Quién es Thomas Fort, el sobrino de Ricardo involucrado en un choque fatal

En las últimas horas, el apellido Fort volvió a los titulares de la prensa aunque esta vez no fue por Ricardo, el recordado "comandante" que alcanzó la fama televisiva a comienzos de la década pasada antes de su prematura muerte en 2013, a los 45 años.

Thomas Alan Fort, sobrino del chocolatero, fue demorado hoy por las autoridades acusado de ser el conductor que el 5 de enero provocó un accidente de tránsito en el que murieron dos mujeres cuando el auto en el que circulaban perdió el control y chocó contra el guardarrail de la autopista Panamericana, a la altura de Don Torcuato.

Pero, ¿quién es este joven de 29 años al que la la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) acaba de imputar por el delito de ‘doble homicidio culposo triplemente agravado y dobles lesiones culposas agravadas’?

Thomas es hijo de Jorge -el hermano mayor de Ricardo- y Sandra Diluca. Además es nieto de Felipe, el fundador de la fábrica argentina de golosinas responsable por icónicas marcas como Jack, Marroc y Dos Corazones, donde trabajó en desarrollo de producto. También estudiaba Derecho en la Universidad de Belgrano luego de haber empezado y abandonado las carreras de Ingeniería y Biotecnología.

Aunque el chocolate paga las cuentas de la dinastía Fort, es el arte el que eleva el espíritu de sus miembros. Su abuela era cantante lírica, su padre toca la trompeta y su madre pinta. Él también sueña con convertirse en un cantante famoso, aunque marca distancia con su tío, a quien ha tildado en el pasado como un tipo "arrogante" y "jodido".

Thomas, que está en pareja con la comunicadora Paula Cardinalli, lideró asimismo una banda llamada Taboo y grabó un disco. Sin embargo, su interés no se limitan a la música: también practica tiro al blanco desde hace varios años, luego de sufrir un intento de robo en su casa.

También le gustaban los autos veloces, como quedó claro en 2017, cuando publicó un video en el que se lo podía ver conduciendo a 210 kilómetros por hora en una autopista. "Así se mata el aburrimiento de los martes. Lunes de tiros, martes de velocidad", dijo por entonces.

Tres años después, ese gusto por las emociones fuertes parece haberlo alcanzado. Según la investigación, que aún debe corroborarse con pericias, conducía a unos 180 kilómetros por hora y, en una maniobra para rebasar el auto de las víctimas, hizo que ese vehículo perdiera el control y chocara. Luego se fugó del lugar sin detenerse a asistir a las víctimas.

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