Quién es Marisa López, la mujer que cuidaba a los hijos de Fort junto a Gustavo Martínez
Tras la trágica muerte de la expareja de Ricardo Fort, la histórica niñera de sus hijos, Martita y Felipe, asumiría como su tutora; esta es su historia, de jugadora de Las Leonas a la figura materna de la familia
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Esta madrugada Gustavo Martínez, quien estaba a cargo de los hijos de Ricardo Fort, murió al caer de un piso 21 en Belgrano. Y con su fallecimiento, Martita y Felipe Fort, los herederos del exempresario mediático, quedarían bajo el cuidado de la exjugadora de hockey, Marisa López, quien fue su niñera durante muchísimos años.
El 25 de febrero del 2004 en Los Ángeles, Estados Unidos, los mellizos nacieron a través de una subrogación de vientre y, como consecuencia de su bajo peso, debieron permanecer varios días con la asistencia de en una incubadora. Durante esos tiempos, Ricardo y sus hijos se refugiaron bajo el cuidado de la familia del empresario en Miami. En un principio recibieron el apoyo del entrenador físico Claudio Borges y de su esposa, y más adelante, de Karina Antoniali, exesposa del hermano de Ricardo, Eduardo.
Ricardo Fort estaba muy feliz por compartir tiempo con Martita y Felipe, ya que había sido uno de los sueños de su vida. Sin embargo, cuidar a la familia es un tarea difícil y más aún con las obligaciones laborales que tenía en aquel momento. Por este motivo, buscó asistencia para la crianza de sus hijos en manos de personas de su confianza, mientras transitaba con empeño su camino hacia el estrellato.
Durante esos años, Karina era muy allegada al mediático empresario y se había ganado su confianza y cariño por el amor que les brindó a sus hijos. Así, convenció a Ricardo de contratar un niñera para que lo asistiera en las tareas diarias de cuidado a los niños, y así él pudiera dedicarle el tiempo que requería su profesión.
De esta manera, con la recomendación de su excuñada que era muy íntima a la exdeportista, Marisa López llegó a la casa de Ricardo y no solo se ganó el cariño de los mellizos, sino que pasó a formar parte de la familia Fort.
De capitana de la selección de hockey a niñera de Martita y Felipe Fort
Marisa nació en septiembre de 1964 y desde muy chica se sintió atrapada por el hockey. Con el paso del tiempo fue progresando en su juego y desde una corta edad llegó a las categorías inferiores de la selección argentina para convertirse en una Leoncita.
En 1983 arribó a la selección mayor y tuvo su primera presentación oficial con Las Leonas en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, con 24 años. En aquella cita olímpica, Argentina obtuvo el séptimo puesto y los especialistas empezaron a poner el ojo en un camada que prometía grandes logros.
Y así fue. En los años venideros, la joven camada que también estuvo integrada por Vanina Oneto y Magdalena Aicega entre otras figuras, se alzó con los Juegos Panamericanos de Indianápolis en 1987, de La Habana en 1991 y de Mar del Plata en 1995. Al mismo tiempo, en 1994 aquel seleccionado de Las Leonas consiguió la medalla de plata en la Copa del Mundo que se disputó en Estados Unidos.
Más allá del exitoso paso que tuvo durante su carrera profesional en el hockey donde fue categorizada como “una genio” por los expertos del deporte, siempre sintió un fuerte vocación por ser niñera que se concretó cuando le llegó la posibilidad de sumarse a la familia Fort.
Cuando Karina la presentó a Ricardo tras el nacimiento de los mellizos, Marisa López inmediatamente tomó la decisión de alejarse de su carrera deportiva y apostó sus energías al cuidado de Martita y Felipe. Desde esos años, pasó a ser un integrante más de la familia, los acompañó en muchos de sus viajes a Miami y a otros países del mundo y, según declaraciones de sus allegados, “se convirtió en la imagen materna de los niños”.
Así se generó un vínculo muy estrecho y Marisa pasó a convivir con Ricardo, Gustavo y los mellizos. “Vivía cuidando a todos y él tenía agradecimiento por su labor”, relató la expareja del empresario hace algunos años.
Como una familia transitaron los años hasta que en el 2013, Ricardo Fort empezó a sufrir dolores extremos y Marisa pasó a ser la encargada de la casa. Junto a Gustavo acompañaron al mediático en sus momentos más difíciles y, tras su deceso el 25 de noviembre, asumieron la responsabilidad del cuidado de Martita y Felipe.
Luego de superar el trágico golpe, la relación se forjó aún más y el vínculo entre los herederos, Gustavo y la exjugadora de hockey, perduró hasta la actualidad. Incluso, recibieron juntos el año nuevo del 2021 en Miami con toda la familia Fort.
Ahora, con la partida física de Gustavo Martínez, Marisa López volverá a tener la responsabilidad de guiar a los mellizos de 17 años, por lo menos, hasta que sean mayores de edad el próximo 25 de febrero. Más allá de la decisión que tomen Martita y Felipe sobre su futuro, como declararon en reiteradas oportunidades, Marisa seguirá siendo parte de su familia.
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