Cacho Fontana: el gran locutor
A punto de cumplir 80 años, el conductor de Odol pregunta analiza el medio y anuncia su regreso
Locutor, conductor, productor, dueño de una voz y dicción irrepetibles, el profesional que marcó hitos en TV y radio, que creó e innovó programas y formatos, se prepara para celebrar en abril sus 80 años con dos proyectos esenciales a su vida. Uno de radio, otro de TV e incluso ya registró un ciclo de preguntas y respuestas que sólo quiere producir.
Es el gran Jorge "Cacho" Fontana, o Norberto Palese (según su documento). Genio y figura llega a LA NACION vestido de elegante sport, llevando un clásico portatraje, con una impecable camisa y corbata para posar en la sesión de fotos, donde demuestra su experiencia, su don de gente y su clásica elegancia.
–Se está preparando para un momento muy singular de su vida...
–Soy muy feliz y agradecido a Dios de haber podido llegar a esta década, ya que voy a cumplir 80 años el próximo 23 de abril, física y mentalmente en forma. Esto es un sueño y un deseo íntimo: tratar de compartir todo con los que lo hicieron posible, la gente, el público, los que me acompañaron a través de tantos años. La posibilidad de realizar un programa de TV y otro de radio es un reencuentro con mis pares de estos años, donde no solamente será una manera de recordar, sino también de vivir la actualidad. Porque la vida es hoy y es futuro.
–Pero hay resonancias buenas del pasado y hechos que no se olvidan.
–Obviamente, porque si hay alguien que ha vivido con intensidad una profesión y una vida soy yo, en una época de oro de la radio y de la televisión. Aquí hay algo fundamental: los locutores vivimos un largo sueño, y cuando nos despertamos nos encontramos con una realidad dura.
–Cuando se producen cambios radicales.
–Sí, aparece el control remoto, el minuto a minuto, el rating, y cambian las circunstancias. Entonces, ¿de qué manera los medios y los creativos intentan defender su producto? Colocan a un único conductor para que realice todo: conducción y locución comercial. Además, en la TV se incorporan otras figuras de atracción, con la posibilidad de decir marcas y todo lo que estaba reservado al locutor. No nos dimos cuenta de esto y fuimos perdiendo espacio. Hace cinco años que estoy con un laboratorio argentino que me rescató y me dio la posibilidad de trabajar con ellos. Eso fue lo que me impulsó a tener la intención genuina de compartir con la gente los ochenta años que vivo. Porque volví el año pasado con mucha fuerza, con mensajes comerciales, y reviví un poco lo que era el viejo locutor. Recorrí todo el país y sentí un amor que para mí era distante. Ahora viene este tiempo y te digo que preparo sueños, porque si no soñás no vivís.
–¿De qué tratan esos sueños?
–Un ciclo de TV y otro de radio. Lo que intento es hacer un programa de televisión en el que pueda reencontrarme y entrevistar a figuras de diferentes disciplinas, nombres trascendentes del cine, el teatro, la TV, el deporte, la pintura, la medicina, la música... Conocí a casi todos, sus vidas y trayectorias. En cuanto a la radio sería como un gran tributo a Antonio Carrizo y se llamará Fontana 80. Ya hacía reportajes en el Fontana Show. Por otra parte, hoy vuelvo a la TV después de veintitrés años. Mi último ciclo fue en Crónica, donde dialogué con Yupanqui, Favio, Favaloro y otros más. Es un recuerdo maravilloso. Ahí el trato era muy familiar. Y ese estilo se ha convertido en el leitmotiv de los reportajes actuales, así que quizás alguien diga que estoy haciendo lo mismo que el resto cuando no es así.
–Lo que hizo en FM Brisas, en Mar del Plata, fue así y resultó fantástico.
–Es eso. También quiero ir al interior del país, que es lo que vengo haciendo con este laboratorio que me respalda. Esas son mis ideas. Son ilusiones y sueños que no abarcan más allá de la realidad. Una cosa es sentirse bien, pero hay otras que están fuera de mi alcance. Yo me manejo bien con la computadora, practico pilates, pero no estoy para Jesica Cirio (risas).
–¿Hubo contacto con algún canal o emisora?
–Lo están intentando. Pero más allá de eso, la posibilidad de contar esto en LA NACION quizá sirva como lanzamiento. Lo que siento con esto de la foto del celular, que anula el autógrafo, y sobre todo en el interior, es muy fuerte. La gente, por ejemplo, me señala y me dice "Odol" o "Con seguridad" antes que Fontana. ¿Por qué? Porque ellos recuerdan su juventud al verme. La abuela, la mamá, es la que le pide al nieto que nos saque una foto, y el nieto se pregunta quién es ese tipo. No es bueno que pase lo de Spinetta, que muchos lo descubren en la muerte. Creo que he sabido aggiornarme… Esto que estoy preparando tiene un espíritu de participación.
Recordemos algunos hitos de ambos medios. El Fontana Show fue un suceso en El Mundo, al igual que Rivadavia Sexta Edición. También trabajó en el área deportiva, con José María Muñoz y Enzo Ardigó, donde las cifras de audiencia fueron insuperables. "Allí hice desde cadete hasta presentador", recuerda. Y qué decir de Odol pregunta, ícono de nuestra televisión, al que siguió otro hito: Videoshow, que con la "máquina de mirar" instaló un nuevo instrumental en la televisión argentina y le permitió trabajar con Magdalena Ruiz Guiñazú, Claudio María Domínguez, Enrique Llamas de Madariaga y muchos más. "Pobre Magdalena cuando le pedí que fuera a cubrir la pelea de Monzón y Boutier. Porque ella era la única con idioma, capaz de lograr una entrevista con las figuras que iban a estar en el ringside. Cuando te pasan tantas cosas positivas en la vida, los recuerdos son muy fuertes."
Premiado. Hace unos años, el gran Cacho Fontana recibió un premio Martín Fierro por su trayectoria
"Me creí Palese, pero viví de Fontana"
Entre su documento y su figura pública no hay tanta distancia. Y así lo anuncia: "Lo que más me valió a mí fue la locución comercial. Tuve a las empresas más importantes de su época. Era el representante de toda una legión de gente que estaba detrás de esas empresas. Había una relación entre el genuino dueño y el locutor. Con esos programas, además, recibí todos los premios, qué más puedo pedir. Ahora necesito trabajar, porque es mi alimento y una necesidad lógica. Tengo la esperanza de poder reubicar la imagen y la experiencia en un lugar que sea oportuno y digno. Hasta tengo pensado un programa nuevo de preguntas y respuestas, en el que yo no soy el animador y la ilusión de poder producirlo: ya lo registré. En el futuro lo único que hay son proyectos, ganas y voluntad. La vida me dio todo, no tengo ni una queja. Palese pudo manejar a Fontana toda su vida. Palese cumple ochenta años, pero Fontana cumple menos. Yo siempre me creí Palese, pero viví de Fontana."