100 años de la radio: los programas y los conductores que marcaron el ritmo de la FM
PARA LA NACIONDiego Mancusi
Este jueves la radio cumple 100 años. La FM, hoy en día tan establecida como la AM, supo aportar renovación, frescura y nuevos modelos de conducción y locución que incluso despegaron del éter y llegaron a la televisión. Aquí un repaso por programas, fórmulas y nombres propios ineludibles a la hora de hablar de la frecuencia modulada.
El Tren Fantasma
Aunque hay registros de experimentos en frecuencia modulada incluso en los 40 (Radio Nacional se atribuye una transmisión de 1946), la FM recién empezó a desarrollarse como una opción potable a fines de los 70. En esa etapa primigenia destacó El tren fantasma, programa craneado por Daniel Morano (hoy productor de Peter Capusotto y sus videos), que empezó en la AM de Rivadavia y luego, al lanzarse FMR, pegó el salto. Con la locución del inolvidable Omar Cerasuolo, la audición combinaba una técnica de edición vanguardista con una musicalización de ruptura: reggae, ska, punk, new wave y otros estilos contemporáneos en años en los que la melomanía argentina todavía estaba embelesada por el progresivo y el jazz rock.
Submarino Amarillo
Un demo de Los Redondos, una entrevista a Soda Stereo, poesía de Alejandra Pizarnik, Leopoldo Marechal o cualquier otro autor que incomodara a las mentes bienpensantes, canciones sueltas de bandas con potencial que nunca trascendieron: la criatura de Tom Lupo por Radio Del Plata (se emitía por la AM y por la 95.1) fue un hito de los primeros ochenta. Caminador de la bohemia y agitador incansable, Lupo le dio aire a la efervescencia rockera del fin de la dictadura con su voz grave y su enorme bagaje cultural, que le permitía pasar de la filosofía profunda al rock n’ roll más crudo sin jamás desentonar. Una apuesta a la apertura de mentes.
La radio fórmula adulto-contemporánea
El 14 de agosto de 1986 se escuchó por primera vez FM Horizonte en la 94.3, la ex FM de Radio El Mundo. Su ideólogo fue Fernando Marín, productor histórico de radio y TV. "Mientras la frecuencia modulada crecía constantemente, nosotros pensamos que al oyente tipo no había que buscarlo únicamente entre la juventud, así que apuntamos a un target de mayores de 25 años con un poder adquisitivo de nivel ABC1", cuenta. La indicación al musicalizador era simple: "le dije que sólo usara canciones cuyo ritmo se pudiera seguir con dos dedos arriba del volante mientras uno manejaba". Con un estilo similar -privilegiando el clásico "amigable" y en estricto inglés pero con mayor permeabilidad a nuevos sonidos- FM Aspen es una de las principales animadoras de las mediciones desde 1988 hasta nuestros días.
Rock & Pop
El proyecto de Daniel Grinbank (que por entonces era conocido como manager de Charly García, Mercedes Sosa y otros artistas) fue el desembarco definitivo de la juventud en la FM, ya no como oyentes y en el marco de un programa puntual, sino como protagonistas y a cargo de toda una emisora. La 106.3 fue un quiebre para el lenguaje radial: la generación del rock se hizo cargo del aire en un clima de vértigo y libertad creativa. Así florecieron programas tan históricos como inmanejables, como Radio Bangkok (conducido por Lalo Mir, Bobby Flores y Douglas Vinci, un delirio coral que jugaba a ser transmitido desde la capital tailandesa) o Malas compañías (de Mario Pergolini y Eduardo De La Puente, que -según Carlos Ulanovsky en Días de radio- en 1989 tenía el 78% de la audiencia en su franja).
Hora 25
Cuenta Jorge Lanata en La rebeldía pop, de Jorge Bernárdez y Diego Rottman: "Intenté hacer algo imprevisible cada noche. Podía haber un entrevistado, o dedicarme a leer cartas, o una novela. Cuando entrevistaba a alguien, no se mencionaba el nombre de la persona hasta pasada la media hora. Era más importante lo que se decía que quién lo hacía". Ciclo breve pero fundamental en la trasnoche de Rock & Pop (se emitió entre 1990 y 1993), fue el vehículo natural para otro de los comunicadores jóvenes de la época: Lanata venía de fundar Página 12 y era un enfant terrible que atraía naturalmente al público de la emisora que le dio el espacio.
FM Hit, La Mega y La 100
El formato dio sus primeros pasos cuando la 105.5 todavía se llamaba FM Continental, hasta que encontró su momento definitivo después de 1992 con el nombre de FM Hit. La fórmula consistía en un staff íntegramente compuesto por locutoras mujeres (Mariana Aquino, Karina Ponceliz, Alejandra Higa, María Muñoz y -sobre todo- Daisy May Queen, responsable del ranking de Los 40 Principales) con una musicalización que apostaba a la popularidad de las canciones, sin pruritos a la hora de pegar a Metallica con Luis Miguel o a Guns N’ Roses con Ricardo Montaner. Como apostilla queda Fonito, el primer coequiper "virtual" de la radio local. Aplicando un lineamiento similar pero bajo la consigna "puro rock nacional", Mega 98.3 irrumpió el éter a principios de los 2000 y en menos de un mes al aire ya dominaba las mediciones.
La 100, en tanto, supo mechar magazines e informativos descontracturados (como El show de la noticia, con Roberto Pettinato) y contenido de entretenimiento con playlists de hits y pop clásico, con lo cual ocupó lugares de privilegio entre las más escuchadas a lo largo de buena parte de su historia (desde hace años es, holgadamente, la número uno).
El sello de Elizabeth Vernaci
La Negra Elizabeth Vernaci no fue la primera locutora con peso propio de la FM (Graciela Mancuso abrió puertas al pasar de Imagínate - Flecha Juventud, con Juan Alberto Badía en la AM de Del Plata, a ciclos de frecuencia modulada como Experiencias o Sonrisas) pero sí fue la que desarrolló un estilo propio y se plantó de igual a igual en un ámbito abrumadoramente testosterónico como era la Rock & Pop de los 80 y 90. Después de haber participado en hitos como 9 PM (con Lalo Mir) y La venganza será terrible (con Alejandro Dolina), encontró su lugar en el mundo en Tarde negra, programa que condujo durante trece temporadas, siempre en la 95.9.
Cuál es?
La primera hora de Cuál es? definió la radio de los siguientes veinte años: una charla supuestamente fuera de pauta entre Mario Pergolini, Eduardo De La Puente y Marcelo Gantman, donde se hablaba de lo que surgiera con absoluta espontaneidad. Eso, hasta que el conductor finalmente saludaba con un "muy buenos días a todos" y ordenaba tres temas al hilo a los que generalmente hilaba un criterio determinado. Líder indiscutido de la segunda mañana durante casi toda la década del 90 y la primera de los años 2000 (terminó en 2011 cuando Pergolini inició su proyecto Vorterix), fue punto de encuentro para una generación y -además- indiscutible semillero: de él salieron Andy Kusnetzoff, Nacho Goano, Gustavo Olmedo, Guillermo Hernández y hasta Freddy Villarreal.
El parquímetro
La irrupción de Fernando Peña en la FM argentina desafió a la quinta que venía dominando el aire desde los agitados 80: sus virtudes principales eran el misterio y la imprevisibilidad. En sus primeras apariciones en Animal de radio o Tarde negra nadie tenía del todo claro si Milagros López, Dick Alfredo, la Mega o Palito tenían entidad independiente o salían de la misma usina de talento. La opción correcta era la segunda: este exauxiliar de vuelo de American Airlines nació para aprovechar todos los recursos de la radio, y nunca lo hizo mejor que en El parquímetro, emitido por la FM Metropolitana 95.1, el espacio que La Nación definía en su nacimiento como "uno de los programas más zafados de la radio porteña de estos días". Una nueva bisagra.
La comunidad Metro
Por un lado Basta de todo, que -aunque muchos no lo recuerden- nace co-conducido por Matías Martin y Juan Pablo Varsky y luego encuentra su "era de oro" en el triunvirato Martin- Diego Ripoll-Cabito Massa Alcántara. Por otro, Perros de la calle, la apuesta de Andy Kusnetzoff por una radio aspiracional, que juega a sentar a su comunidad de oyentes en la mesa de conducción haciéndolo partícipe con secciones interactivas como ¿Da para darse? y hablándole desde la llanura de la cotidianidad. Metro fue la última relectura masiva y con códigos propios de la FM argentina, que evolucionó en programas convocantes y personales como el Gente sexy de Clemente Cancela (Blue, Rock & Pop, Congo) o el Últimos cartuchos de Migue Granados y Martín Garabal (Blue, Vorterix).
Por Diego Mancusi
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