Néstor Ibarra y el valor de la palabra
Hace 27 años que trabaja en la emisora; desde 1996 está al frente de este ciclo, que es un desfile de columnistas
Acaba de superar una delicada operación quirúrgica que lo mantuvo alejado de la emisora durante casi un mes, pero ya está nuevamente al frente del micrófono ejerciendo la conducción con el entusiasmo, la energía y la serenidad que lo caracterizan. Por esta razón el diálogo con LA NACION se inicia precisamente en torno de este tema, dado que comenta, entre sorprendido y emocionado, la impresionante respuesta de la audiencia, que se interesó a diario por su restablecimiento y el afecto que aún hoy sigue recibiendo por parte de todos los que lo escuchan a diario.
Néstor Ibarra, que se desempeña en Radio Mitre (AM 790) desde hace 27 años (43 de trayectoria), conduce "Hoy por hoy" desde 1996, en horario central (lunes a viernes, de 9 a 13), y cuenta en la actualidad con un elenco de columnistas estables conformado por Marcelo Bonelli (economía), Beto Casella (actualidad), David Rottemberg (humor), Daniel Mollo (deportes) y la locutora Marcela Labarca. Durante la semana tienen también destacada participación el doctor Franco Guerra, con ilustrativos consejos médicos; el doctor Mauricio D´Alessandro (el abogado del pueblo); Pacho O´Donnell y Felipe Pigna ("Historia confidencial"); Mirta Tundis con el espacio dedicado a la tercera edad ("Viejitos piolas"); el doctor Juan Enrique Romero ("Como perros y gatos"), y el maestro Juan José Lujambio (con interesantes concursos futbolísticos para los oyentes).
Cambios de formato
-¿Cómo resulta la conducción de un ciclo de estas características?
-"Hoy por hoy" fue cambiando de formato en los últimos años y creo que el actual es el resultante de una radio que se aggiorna a los tiempos que le toca vivir. Lo fundamental es el objetivo. Perseguir la actualidad periodística que por otra parte es el de la emisora, en este caso condimentada con ingredientes variados que hacen mucho más digerible la realidad circundante. En este ciclo el humor hizo escuela, por la creatividad y por su elaboración, desde la época de Saborido-Quiroga, luego Rubio y Rottemberg. Ahora, sólo David Rottemberg, que sigue destacándose por el ingenio y por su talento musical: son muy celebrados sus personajes de "Bartolomito" y su último "hit" musical: "Para gobernar hay que venir al Sur", que este jueves se lo hicimos escuchar al mismísimo presidente Kirchner, que lo disfrutó y se rió mucho. Contamos con una esencial columna vertebral, que es la infraestructura periodística de Mitre y estamos todos integrados en un mismo sistema. Cuando generamos una información (hecho que sucede con gran frecuencia) el informativo lo potencia de una manera espectacular y a la inversa. Por otra parte, nuestro programa se instala después del prestigio que le otorga Magdalena Ruiz Guiñazú al suyo. En lo personal siento que la radio es el contenido y luego cada uno, frente al micrófono, elige de qué manera expresarlo. Pero no puedo dejar de destacar que todo lo que está en el aire es el resultado de un gran trabajo de equipo, que respalda y sostiene, porque todos aportan esfuerzo, entusiasmo, creatividad y tienen algo de lo que siempre se habla: "la mística". En ese grupo, Alejandra Medina, productora general de la emisora, es todo un ejemplo en conducta y trabajo. Yo no me considero ni brillante ni carismático, pero sí un profesional serio, coherente, es decir que no chanteo.
-¿Cuál considera su aporte personal?
-El mensaje que más me llega de la gente es: "A mí me gusta y lo escucho, porque usted dice lo que yo pienso". Yo hablo desde el sentido común y la lógica y quizás hasta de cierta templanza -dice con énfasis- que me permitió sobrellevar mucho mejor esta reciente circunstancia de salud. Pongo mucho cuidado en el manejo del lenguaje. Detesto lo rebuscado, la grosería y lo prostibulario. Y en cuanto al desarrollo del programa, lo que más me interesa es involucrarme cada vez más con cada uno de mis interlocutores, los columnistas: dialogar, intercambiar opiniones, diversificar el tema y estar atento a lo que proponen, generar debates o expresiones diferentes. Yo vivo la radio como el medio que mejor permite la revalorización de la palabra. Para poder ejercitarlo se necesita estar informado, poseer cierta capacidad, actuar de buena fe, ser didáctico y sobre todo tener respeto y responsabilidad. Uno no puede ser un publicista ni propagandista y con los entrevistados no debe mostrarse ni obsecuente ni agresivo. A mí me encanta repreguntar, algo que ha caído en desuso en los últimos tiempos. En "Hoy por hoy" constantemente convocamos a filósofos y pensadores porque, además de ayudarnos a interpretar la realidad, lo saben expresar: Santiago Kovadloff, José Nun, Marcos Aguinis, Alejandro Rozchitner o el escritor chileno Antonio Skármeta, a quien llamamos el jueves último para que nos brindara su pensamiento sobre el trágico golpe de Estado de 1973. Pero también es interesante poner en el aire todo lo que tiene que ver con la vida cotidiana. Ese mismo día, que coincidió con el Día del Maestro, dialogamos con jóvenes estudiantes del magisterio, con testimonios muy valiosos.
-¿Qué le aportó a la profesión su labor en el periodismo deportivo?
-Creo que lo fundamental: la experiencia. Al igual que Bernardo Neustadt, Nelson Castro y Adrián Paenza, entre otros, me inicié en esa especialidad en 1960. Trabajaba en diario El Mundo (como colaborador de deportes) y junto a un amigo se nos ocurrió tener un espacio radial para transmitir los partidos de fútbol en Radio Antártida. De allí en más podría decir que trabajé con todos los relatores. Por supuesto en "La Oral Deportiva" de José María Muñoz. Eran los años gloriosos de Rivadavia, del 69 al 74. Allí estaban Cacho Fontana, Antonio Carrizo, Juan Carlos Mareco. Y seguí en otras emisoras: Belgrano, El Mundo, Porteña (que después fue Continental). Participé, por ejemplo, en un ciclo del que tengo los mejores recuerdos denominado "Diálogo abierto", junto a Osiris Troiani, Horacio de Dios, María Esther de Miguel, Raúl Urtizberea y Carlos Juvenal. También en el segundo ciclo de "La gallina verde", con Mariano Grondona, Canela, Pepe Peña, Eduardo Gudiño Kieffer y Alejandro Dolina. Posteriormente, entre el 78 y el 79, surge en Radio Mitre "Sport 80", un ciclo de media hora que hacíamos con Diego Bonadeo y Roberto Eguía. En esos años la programación incluía los nombres de Lagos, Neustadt, Badía y Perlé, entre otros, con producción de Julio Moyano. En el 80 se produjo el ingreso de Víctor Hugo Morales y se realizó una edición del mediodía y otra vespertina, de 18 a 20, de este ciclo, que me parece marcó un antes y un después en este género radial. Disfrutamos de esta labor con Adrián Paenza, Marcelo Araujo y Fernando Niembro. Los ciclos deportivos, hasta ese momento, eran verticalistas, estentóreos: había que hablar muy rápido y en voz muy alta. En "Sport 80" todos participábamos: se armaban polémicas y discusiones muy interesantes, se hacían bromas a los jugadores y a los directivos, es decir, era un estilo muy décontracté , y la considero una experiencia muy enriquecedora. El ciclo permaneció hasta el 86, cuando Víctor Hugo se trasladó a Radio Argentina para transmitir el Mundial de Italia. Y de allí en más, si bien no participé en lo deportivo porque Mitre decidió seguir la campaña de Boca, permanecí en los diferentes magazines que fueron los antecesores del "Hoy por hoy".
Fenómeno notable
-¿Qué rescata de la radio de ayer y de hoy?
-Rescato a los grandes profesionales a los que sigo admirando. Carrizo, por el manejo del lenguaje y su capacidad de adecuación para los distintos géneros de programas. El carisma de Fontana, a quien considero un auténtico innovador de la radio. A Guerrero Marthineitz por sus tonos, sus silencios y los recuerdos que me traen "Tarzán" y "Poncho Negro". Lo que aprendí del maestro Fioravanti y el respeto por ese gran locutor que es Ricardo Jurado. En la actualidad escucho mucha radio: Nelson Castro, Luis Majul, Román Lejtman, Gonzalo Bonadeo, Quique Pesoa. Me gusta lo que hace Ari Paluch y lo de Orlando Barone junto a Daniel López. Observo que la FM va camino a convertirse en AM, por la gran variedad de ciclos periodísticos que ofrece.
-¿Podría elegir entre la televisión y la radio?
-La radio, absolutamente. Porque es el medio en que uno puede desenvolverse con la mayor naturalidad. Además, pasé la mayor parte de mi vida en la radio y es en ella donde se ha producido un fenómeno notable. La gente se identifica tanto con un conductor, estilo o programa que lo sigue de una emisora a otra y porque, después de tantos años, creo que asumo un poco el rol de ser vocero de mucha gente que no tiene la posibilidad de expresarse. Y en verdad, eso me llena de orgullo.
Por adentro
- Producción: un grupo liderado por Alejandra Medina, Marta Lamas (profesional de probada experiencia y eficacia) y secundado por Paulo Morales, Juan Manuel Meiriño y Mora Tarnofsky.
- Operación técnica: Alejandro Fidalgo, un hombre muy solvente en esta tarea, con la participación de Adrián Ajón (a cargo de llamadas de oyentes).
- Llamadas y e-mails: más de 500 mails diarios y alrededor de 100 llamadas por día.
- Informativos: en las voces de Diego Corvalán, Marcelo Elorza y la coordinación de Esteban Talpone.
- Móviles: son todos profesionales que conocen perfectamente este intrépido oficio: Mercedes Ninci, Mariel Di Lenarda, Nuria Am y Hernán Bertolini.
La competencia en AM, de 9 a 13
Radio Diez: 4,3
Mitre: 3,5
Continental: 1,3
Rivadavia: 1,1
Del Plata: 0,7
Fuente: Ibope
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