Santiago del Moro: "Es muy cruel la pandemia, pero no hay que enojarse con el mundo, hay que pasarla"
"Creo que este es el programa más importante que voy a hacer en mi vida", anticipa Santiago del Moro a LA NACION, en medio de una de sus habituales mateadas, hábito que jamás perdió en la cosmopolita Buenos Aires y que lo ancla en aquellas tradiciones cotidianas de su Tres Algarrobos natal. El énfasis del animador está depositado en el estreno de MasterChef Celebrity, formato protagonizado por famosos que se desprende de la versión con participantes no conocidos.
En la estelar competencia de cocina, que se emitirá desde este lunes 5 de octubre a las 22.30 por Telefe, participarán: Roberto Moldavsky, Federico Bal, Ezequiel "El Polaco" Cwirkaluk, Iliana Calabró, Claudia Villafañe, Claudio "Turco" García, Analía Franchín, Boy Olmi, Patricia Sosa, Martín "Mono" Fabio, Vicky Xipolitakis, Ignacio Sureda, Sofía Pachano, Belén "Belu" Lucius, Leticia Siciliani y Rocío Margengo. "Cuando me contó sobre este proyecto Dario Turovelzky, me pareció genial. Es más, le dije que lo quería hacer yo. Soy fanático de este formato que es un fenómeno en el mundo", reconoce del Moro.
Darío Turovelzky, SVP Global Content Viacom CBS, tomó nota del deseo del conductor, quien acaba de recuperarse del tránsito por el Covid-19 de manera asintomática, al igual que su esposa y sus dos pequeñas hijas. MasterChef Celebrity se emitirá de lunes a jueves, mientras que los domingos a las 22 contará con una gran gala de eliminación.
Receta perfecta
"Estoy fascinado con los participantes, la gente se va a identificar con ellos. Son casi todos buenos, muy pocos son los que no saben tanto de cocina. Pero es cuestión de picardía, porque, más allá de cocinar bien, si se le pone amor y calidez se puede lograr mucho. Es como con las milanesas, todos les ponemos más o menos lo mismo, pero hay gente a la que le queda con un gusto diferente, espectacular. Lo que hay que tener para sobresalir en MasterChef es el toque personal; el que le ponga esa cuota de emoción a su plato tendrá buen destino".
El jurado que evaluará a los participantes, y su respuesta ante cada desafío planteado, estará conformado por Donato de Santis, Damián Betular y Germán Martitegui, todos de enorme y prestigiosa trayectoria culinaria. Además, Flor Vigna será la responsable de conducir los espacios en las redes sociales. Este nuevo estreno significa para Santiago del Moro recuperar el espacio del entretenimiento luego de la temporada de Quien quiere ser millonario y de conducir, por pocos días, un espacio vinculado al abordaje de los contenidos generados por la pandemia. En el camino quedó la posibilidad de estar al frente de Trato hecho, proyecto trunco debido al confinamiento establecido en marzo pasado. "Estaba por arrancar en un mega estudio, el mismo que ocupaba Susana, con más de mil metros cubiertos. Teníamos todo listo, desde el casting hasta las promociones. Unos días antes de grabar estalló la pandemia, se paró todo y quedamos en stand by", explica el conductor, quien, además, lidera las mañanas radiales con su ciclo El Club del Moro. por LA 100.
MasterChef es un formato de origen inglés, estrenado originalmente en 1990. La versión que pondrá Telefe en el aire será la primera en emitirse de domingo a jueves. "Está considerado entre los más importantes que hay en el mundo, por eso, que hoy se apueste a una producción así, es muy gratificante. Es el programa que me gustaría ver con mi familia todas las noches".
-Cuando mateabas, como ahora, en el patio de tu casa de Tres Algarrobos, ¿soñabas con un presente como el actual?
-Me he ido de todos los trabajos por la puerta grande y agradeciendo la oportunidad, pero siempre tuve el deseo de estar en Telefe y este es el programa que quiero hacer ahora. Es un sueño hecho realidad, no puedo pedir más.
-¿El programa es una experiencia iniciática o tenés vínculo con el mundo culinario?
-Me gusta mucho cocinar, por eso me parecía una idea genial que se hiciera este formato.
-¿Cuál sería la receta que te haría ganar?
-Tengo muchas porque llegué muy chico a Buenos Aires, así que aprendí a cocinar con lo que había, con poquito te hago mucho. Postres no sé hacer y lavo poco los platos, pero con lo salado me las rebusco. Si te tengo que mencionar un plato, sería alguna pasta o carne. Pero no sé si podría participar del programa, los jurados son muy buenos, de excelencia. Son profesionales que, con solo probar un bocado, se dan cuenta de todo.
Históricamente, la televisión dio espacio a los ciclos gastronómicos. Desde aquellas tradicionales ecónomas en programas como Buenas Tardes, Mucho gusto hasta las señales como Utilísima o El Gourmet que han trascendido y sofisticado aquellos segmentos fundacionales en programas dirigidos a la mujer. Hoy, la cocina encuentra un espacio actualizado, plural, y con muy buena repercusión en las audiencias. Si se suma el componente de la competencia, el maridaje resulta perfecto. Detrás de esa fórmula se montará MasterChef, reality que, además, se potenciará con la participación de los famosos: "Veo a la cocina como un lenguaje en sí mismo. No se trata solo de comer, es mucho más que eso. La comida es parte de la vida, la idiosincrasia y el folclore de un país".
-Un hábito cultural y vincular.
-Absolutamente, el programa resignifica muchos de los valores que tenemos como sociedad. Los pone en competencia porque es un reality show, pero apunta a nuestra historia, a lo más lindo y elemental que tenemos.
-Hay algo de esencial en los sabores, una fórmula ligada a lo ancestral de cada comensal. ¿Te sucede eso?
-Algunas comidas me hacen viajar en el tiempo. El otro día comí una tortilla y me transportó a mi pueblo. Cuando pruebo una pasta me remite a cómo la hacía mi abuela o si se trata de una torta marmolada me recuerda a la que hacía mi tía Angelita. Todos esos sabores y aromas que quedaron consciente o inconscientemente son parte de lo que somos nosotros.
-Durante todo este tiempo pandémico se recuperó algo en torno al vínculo con la cocina casera. ¿MasterChef se alineará en torno a eso?
-Todo esto que nos está sucediendo hizo que mucha gente volviese a cocinar. De hecho, se han agotado las máquinas para hacer pastas en casa y hasta se agotó la levadura. Eso tiene que ver con el quedarse en casa, probar y animarse. En cada familia, además, hay un especialista de cada plato: el que prepara milanesas, el asador, el que hace tortas.
-¿Sentís que la cocina, tanto la hogareña como la aplicada en un programa de televisión, aparta al espectador de lo abrumador de la realidad?
-Cocinar te saca de lo cotidiano y une, toca una fibra muy íntima que abarca a todas las generaciones.
Buscando a aquella audiencia multitarget de Quién quiere ser millonario, el nuevo formato apelará a la historia personal de cada participante y a la masividad del vínculo con los sabores: "A la hora de comer hay una universalidad que nos identifica y nos interpela a cada uno". La paleta de colores de los concursantes, todos mediáticos y muy conocidos, hará que la receta resulte atractiva también a la hora de bucear en las intimidades de cada uno de ellos. Seguramente aparecerán las referencias a Diego Armando Maradona a través de su exesposa Claudia Villafañe y la emoción de la resiliencia de Federico Bal.
-¿Cómo se manejarán con los protocolos sanitarios?
-Cada participante estará en su isla con muchos metros de separación con respecto al otro. Es un formato que se puede hacer en los tiempos que corren.
El flagelo del Covid-19 atravesó a todo tipo de actividades y la televisión no fue la excepción. Para montar un programa y ponerlo en el aire se deben sortear diversos escollos debido a los múltiples cuidados que se deben tener y a la menor cantidad de personas trabajando en cada proyecto. Aún así, la ola de contagios llegó también a los canales y productoras. Ante esta realidad, poner en el aire un formato como MasterChef Celebrity es una verdadera proeza en el marco de un medio que funciona a media máquina. "Soy un amante de la televisión, nunca le podría hacer una crítica descarnada. Aplaudo a los compañeros que la hacen en los tiempos que corren, algo que es, realmente, muy difícil. Hoy, desde el primero hasta el último de los trabajadores está trabajando con recursos muy acotados. Lo mismo sucede en la radio: los equipos no están completos y se aplican un montón de protocolos. Y desde ya, la pauta publicitaria influye en toda esa dificultad. Me saco el sombrero cuando veo que los programas salen al aire. Es un momento de tirar todos para adelante y no de criticar al medio".
En primera persona
Santiago del Moro es uno de los tantos profesionales de la comunicación que transitó el coronavirus y puede dar testimonio sobre ello. El contagio tan temido golpeó a su puerta, lo cual hizo que se postergara algunos días el estreno que, finalmente, acontecerá el próximo lunes en el prime time de Telefe. "Con mi familia lo hemos transitado de manera asintomática. De todos modos, no me gusta minimizar la situación ni dejar un mensaje de tranquilidad. Hay mucha gente que la pasa horrible y hay miles y miles de víctimas mortales en el mundo".
El conductor, que cobrara notoriedad en la señal musical Much Music, se sometió a los hisopados correspondientes luego de enterarse sobre el contagio de algunos compañeros de radio: "La primera medida fue aislarnos. Como tenía que hacer las fotos de promoción de MaterChef me hice el hisopado que, finalmente, dio positivo, así que seguí con el confinamiento en casa". A pesar de la falta de síntomas y sensaciones corporales molestas, el conductor reconoce que "la primera reacción no es buena, nadie se quiere contagiar. En mi caso, no fue una experiencia traumática, pero es mi experiencia y no se puede generalizar".
-¿Te tranquiliza la inmunidad de algunos meses que, supuestamente, tienen las personas que ya atravesaron la enfermedad?
-Estoy algo tranquilo, parece ser que la inmunidad dura más de lo que se esperaba y que las células tienen memoria. Pienso que hay que seguir viviendo en este mundo de la mejor forma, si no es este virus, será otra cosa. Todo el tiempo estamos cruzados por cosas malas que van pasando a lo largo de la vida. Esta es una muy mala, un obstáculo grande que nos tocó a todos. Hay que seguir cuidándose. Hasta que no aparezca la vacuna este es un tema muy delicado.
-¿Tuviste miedo?
-Miedo tenemos todos, pero eso se supera con la convicción de que se puede estar bien. Desde ya, hay que estar preparado para lo que toque. Tenemos que ser cautos y precavidos, pero debemos aprender a convivir con esta realidad.
-¿Cómo intuís el futuro?
-La vida no será igual cuando la pandemia pase. A todos nos ha modificado en lo laboral, familiar y emocional. No queda otra que adaptarse, hay que mirar en la historia para darse cuenta que el ser humano se ha adaptado a todo. Todos los días hay que intentar entender un poco más y decodificar las razones de todo esto.
Por primera vez observamos que el mundo se paralizó. Vimos escenas que solamente formaban parte de las películas: aeropuertos sin gente y grandes capitales vacías
-Pandemias hubo muchas a lo largo de los siglos. La ferocidad y universalidad inéditas del Covid-19 están entre lo más inquietante.
-Por primera vez observamos que el mundo se paralizó. Vimos escenas que solamente formaban parte de las películas: aeropuertos sin gente y grandes capitales vacías. Esas imágenes parecían de una ficción apocalíptica, pero nos dimos cuenta que eran reales. Lo que me pregunto es qué vamos a hacer con todo esto, en qué vamos a cambiar.
-¿Cambiará algo en el statu quo de la humanidad?
-Espero que sea para mejor, que todos aprendamos algo. No niego la realidad, pero me interesa dar un mensaje positivo. No veo a mis viejos, hermanas y sobrinos desde febrero. Se extraña porque estamos acostumbrados a compartir la vida, a vernos. ¿Cómo le explico a mi hijita de seis años que no puede ver a sus abuelos? Es muy cruel la pandemia, pero no hay que enojarse con el mundo, hay que pasarla. Se trata de poner el foco en lo positivo y no en la malo. No hay que bajar los brazos. Soy un tipo que va a tener esperanza hasta el último día de su vida.
-Imagino que en tu pueblo natal, dadas sus dimensiones y densidad demográfica, se debe pasar mejor la pandemia.
-Todavía no hubo casos, como sí sucedió en localidades cercanas. Allá, medianamente, aún se puede llevar una vida normal. De todos modos es una tensa calma porque todo pende de un hilo. Existen pueblos de pocos habitantes que tienen muchos casos. Pero, en los pueblos la vida es otra, se puede disfrutar un poco más de la calle o de los patios de las casas. Los que vivimos en zonas más urbanas tenemos que padecer el encierro porque son zonas calientes. Entiendo que la gente se enoje, pero no queda otra. Además, por sobre todas las cosas, tenemos que cuidar nuestro sistema de salud y los recursos que son finitos. Cada uno sabe qué tiene que hacer y cómo cuidarse. La pandemia es una guerra con un enemigo invisible que nos somete al encierro.
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