
Graciela Mancuso: locutora orgullosa
Es una de ?las voces con más trayectoria en el dial
Fue y sigue siendo una de las voces más conocidas y reconocidas de nuestra radiofonía. En sus 42 años de trayectoria trabajó con grandes como Larrea, Carrizo y Fontana, pero marcó un antes y un después cuando formó dupla con Juan Alberto Badía en ciclos entrañables. Hoy conduce Gracias por la música , en las tardes de sábados y domingos, después del fútbol, en Del Plata (AM 1030). "Nuestro programa es bastante ecléctico en sus gustos musicales. Lo musicaliza Eddie Babenco, un amor de persona, que sabe mucho y trata de poner lo mejor de sí, aunque yo también llevo material. Es musicalizador de radio Del Plata desde hace tiempo y, además, está conmigo desde hace tres años. También trabaja con Bobby Flores -explica Mancuso-. El ciclo original empezó hace ocho años, era de música oldie . Ahora no es puntualmente así, pero se hace hincapié en poner música nacional, buen pop y buen rock. Pasamos buenos temas de los años 70 y 80, con comentarios e historia, pero también pasamos tango y folklore."
Graciela Mancuso dice que la radio es su vida. Creció en la radio. Su padre fue músico en la orquesta estable de radio El Mundo y, cuando había algún acontecimiento especial, allí iba con su madre y su hermano. Ahí vio a artistas de los cuales no medía aún su dimensión: Ella Fitzgerald, Aretha Franklin, Nat King Cole, Dizzie Gillespie. "Radio El Mundo fue una catedral. Muchos artistas venían a actuar a algún teatro y después iban a radio El Mundo", recuerda. Allí debutó ella, en la radio donde conoció a esos gigantes de la música. Y luego continuó al lado de dos gigantes como Antonio Carrizo y Héctor Larrea, en Rivadavia. Guarda los mejores recuerdos de su paso junto a Juan Alberto Badía, con quien trabajó entre 1972 y 1977. Fue el impacto de la pareja, sin que ninguno fuera locutor del otro, en Imaginate, Música Verdad o Flecha Juventud . Luego siguió su carrera sola, contratada por Julio Moyano, en Experiencias , en Mitre. "Pero al poco tiempo, volví al lado de Juan Alberto, un verano, en Del Plata. Estábamos muy ligados. También estuvimos juntos en la tele. Y después, en FMR, durante cuatro años, iba en el programa que seguía al de Juan, de 13 a 15", recuerda.
Sus programas nocturnos son un clásico: Experiencias, Sonrisas, Frecuencia 2000 , Vuelo Nocturno . También estuvo diez años en Radio Ciudad, con Gente de mi barrio , entre una decena de títulos.
-¿Cuál era la magia de esa dupla con Badía?
-Lo hablábamos con él durante su tratamiento. Juan me decía: "Mirá, yo no puedo definir lo que nos pasó: se dio". Me dijo que quería que hiciéramos un programa de radio juntos, no que yo hiciera un programa de radio con él. Y se dio. Salvo las secciones, que estaban armadas, no teníamos nada escrito. Improvisábamos hasta los avisos, y quedaban espectaculares. Los de la agencia se reían, porque pensaban que estaban pautados. Yo lo seguía, él me seguía. Nadie nos escribía nada. Fueron programas que marcaron un antes y un después. Siempre nos llevamos bien, teníamos una relación frontal. Por supuesto que hemos discutido alguna vez en la vida, como en toda relación humana; pero Juan Alberto siempre me escuchó cuando yo tenía algo para decirle. Y yo a él. Es un amigo al que extraño enormemente [lo dice y se emociona].
Como le decía el "Loro" Zabala, "nunca se va a quedar callada". "Soy una gran cubridora. Sé que puedo cubrir el aire, aun cuando no sale el entrevistado y surge algún inconveniente. Además, soy orgullosa locutora. ¿Qué extraño, en los canales de televisión? Que solamente tienen locutores hombres que graban su artística, no tienen voces femeninas. Algunas cosas de esa programación de los canales, machistas", concluye.
La madrina de Mario
Al recibir su Martín Fierro, en su discurso, Beto Casella la incluyó entre las entrañables voces femeninas. "Beto es muy afectuoso y le agradezco. Era oyente mío, de mi programa, como también Ricardo Darín, que escribía cartas a Experiencias. Dejaba el sobre con su nombre y, entre paréntesis, la h, de «hijo»", recuerda.
El gran orgullo de Graciela Mancuso está vinculado con Mario Pergolini. "Cuando yo estaba en Continental, haciendo Boomerang, Pergolini y Ari Paluch venían todas las tardes, porque allí estaban haciendo Feedback. Yo los quería mucho. Ambos siempre me parecieron muchachos muy capaces e inteligentes. Y un día, cuando terminó Feedback, Mario me llamó y me pidió que fuera su madrina artística. Y así fue y es mi gran orgullo", concluye emocionada, mientras asegura que tiene una cuenta pendiente y es hacer un programa de jazz y de tango.
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