Según Roxi: la serie que fue furor en la web desembarca en el cable
Personajes.tv habló con Julieta Otero, una de sus autoras, sobre este fenómeno
"¡Mamá, mamá!" es el reclamo insistente que se escucha desde el comedor mientras en la cocina la madre en cuestión, una Roxi despeinada y pasada de revoluciones, intenta hablar por teléfono un tema laboral. Ante el enésimo grito de "¡Mamá, mamá!", la mujer corta y ya con la paciencia desbordada muerde con furia y en voz baja la frase que define su estado mental: "¡Mamá!… mamá se murió". Así, con ese ánimo de no mostrarse como la mujer perfecta de las revistas ni la de los cuentos de hadas, este personaje que triunfó desde una serie web, pasa desde mañana, a las 23, a ser parte de la programación del canal de cable Lifetime.
La noticia es celebrada por los miles de seguidores que Según Roxi tiene desde 2012, año en el que el blog que escribía Julieta Otero se convirtió, bajo la dirección de su amiga Azul Lombardía, en una ficción de ocho episodios de 10 minutos cada uno y fue todo un suceso. La misma Julieta, que tiene formación actoral y tiene una escuela de teatro en Avellaneda, es quien le puso el cuerpo a la neurótica Roxi. La historia que atrapó a madres, padres y adolescentes se basa en la vida de una mujer que tiene una hija de cinco años y un marido que la acompaña, a su manera, en las peripecias de ser mamá. Políticamente incorrecta, expresa los sentimientos que pocas admiten tener en algunos momentos: tolerancia cero al mundo infantil y materno. A pesar de esa crudeza, o por ella misma, se transformó desde el ciberespacio en el referente de muchas primerizas de clase media, con trabajo afuera de casa o adentro.
"La maternidad es obligarse uno a obligar a otro a hacer cosas que ninguno de los dos tienen ganas de hacer" es una de las frases del personaje creado por estas dos mujeres que volcaron sus propias experiencias no sólo en una tira, también en un libro. En la vida real, cada una tiene dos hijas de entre 4 y 11 años. Felices, viven el orgullo de que su pequeña gran obra, en la que hay mucho de catarsis, ahora es actuada por figuras como Cecilia Roth, Florencia Peña, Fito Paez, Daniel Hendler, Dolores Fonzi, Fernanda Callejón, entre otros. Pero claro, Roxi hay una sola, Julieta sigue siendo la protagonista de lo que promete ser un éxito también en la pantalla chica. Personajes.tv habló con ella sobre sus expectativas y este fenómeno que trasciende formatos.
-Considerando que Según Roxi fue primero un blog, después una serie web y un libro, ¿cómo viven el salto a ser parte de la programación de un canal de cable que se ve en toda Latinoamérica?
-No entendemos nada. Con Azul, mi marido y mis hijas estamos emocionados y muy ansiosos. Si bien se ve como un salto el pasar al cable, desde adentro fue todo paulatino. Primero fue el blog, después la serie web y paralelamente fue creciendo el ida y vuelta diario con los seguidores en Twitter y Facebook. Siempre estuvo rondando la idea de hacer tele. "La maldita" es la productora que llevó adelante este proyecto de manera independiente desde un principio. Después Lifetime se interesó en el proyecto y acá estamos, está bueno porque es un canal dirigido a las mujeres, pero no desde los tips de belleza o las recetas, se dirigen a mujeres más reales. Todo se fue dando de manera natural, con amigos y mates...
-Casi como el ser madre...
-Exactamente igual. Porque cuando vas a ser mamá por primera vez no tenés idea de las cosas que vas a hacer por primera vez en tu vida. Está por delante el amor, el compromiso, le ponés el cuerpo a las cosas que no sabés hacer y acá fue igual. Siempre nos concentramos en la tarea de trabajar sin pensar si lo íbamos a poder hacer, si era mucho, si era poco. Trabajamos con la misma pasión de la maternidad, con dificultades por todas partes, pero sin detenernos.
-¿Cómo fue el ida y vuelta con los actores?
-Tuvimos una respuesta muy feliz de todos los que leyeron el guión y todos los que convocamos. Todos se coparon con el proyecto, se morían de risa con los guiones y vinieron a trabajar con una onda espectacular.
-¿Cómo definirías a Roxi?
-Es una mamá... es una mujer, pero el personaje está recortado en la etapa más salvaje de la maternidad que son los primeros años de vida de un hijo. Entonces es una mamá colapsada, caótica, muy divertida, verborrágica, muy intensa y que necesita a través de la palabra ordenar el mundo que la rodea porque no lo entiende, entonces necesita poner las cosas en su lugar, arma categorías, estereotipos, hace sociología permanentemente. Trabaja [es agente inmobiliaria], intenta tener amigos, intenta seguir siendo mujer pero le cuesta mucho. Tiene lo que soñó tener, pero intenta que ninguna de esas cosas se le venga abajo y lucha por mantener su identidad, la identidad que tenía antes de ser madre.
-Tienen muchos seguidores en las redes sociales que afirman que se identifican con esa madre, ¿por qué creés que se da esto siendo Roxi un personaje tan extremo? Porque su sinceridad respecto de la maternidad es brutal...
-Sí, se da una fuerte identificación. Por ejemplo, abajo del trailer en Facebook, los comentarios de la gente me hacen morir de amor: "Me pusiste una cámara en casa", "mirá los famosos que están replicando mi vida". Esa identificación es algo que yo tampoco podía creer cuando se dio. Eso me ayudó a entender que las cosas que me pasaban a mí también le pasaban a otras personas. Eso te hace sentir acompañada, menos ridícula. Por eso ya no tengo la sensación de que estamos mostrando algo extremo con Roxi. Obviamente está más chiflada que yo y no es que yo sienta que todas las mamás somos así, pero evidentemente esa etapa de la vida es así. Hay días que son días "roxiados" . También cuidamos un poco la historia porque sabíamos que estábamos haciendo una serie basada en un recorte de la etapa más loca de la maternidad. Quisimos mostrar también la ternura y la felicidad de esos momentos.
-¿Los seguidores de la serie web en general son personas que transitan la paternidad?
-Hay de todo, tanto padres como gente sin hijos. Me muero de amor con las adolescentes mujeres que se copan y escriben cosas hermosas como "Roxi, cuando yo sea grande quiero ser como vos", pobrecitas. Ellas se fascinan porque no tienen hijos y muchas mujeres que no son madres ven la serie y se copan también. Pero cada persona lee la serie desde su propia experiencia. Roxi es una mujer luchadora que la podés ver como una loca que grita sola por la calle. Creo que se puede ver la serie como quien ve las aventuras de un personaje que fracasa en cada capítulo, ella es una antiheroína que se mete en quilombos y le va mal y bueno, la maternidad es un contexto más.
-Hoy por hoy, los relatos de ficción suelen imponer antihéroes, ¿cómo fue el romper con el estereotipo de madre que viene de antaño, que indica que por definición son buenas, lindas y serenas?
-Es que los estereotipos que hay en los medios son muy poco reales. La realidad es que hay una relación fuerte entre la maternidad y el desborde. La maternidad te lleva a lugares de decisiones que no sabes cómo tomar. Ahora mi hija mayor está entrando en una etapa muy adolescente y no puedo creer todo lo que implica. A mí, la vida no me resulta más difícil que ser madre, voy a trabajar y es la relajación absoluta. El trabajo no me problematiza tanto como sí lo hace la maternidad porque lo que está en juego cuando tenés un hijo es un ser humano, feliz, pleno, sano. Cuando uno tiene una cabeza abierta y vive en una posición incómoda de querer saber y permitirse dudar, es un lío y te quemás la cabeza.
-¿Cómo creés que impactan los estereotipos en las mujeres y qué es lo que propone Roxi en ese sentido?
-Los estereotipos generan una exigencia. Esos modelos que te indican cómo debe ser una mamá, cómo debería ser la maternidad son muy nefastos. Desde el humor Roxi propone mirarse al espejo con los defectos y con las dificultades que tenemos y entender que adentro de las dificultades está lo que debemos aprender en la vida. A las dificultades las tenemos que agradecer en vez de enojarnos, negarlas y ocultarlas. En el caos está la llave para crecer y por eso Roxi propone como último paso reírnos de todo esto. Nos tenemos que permitir relajarnos, dar vuelta la página y dormir tranquilas a la noche y empezar bien el día siguiente. Hay que dejar de castigarse y decir que somos un desastre.
-¿Susanita sería una antítesis de Roxi?
-No sé si sería una antítesis, pero una vez posteamos un texto en Facebook que se llamaba "La playa progre". Era muy divertido y ácido y una seguidora puso: "Si Mafalda fuera mamá, sería Roxi". Casi me muero, fue lo más lindo que le dijeron a ella.
-¿Crees que hay más Roxis que Susanitas?
-Yo no hubiera pensado eso hace un tiempo, pero cuando sale la serie web y nos empiezan a llegar mensajes de todas partes que dicen "yo soy Roxi", evidentemente ella es un estado del alma que podemos tener todos. No creo que nadie sea Roxi todo el tiempo, pero sí puede ser que tengamos ese estado a veces y que te puedas identificar seas hombre o mujer, tengas hijos o no.
-¿La maternidad nos aleja a las mujeres de nuestras pasiones?
-Sí, porque es una pasión superadora, en mí fue así y para muchas mujeres que conozco es igual. No puedo generalizar porque no creo que sea algo de la naturaleza si no que hay algo cultural, hay un poco y un poco. En mí, es una pasión superadora de todas porque a mí ser mamá me importó y me gustó. Me atrapó más que el teatro, que el dulce de leche, la militancia y el rock. El miedo que tuve de que a mi hija le pase algo cuando tuvo sus primeros broncoespasmos mató todo, no me importaba nada, si era gorda o flaca, la música que escuchaba, si la ropa me entraba o no, todo pasaba por saber cómo estaba mi hija. Entonces eso me alejó a mí de toda mi identidad. Si te gusta usar el pelo largo te lo cortas porque tu hijo se te cuelga del pelo y ya empezás a ser otra persona. Dejás de escuchar música porque al bebé le molesta. Dejás de leer libros porque estás cansada y te quedás dormida. Dejás de ver a tus amigos porque no tenés tiempo y ya no te depilas porque bla bla blá. Toda tu identidad cultural, estética, ideológica cambia. Te transformás en una persona que sólo puede hablar de colores de caca y olores de caca, que habla de grupos infantiles de música y ya no sabe qué bandas se escuchan y eso es un cambio tremendo.
-¿Hay vuelta de eso?
-¡Sí! Y se viene con todo la vuelta cuando los chicos crecen. Lo que pasa es que no hay que dejar morir la identidad de una, hay que hacer ese esfuerzo, hacerse tiempo para los amigos y para una.
-¿Cuál es el lugar del marido-pareja de Roxi?
-Es complicado porque él no sabe dónde ubicarse y ella no sabe cuál es el lugar de él. Estamos en un proceso de cambio en cuanto al género, a la ocupación de los hombres y las mujeres y no se sabe a dónde va todo esto. Ella lo acusa a él de fiaca, de no ponerse las pilas, de estar en el sillón con el control remoto y la tele. El a ella la acusa de ser una histérica, omnipotente, soberbia, que todo tiene que ser hecho como ella quiere y que es mandona y los dos tienen razón. Pero los papás de ahora no son como los de antes que no conocían a las maestras y no bañaban a los pibes. En el ambiente progresista de Roxi hay como un culto a la paternidad más presente, pero también se ve mucho que la mujer tiene sobre su espalda la logística de la casa. También si aprendemos a reírnos de cosas de nuestros maridos va a ser más fácil.
-Teniendo en cuenta que Roxi nació como una necesidad tuya de volcar lo que sentías en tus primeros años de mamá, ¿qué tiene de vos el personaje y qué no?
-Bueno yo tengo vías de escape que Roxi no tiene, que es lo artístico para canalizar toda esta locura. Ella como producto artístico me hizo muy bien para curar mis ansiedades y dudas. No estoy tan loca como ella, pero sí coincidimos en la verborragia, el humor, el desborde, las ganas de hacer todo bien.
-¿Creés que debería haber una escuela para ser padres?
-Sí, la escuela que necesitamos es la presencia física de otras madres cerca y no creo que tenga que ser pagando un curso de maternidad o de conexión con los hijos, sino que necesitamos la escuela de estar más cerca entre nosotras, con las amigas, las hermanas, las cuñadas porque si sólo consumimos consejos por libros, por Internet y no viene con acción no sirve. Ver como otras mamás hacen las cosas, charlar. La maternidad es un oficio que debería transmitirse en la acción.
-¿Qué aporte querés hacer con la serie a la vida materna?
-El aporte de la serie tiene que ver con el humor, te digo que te rías de vos misma o de mí. Si querés sentirte mejor, reíte de mí. Sé que hay muchas mamás que dicen "ay, qué loca de mierda" y dicen "está peor que yo". Buenísimo, un servicio a la comunidad, te ayuda a que te sientas perfecta, contrario de las imágenes de las revistas y esa gente que sale de parir y ya están bárbaras, con la panza chata. La propuesta nuestra es que lo que te pasa es normal y que te sientas bárbara porque Roxi está mucho más loca que vos.
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