El exprimidor, de Ari Paluch celebra veinte años en el aire
Para el conductor, la gran clave delciclo, que festeja sus dos décadas radiales ininterrumpidas, es el respaldo de una audiencia fiel y su propio estilo
Pone en duda Paluch la letra de "Volver", el tango que inmortalizó Carlos Gardel. Específicamente, las líneas que dicen "que 20 años no es nada". En la invitación firmada por el conductor y periodista, para la celebración de sus dos décadas ininterrumpidas en la radio, puede leerse: "20 años no es nada... las pelotas. Para nosotros, 20 años es un gran logro".
Paluch nombra a maestros de la radiofonía como Héctor Larrea, Cacho Fontana, y se pone a hacer memoria: "Estoy al frente de este programa desde hace dos décadas, cuando se llamaba La batidora". Así, el recorrido de su ciclo por distintas emisoras comenzó en Radio Uno, cuando era propiedad de Marcelo Tinelli, "y al poco tiempo pasé a hacer doble turno", sigue el periodista. Más tarde pasó a la Metropolitana, que con el tiempo se trasformaría en Metro. De allí a Radio Show -que también pertenecía a Tinelli-, luego nuevamente a Radio Uno, para recalar al tiempo en Imagina. "Y desde hace tres años estamos en FM Latina (101.1), de lunes a viernes, de 6 a 9.30 y de 18 a 20. La emisora tiene una gran cantidad de repetidoras en todo el país y, además, nos da la posibilidad de salir en forma simultánea por Telemax, un canal televisivo que transmite por Telecentro, DirecTV y varios lugares más", agrega el periodista, escritor y conductor de 53 años, quien el año pasado celebró los 30 años de su primer ciclo radial, el recordado Feedback que compartió con Mario Pergolini.
Una de las características que distingue a Paluch es el hecho de saber armar equipos, rodearse de profesionales idóneos. "Hay gente que está desde siempre, como Lidia Serres, a cargo de la comercialización del espacio, y otros que están hace muchos años, 10 o 15, como Dani Lorenzo, Sebastián Tabany, Mariano Rinaldi, Pablo Zlotnik, Pablo Mendelevich, Silvio Maverino... En la fiesta que hicimos hace unos días en el hotel Panamericano, invitamos a todos los que pasaron por el programa, aun cuando la vida después nos haya llevado por caminos diferentes. Hemos invitado a Raúl Kollmann, Romina Manguel, Pablo Wende, Mercedes Ninci, y lamentablemente no pudimos hacerlo con Federica (Guibelalde), quizá la locutora más famosa del ciclo, porque vive en Canadá. Federica fue la que impuso la frase: "¡Ay, Ari!"
Paluch se siente orgulloso del recorrido de La batidora -hasta el año 99- y de El exprimidor, que sigue hasta hoy. Con su característico estilo verborrágico, mientras cierra sus ojos enfatiza: "Le puse El exprimidor cuando empezamos en Metro. Yo armé la radio, porque hasta ese entonces no había nada. Llevé a Fernando Peña. Armé el tándem con Fernando: El exprimidor iba de 6 a 10 y El parquímetro, con Fernando, de 10 a 14. Esa fue la programación de la Metro el primer año que estuvimos, y ahí explotó la FM. Siempre nos acompañó la gente.
El don
Para Paluch, él es la clave del boom de su ciclo. "Yo tengo el don. A mí me gusta mucho la radio y la actualidad. Hay muchos periodistas, pero pocos periodistas son conductores. Y pocos conductores son periodistas. Puede ser que la clave sea el timing y mi dinámica para mezclar actualidad con momentos de distensión. Quizá venimos muy plomos, con temas densos, y pasamos a otros más amenos. La gente necesita saber del acuerdo con los fondos buitre y si Pampita va a seguir con Nacho Viale o no. «Si estás en El exprimidor, estás informado», dice el eslogan, pero también nos permitimos interactuar con la gente. A muchos de mis compañeros los convertí en personajes, les exploté facetas que la gente no conocía."
Otra de las claves del ciclo, según Ari Paluch, es la producción. "A la tarde lo tengo a mi hijo Nicolás como periodista deportivo; hoy es estudiante de la Universidad de Palermo y anda muy bien a la tarde con toda la parte deportiva. En la locución están Romina Monti y Nati Blacher. En espectáculos, Valentina Caf. Tenemos a Gustavo Segré trabajando para nosotros, desde San Pablo, hace años, y Anabela Rolando desde Nueva York. Creo que impuse un estilo dinámico que se fue impregnando en la gente. Hace algunos años había oyentes que no estaban preparados para tanto vértigo, pero me parece que ahora no sucede más eso. Y el orgullo nuestro es ganarle la primicia, la información a la AM. Rompimos con el mito de que había que estar en AM para tener noticias o primicias. Fuimos vanguardistas en ese aspecto. Son pocos los programas con noticias que se han mantenido en FM a la mañana. La radio nos alquila un espacio y el espacio lo paga la productora, con la publicidad que vende a sponsors privados. No dependemos de ningún gobierno, y esto permitió que el programa sobreviva todos estos años sin pauta oficial. Esto es lo que destaco de la gente para la que trabajo. Pasamos por todas las etapas del país."
Paralelo a la radio, Paluch le tomó el gusto a otra actividad, la escritura. "Fueron cuatro libros. El primero fue El combustible espiritual, uno de los libros más vendidos de la historia editorial argentina. Después llegaron El combustible espiritual II, Corriéndose al interior y La cuenta progresiva. Y soy feliz: vivo de lo que hago, estoy con la misma mujer desde el 88, tengo a Nico y a Martina, que tiene 15 años y medio, y la imagino para el lado de los medios más por el lado del teatro o de la conducción. Soy una persona agradecida. Le debo -y mucho- a Luis Majul, porque ya estoy en la tercera temporada de La cornisa."