¡Qué viva Andrés Caicedo!

Coincidiendo con el postergado estreno en Argentina del documental Andrés Caicedo: unos pocos buenos amigos, que el colombiano Luis Ospina realizó sobre su compatriota y amigo en 1986, la editorial Norma lanzó Mi cuerpo es una celda, la autobiografía de Andrés Caicedo (1951-1977), un libro con "dirección y montaje" (sic) del escritor chileno Alberto Fuguet. La referencia cinéfila no es casual: Fuguet tomó la obra epistolar y otros escritos, y usó como modelo para su libro el documental sobre Kurt Cobain About a Son, que usa la voz en primera persona de sus protagonistas. "Estaba viviendo una especie de overkill de libros teóricos. No quería más sobreexplicaciones en esta época de Wikipedia. Había suficiente material para que Andrés hablara solo", explica. "Me prometí no escribir nada, pero había cartas que eran muy potentes y que luego se iban diluyendo. Yo quería que se notara que era un escritor, que este chico era más que un afiche." El "fenómeno Caicedo" comenzó en Argentina con la edición de la novela ¡Que viva la música!, con prólogo de Fabián Casas. Acaso por su halo de escritor maldito y por su vida punk (murió a los 25 años), tan intensa como su escritura, se transformó en un creciente culto, y ya se ha editado gran parte de su obra: Angelitos empantanados..., Calicalabozo y El cuento de mi vida. "Creo que ayudó mucho que haya sido Casas y no un Tomás Eloy Martínez el que empezó todo esto. Fue muy horizontal, y también Internet ayudó muchísimo. Creo que este momento con tanta información digital y gente que va a ver a Radiohead con un libro de Bolaño debajo del brazo es ideal para alguien como Caicedo."

Mirá la videonota con Alberto Fuguet

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