Sebastián Wainraich se fue de la Metro y anticipó el 2021 con Julieta Pink y Pablo Fábregas
De todas las bajas de radio Metro, la de Sebastián Wainraich fue la más festiva de todas. Acorde al espíritu del programa, la despedida de Metro y medio tuvo un clima festivo con atmósfera de fiesta con amigos, al punto tal que se emitió desde una terraza y con tragos al alcance de la mano. Junto con Julieta Pink, el conductor remarcó que durante el año próximo seguirá unido a su histórica compañera radial y a Pablo Fábregas, coequiper desde hace años. "Fue un cambio impresionante para nuestras vidas", remarcó Wairaich, en sintonía con el sentimiento que durante el día también expresaron Andy Kusnetzoff y Matías Martin, quienes también se despidieron de la radio.
Uno de los momentos más emotivos lo protagonizó el Conde Hara Duck, el columnista estrella del programa. "Leí en LA NACION que había que reinventarse, lo voy a hacer", explicó Hara Duck, quien no compartirá el futuro con sus actuales compañeros de trabajo. "Entré un mes a prueba y me quedé 9 años", recordó el columnista, quien también fue productor del programa y el responsable de generar alrededor de 6000 notas, según comentó. Ante el agradecimiento del conductor, Hara Duck no pudo contener la emoción.
De entrada, quedó claro que la despedida de Metro y medio sería un hermoso disparate. Ni bien se anunció el carnaval carioca, comenzaron a sonar esos temas instalados en la memoria colectiva: Gilda, Kapanga, Los auténticos decadentes y Celia Cruz estuvieron presentes en la segunda tarde de la Metro, con sonidos diferentes a los que difunde la radio.
El programa, que se dio el lujo de ganar el Martín Fierro y tener presentaciones en vivo en el Teatro Ópera, propuso un balance especial: los oyentes debían decidir qué columnista del programa elegirían como Presidente, cuál era la sección favorita y cuál era el lugar habitual de escucha. Secciones como Escuela de boludeces tuvieron un alto handicap.
"Tomados de la mano vamos al 2021", confirmó Wainraich, quien se tomó unos minutos parra recordar el tango que le cedieron a Guillermo Fernández para que lo cantase en vivo, la cercanía de Adriana Varela con el programa y las inolvidables entrevistas a Mirtha y Silvia Legrand.
Sobre el final, Galia Moldavsky se emocionó al aire y Wainraich confirmó que cumplirá otros roles en la próxima etapa radial: "En la primera reunión, no me dijo que era la hija de Moldavsky, recién me lo comentó al final. Eso habló bien de ella", reconoció el creador de la serie Casi feliz. "Soy privilegiada por haber trabajado acá", dijo la hija del humorista mientras lloraba con mucha emoción.
"Nos metimos en el corazón de la gente y somos buena leche", afirmó Fábregas, quien no pudo continuar por la emoción que lo embargaba. "No puedo hablar de Metro y medio sin hablar de Sebastián y no puedo hablar de Sebastián", reflexionó Pink, quien rescató que pudo desarrollarse en un ambiente nada machista dentro de un medio que sí lo es.
"Por primera vez no tengo palabras, antes de comenzar éramos un trapo de piso. Estoy agradecido a la vida. Terminamos sin fisuras, todos nos llevamos bien. Nos encontramos el año que viene en otro lugar, gracias Metro y hasta la próxima", cerró Wainraich, mientras el aire quedaba en manos de Fito Páez y su himno "Recuerdos que no voy a olvidar".
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