómico nacional trabaja la veta del humor político, de la denuncia social. Del blanco más negro de los Estados Unidos aporta versiones rapeadas de textos bien urbanos y, como el mismo Eminem, el actor construye un personaje de trazos gruesos, con líneas internas que sirven para unir a los distintos monólogos. Y de Biondi (o de un Juan Verdaguer, ¿por qué no?) saca a relucir hasta algunos viejos, gastados, previsibles y efectivos chistes sobre la suegra (un clásico de clásicos).

Un boxeador en escena

Con semejantes vías de acceso se arma "La serenata del showman", una rica y elaborada combinación para consumir y disfrutar todos los martes a la noche. Una propuesta en la que cada una de las partes (lo gastronómico, lo musical y lo actoral) transforma a este "teatrock", como lo llaman los ideólogos de este show, en un sólido proyecto teatral con una banda de privilegio en medio de un ambiente relajado para dejarse llevar por las historias que pinta Bobby Flores.

Entre los textos y la actuación de Monje hay un buen report. Por momentos, Monje boxea a los textos. En otros, la banda es la que provoca. Acto seguido: unos y otros dialogan, discuten. Todo eso ocurre cara a cara de un espectador que sigue degustando lo suyo con una copa en la mano. Así es esta serenata de talentosos amigos que están arriba del escenario porque sencillamente les gusta, la pasan bien y se prenden en la cuerda del otro. O sea: una predisposición que, de este lado del mínimo tablado del Soul Café, se agradece.

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