Es extraña la vida. David Aguilar no puede creer dos cosas: que sea uno de los artistas mexicanos más nominados a los Latin Grammy y que el equipo de fútbol de su ciudad sea dirigido por Diego Armando Maradona. "Pensé que era una broma. Es surrealista que en Culiacán, la ciudad donde crecí, vaya a dirigir Maradona. Es como una película de realismo mágico en Sinaloa". De golpe todos se preguntaron quién era este cantautor llamado David Aguilar que se había colado en las mejores categorías de los premios con el álbum Siguiente y había conseguido empardar con cinco nominaciones al mismísimo Jorge Drexler.
"Nunca me lo imaginé. Ser nominado para mí es importante porque me sitúa en el medio y tengo que aprovechar el momento. Mucha gente me ve nominado como artista nuevo y dice ¿quién es?.Tengo canciones que vienen haciendo su labor y estoy en un momento adecuado. No sé si tengo la coraza para la popularidad y tener shows más grandes que es un paso natural que se da. Tampoco tengo prisa. Me gusta que se vaya cosiendo de a poco el arroz. Soy alguien que prefiere más armar una carrera de longitud", sostiene este trovador pop contemporáneo de 35 años, que tocará mañana, a las 21, en el Xirgu Untref, por primera vez en la ciudad.
La noticia sorpresa lo agarró durante el tour que esta compartiendo con la chilena Mon Laferte por la Argentina. Sin embargo, el cantautor hace tiempo viene haciendo méritos artísticos suficientes dentro de ese movimiento de la nueva canción mexicana que va desde Carla Morrison a nuevas promesas como Silvana Estrada: "Es una crack hay que escucharla", recomienda el cantautor. El nombre de David Aguilar empezó a sonar con fuerza a partir de su colaboración con Jorge Drexler con el que compuso a dúo el tema "Abracadabra", que interpretó Julieta Venegas en el álbum "Salvavidas de Hielo" y su voz autoral cobró alcance popular con "Danza de gardenias", el tema que compuso junto a Natalia Lafourcade y está nominada a Canción del año para los Latin Grammy.
"Todo es muy sorprendente para mí. Entré en las categorías más importantes como Canción del año, que es la que me siento más identificado ,y encima estoy compitiendo contra mi mismo porque estoy por "Danza de gardenias" junto a Natalia y "Embrujo", que es de mi último disco. Una de las cosas curiosas también es que quedé nominado junto a Chico Buarque, del que soy fan total y de Drexler, así que si no gano puedo decir igual que estuve nominado junto a ellos".
En el 2013 Jorge Drexler fue a presentar Bailar en la cueva a Ciudad de México y le mandó un mensaje al teléfono sin conocerlo. "Una mañana estaba acostado y tenía un wasap de él. «Daniel (Drexler) me hablo de ti y me encantaría conocerte». Me invitó a cantar con él a su concierto sin conocerme personalmente. Así empezamos una amistad. Luego me lo encontré en las playas de Uruguay en el cumple de Daniel donde se reúnen muchos músicos que van de Brasil, Uruguay y la Argentina".
Sus canciones logran empatía y extrañamiento. Desde el timbre de su voz hasta la forma en que están construidas sus canciones, donde aparecen influencias de distintos ritmos latinos, melodías hipnóticas, cierta psicodelia y una impronta poética galáctica y costumbrista, David Aguilar resalta de la media de los cantautores por su singularidad. Sus canciones atrapan al escucha atraído por esa sutil trama de sonidos e influencias que marcan su obra. "Yo me siento justo entre Aute y Bowie, entre Silvio y Lennon, mezclados con cosas brasieñas. Soy muy fan de Chico Buarque, lo trato de robar completo", confiesa.
Desde 2003 hasta 2010, David Aguilar grabó cuatro discos, aunque fue con el álbum El David Aguilar, realizado gracias a una plataforma colaborativa de fondos, que se ubicó entre las revelaciones de 2014 para los especialistas. "Por esa época no lograba salir del circuito de barcitos y peñas. Me gustaba y no tenía una distinta. De pronto un día me harté y conscientemente me fui a hacer un disco de banda como El David Aguilar, que fue una producción distinta y ecléctica. De a poco empecé a entrar al mundo pop". cuenta.
David Aguilar es de Culiacán, la capital del estado de Sinaloa, con un millón de habitantes, al norte del país y tristemente conocida por las noticias policiales relacionadas con el narcotráfico y sus crímenes. "De allí es la narco cultura y también hay mucha violencia. Históricamente es el estado donde se sembró amapola en los setenta. Pero también hay cosas mas bonitas como la música. Allí nacieron Pedro Infante y Lola Beltrán". El sonido de Sinaloa tiene una herencia balcánica que se escucha en las famosas bandas de vientos con swing mexicano. Eso le dio un pulso particular a sus canciones y las envolvió de una atmósfera única. "Es una tierra de mucho calor. Y un estado que parece una isla. Está lejos de ciudades grandes. En medio de la nada. Hay mucha música y mucho cantante. Yo tengo ese tipo de sonido norteño que está latiendo en mis canciones y roza con sus codos un country folk lento, la polka, el bolero ranchero y el tex mex. Soy como un mariachi pop".
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