
La calidez del buen decir y hacer
Conduce "Ciudad con contenidos" diariamente y otro ciclo dominical, por Radio de la Ciudad (AM 1110)
Llegó a la radio desde su Bahía Blanca natal -donde trabajó durante muchos años- y luego recorrió los micrófonos de la mayoría de las emisoras porteñas, en su carácter de locutor, relator, dueño de un impecable manejo del idioma y de un bagaje cultural muy significativo.
Juan Carlos Beltrán (68 años) transitó en la radiofonía un camino diferente del de otros profesionales. Comenzó a trabajar en 1951 como locutor, relator de radioteatros y, en más de una oportunidad, interpretando personajes.
Con el respaldo de 52 años de trayectoria y dueño de un estilo cálido y coloquial que lo distingue, por el buen uso del idioma y por su exquisito gusto por la música es, desde hace dos años, el conductor de "Ciudad con contenidos" (lunes a viernes, de 22 a 23, por Radio de la Ciudad, AM 1110), un ciclo de características singulares, que bucea tanto en la historia de las murgas del Río de la Plata como en los sucesos políticos y sociales que marcaron la última mitad del siglo XX. El programa revela en cada emisión un gran trabajo de producción, la utilización de un valioso archivo de voces y sonidos y una cuidada edición.
Un programa diferente
"En verdad -dice en el comienzo de la conversación con LA NACION-, yo aquí soy un integrante más de este ciclo tan diferente y elaborado; cada día es un programa y una temática distinta, que apunta a refrescar la memoria de todo lo que hemos vivido en el ámbito político, social, cultural en todos los aspectos y haciendo hincapié en los testimonios directos de los protagonistas, pertenecientes a las más disímiles disciplinas: Agustín Tosco, Arturo Frondizi, Jorge Luis Borges, González Tuñón, Carlos Abrevaya, Pedro Orgambide, Leopoldo Torre Nilsson, Amadeo Carrizo, Piazzolla o el Cuchi Leguizamón. Pero también observamos otros temas y otros formatos, sin dejar de lado las efemérides puntuales. Si bien la estructura se sustenta sobre audios de archivo y entrevistas actuales, no demanda el mismo tratamiento la materia prima para un programa experimental como «sonidos sanadores», que para otro predominantemente musical como, por ejemplo, el de Troilo o algunos autobiográficos como los de Alicia Moreau de Justo y el padre Mugica. Trabajamos con un preguión como hoja de ruta y la búsqueda del archivo termina invariablemente modificando la hipótesis original cuando se relacionan los diferentes elementos encontrados. Al final se escribe el libreto definitivo, del que resulta el diseño y la estructura del trabajo de edición. Por esa razón generalmente el programa se emite grabado, pero una vez en la semana se edita en vivo. Así sucedió, por ejemplo, cuando nos visitó el documentalista Federico Urioste y nos contó cómo fue el proceso de producción del film «Rebelión», sobre el Cordobazo, o «Hundan al Belgrano».
-¿Cuáles son los personajes o temas de mayor repercusión?
-Casi todos los ligados a las emociones: ya sea lo trágico o lo alegre. Podría citar como ejemplo: "La historia de los presidentes: de Frondizi a Alfonsín, que siempre tiene un valor agregado, porque una cosa es mencionar lo que dijo Lanusse y otra muy distinta es escucharlo en su propia voz. Y ni qué decir de algunas perlitas, como el discurso de un Balbín muy jovencito. Asimismo obtuvieron gran repercusión los relevamientos y entrevistas realizados desde la Feria del Libro y, aunque resulte curioso, la historia de los primeros asentamientos en la Argentina de las diferentes colonias inmigratorias. Modestamente, el programa aporta nuevos conocimientos y apunta a mejorar la calidad de vida y la dignidad humana.
-¿Pero lo musical siempre fue su fuerte?
-Por supuesto, pero en este ciclo no utilizo mi discoteca, si bien la música siempre acompaña de la mejor manera. Con los temas históricos, el rock nacional juega un rol preponderante. Pero sí, la música es mi gran pasión y siempre elegí para cada uno de mis programas aquella que no estuviera sonando todo el día en las radios. En Bahía Blanca fui el primero en pasar temas de Piazzolla. En ese aspecto siempre me sentí muy cerca de Miguel Angel "El Negro" Merellano: somos muy amigos -enfatiza-; el hecho de que él se muriera a mí no me interesa. Nuestra precisa era la misma: orientar a la agente para que sepa buscar, elegir y disfrutar de la buena música. Apoyé mucho a los músicos de jazz: Jorge Anders, Pocho Gatti con Los Cuatro del Sur, Mariano Tito, Jorge López Ruiz y otros talentos como Eduardo Lagos y Gerardo Gandini.
-¿Cómo fue su inserción en las radios porteñas?
-Una experiencia maravillosa. Mis primeros trabajos en diferentes suplencias y turnos completos como locutor los desarrollé en Radio El Mundo, donde tuve como compañeros a Valentín Viloria, Rafael Díaz Gallardo y Udilio Tignanelli, que era el encargado de los sonidos. Ya con anterioridad visitaba la radio y recuerdo que un día, a los 17 años, conocí un sábado a la noche a don Armando Discépolo, que era el director de Radio Cien Lux y en esa oportunidad ofrecía "Filomena Marturano", con Tita Merello y Guillermo Battaglia en los papeles centrales. Otro recuerdo que siempre tengo presente fue presenciar en el auditorio de la emisora la actuación de la Orquesta Sinfónica de Radio Nacional, dirigida por los maestros Juan José y Washington Castro. Tiempo después de mi llegada a esa emisora, en 1975, conduje mi propio programa, "El mundo, la primicia y yo", junto a José Ignacio López, Edgardo "Chato" Aronín y Francisco Loiácono, entre otros. De allí en más todo se dio de manera continua y muy fluida y hoy puedo decir que pasé prácticamente por todo el dial de AM. En Radio Mitre, con Julio Moyano, animé "Sintonía 80"; también trabajé en Excelsior, América, y en Inolvidable, la FM de Radio Rivadavia. Pero sin duda los cinco años de "Radioshow", del 93 al 98, en Radio del Plata (los sábados por la tarde y los domingos por las mañanas) marcaron un momento importante, por formato, contenido y fundamentalmente por la respuesta de la audiencia. No quiero dejar de mencionar aquí a mi gran coequiper en esos años, la locutora Nora Santana.
-¿Quiénes fueron los que más influyeron en su carrera?
-Las grandes voces de la radio: Julio César Barton (que fue el "Barry White" de los radioteatros), Jorge Omar del Río, Antonio Carrizo, Lucía Marcó y desde lo musical sin lugar a dudas Manuel Rodríguez Luque, una auténtica marca registrada en el arte de difundir y comentar las producciones discográficas y el creador de "Música en el aire", un ciclo nocturno muy importante en Radio Mitre. Otra figura trascendente y de gran vocación por el jazz fue Capuano Tomey.
-¿Añora la radio de esos años?
-Desde todo punto de vista, las tareas resultaban mucho más artesanales. En la radio actual todos piensan, analizan, opinan, editorializan, pero casi nadie escucha la buena música. La información tiene prioridad y es la gran protagonista. Pero quiero reivindicar a tres grandes maestros que condujeron ciclos bien distintos, que siguen siendo grandes referentes hoy: Niní Marshall, Blackie y Emilio Stevanovitch.
Por adentro
- Investigaciones y libretos: Graciela Lorusso y Gustavo Campana, dos profesionales que ponen dedicación, esfuerzo y mucho entusiasmo a su labor (Campana posee además un valioso archivo sonoro de voces y de noticieros de radio).
Edición en estudio: Cristina Tedesco.
Edición en vivo: Eduardo Fernández.
- Asistentes de producción: Sebastián Abrevaya y Martín Orgambide (hijos de Carlos Abrevaya y Pedro Orgambide).
- Llamadas telefónicas: reciben alrededor de 150 por día.
- Otra propuesta: Juan Carlos Beltrán también conduce todos los domingos, de 9 a 12, por dicha emisora, "Punto y coma, si no lo escuchó no se embroma", un segmento que recopila las mejores notas, los mejores testimonios, los mejores temas de la semana, que surgieron en los diferentes ciclos de la Radio de la Ciudad.
Rating general de AM de lunes a viernes, de 22 a 23
Radio 10 : 1,91
La Red : 1,04
Mitre : 1,01
Continental : 0,51
Rivadavia : 0,25