Reencuentro en Toronto de los rivales del polémico Oscar 2017

TORONTO.- Todos saben que el inmenso festival de cine que se desarrolla aquí es visto cada año como una suerte de largada de la extensa y compleja carrera hacia el Oscar. Tan visible y aceptada resulta esa condición que a esta altura a nadie le causa sorpresa que aparezca a través de manifestaciones imprevisibles y hechos inesperados. Como la reaparición conjunta de los protagonistas involuntarios del mayor papelón de la historia de la Academia de Hollywood, relacionado con el anuncio del premio principal.

En la inolvidable noche del 26 de febrero de 2017 en Los Ángeles, cuando ya era madrugada en la Argentina, Faye Dunaway y Warren Beatty anunciaron erróneamente, por una equivocación en las tarjetas, que La La Land había obtenido el Oscar a la mejor película. Después de unos segundos eternos, el escenario se llenó de deliberaciones y de la confusión general salió un nuevo veredicto: ese Oscar, el más importante de todos, era en realidad para Luz de luna.

Menos de dos años después, los directores de aquellas dos películas están a punto de presentar, en el Festival de Cine de Toronto (TIFF 2018), con una diferencia de pocas horas, sus nuevas y respectivas obras. Después de La La Land, Damien Chazelle llega aquí después de inaugurar el Festival de Venecia con El primer hombre en la Luna (First Man). Y después de Luz de luna, Barry Jenkins hará lo propio con If Beale Street Could Talk.

¿Podría llegar a repetirse la historia? La memoria del TIFF está llena de indicios que adelantaron con bastante lógica y fundamento lo que ocurrió luego en el Oscar, pero también de expectativas frustradas. Hasta aquí, lo único que parece lógico es que tanto Chazelle como Jenkins, dos veteranos de este festival, encontrarán con sus flamantes películas la buena recepción que cosecharon en otros años. El primero, muy elogiado aquí cuando trajo Whiplash y La La Land, regresa con su biopic de Neil Armstrong, el primer ser humano que llegó a la Luna con la Apolo XI y logró caminar sobre su superficie en julio de 1969. Como en La La Land, Chazelle vuelve a contar con el canadienseRyan Gosling como protagonista.

Jenkins, en tanto, sigue fiel en su filmografía a las historias románticas y a la identidad afroamericana de sus personajes, en este caso con la adaptación de una novela de James Baldwin ambientada en la Nueva York de los años 70, en la que un embarazo y el encarcelamiento de un inocente ponen a prueba el amor incondicional de una pareja.

Por rara curiosidad, las dos películas llegan casi al margen del primer fin de semana, el momento más activo, concurrido y frenético de todo el festival. La película de Jenkins tendrá su función de gala esta noche, en uno de los últimos turnos de la infinita programación, y podrá ser vista por los representantes de la industria y la prensa especializada mañana, a primera hora. La de Chazelle, en tanto, se conocerá aquí entre mañana y pasado mañana, alimentando todavía más la suma de paralelos y coincidencias de esta curiosa "revancha".

El primer hombre en la Luna tiene ya fecha confirmada de estreno en la Argentina para el 11 de octubre. En cuanto a la película de Jenkins, por su temática, parece muy difícil a priori que consiga distribuidor local, a menos que, como ocurrió con Luz de luna, consiga nominaciones al Oscar en las categorías más relevantes.

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