Tras 16 años de ausencia, el mítico grupo sueco conformado por Marie Fredriksson y Per Gessle se presentó en el Luna Park; en su tercera visita a la Argenitna, repasaron sus hits inolvidables
"Olé, olé, olé, olé, Roxette, Roxette", coreaba una multitud impaciente cuando sólo habían pasado cinco minutos de las 21. Afuera, los ya históricos vendedores ambulantes hacían lo propio con remeras negras y blancas, stickers y posters. Aún así, el despliegue de merchandising no podía compararse con la magnitud que tuvo la visita de la banda en 1992. En aquella oportunidad había llenado dos Vélez porque, como dijo algún fan, había ido "todo el mundo".
En el Luna, en cambio, el público fue más selecto. Pero los fans incondicionales estaban. La edad promediaba los 30 años, y era de la mayoría de los que habían vivido en carne propia los años dorados de un melenudo Per Gessle y la blonda Marie Fredriksson. Los músicos entraron de a uno y con ellos las voces del grupo. Escoltados por un poster enorme que mostraba una imagen de Per y Marie en sus años mozos, el escenario minimalista se iluminó y la tarjeta de bienvenida fue con un éxito: "Dressed for Success".
Si bien es innegable que el paso de los años tuvo su efecto en las voces de los cantantes, la buena onda, la energía y ese toque característico de simpleza y humildad de Roxette no envejecieron. Marie, más apocada y serena que en otras épocas (tal vez por la enfermedad con la que tuvo que luchar) no descolló en agudos pero sí mantuvo un registro afinado y parejo. Per, con un poco menos de voz que su partenaire, fue mucho más enérgico y dominante que en la presentación de 1992 en la que Marie era, sin duda, la reina mimada del dúo. En esta ocasión, la pareja formó un tándem efectista.
Entre los veintiún temas que tocaron (21 son también los años de fama en la Argentina), tanto Marie como Per y de forma alternada se dirigieron al público en inglés: "Estoy muy excitada de estar en Buenos Aires", dijo ella. "Vamos a tocar temas viejos y nuevos, y veremos qué pasa", aventuró él. Incluso Marie se animó a un "Muchas gracias" en español después de cantar la que sin duda fue la vedette de la noche: "It Must Have Been Love". Per aseguró que con éste llevarían al público a Hollywood: así anticipó el tema de Mujer Bonita que entró de a poco en la piel y el corazón de todos.
Durante casi dos horas, el repertorio incluyó clásicos como "The Big Love", "Sleeping in My Car" y "Fading Like a Flower" (de los álbumes Joyride y Crash!Boom!Bang!) que bombardearon con su carga retro y otros temas más nuevos. Un compilado entre "How Do You Do" y "Dangerous" marcó el momento de mayor festejo. La fiesta igual siguió con "Joyride", tema central del álbum homónimo y los globos empezaron a caer desde las tribunas y a flotar sobre las cabezas de quienes estaban de pie frente al escenario. Las pantallas a cada lado proyectaban la misma imagen que hizo famoso a Roxette: Per y Marie juntos, ella con el micrófono en la mano y él con la guitarra.
Uno de los últimos favoritos fue "Listen to Your Heart", que remitió de forma obligada a aquel video de un castillo abandonado que los programas de la tarde del sábado de los años ´90 pasaban de manera incansable. Allí, frente a una Marie descalza, miles de fans prendían sus encendedores para acompañar la música. Ayer, en un estadio de menor capacidad y en la Argentina, los fans prendieron sus celulares. El cierre fue con "Church of Your Heart", un tema lento y más suave, que fue precedido por las buenas noches de Per.
Para algunos, fue la primera vez en un show de Roxette (tal vez la última), para otros, porqué no, un viaje de vuelta a la adolescencia.
Por Rodolfo Rey Blanco
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