Qué fue de la vida de Luke Mably, el protagonista de El príncipe y yo
En 2004 disfrutó las mieles de la fama en Hollywood y él mismo reveló que vivía “como el personaje de la película”, sin embargo un día desapareció; Netflix revivió el film y hasta el perfil de sus redes sociales
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LA NACION Belkis Martínez
La sinopsis es sencilla: un príncipe danés quiere divertirse y para eso organiza un intercambio estudiantil en los Estados Unidos, donde conoce a una chica que lo desafía permanentemente y lo ve como a uno del montón. El príncipe y yo es una película romántica que tuvo su momento de fama allá por 2004 y es ideal para que disfruten quienes quieren relajarse después de un día duro de trabajo, ya que no hay que hacer tanto esfuerzo por seguir una trama rebuscada y, además, ofrece un momento de diversión en medio de los días que se viven.
La cinta estaba oculta entre tantas otras que quedaron en el viejo formato de DVD y que se usan poco y nada tras la llegada de las plataformas de streaming. De hecho, hace unas semanas Netflix revivió la primera parte de la historia que va desde el romanticismo a la comedia, y le recordó a sus fanáticos a dos de los personajes más queridos de este tipo de producciones que tienen el típico condimento del “happy ending [Final feliz]” hollywoodense.
Con el resurgir del film, también lo hicieron sus actores principales: Julia Stiles y Luke Mably. Los dos tuvieron carreras completamente distintas y hoy se refleja, por ejemplo, en las redes sociales y en la memoria de quienes intentaron seguir sus trabajos filmográficos, después de verlos protagonizar juntos “el cuento de hadas”. Tras el boom que tuvo a principios del 2000, El príncipe y yo tuvo una segunda parte en 2006 que ahora está disponible en Prime Video: El príncipe y yo II: La boda real. En esta entrega sin embargo, la protagonista es Kam Heskin.
El personaje que destacó a Luke Mably
En la primera parte Julia, quien interpreta a Paige Morgan en la comedia romántica, es una estudiante de medicina en una universidad de Wisconsin que, por una cuestión del destino, se cruza en las clases con el Príncipe de Dinamarca, Edvard [Luke Mably]. El material fue rodado entre Canadá y Dinamarca y habla del escape del Príncipe junto a su mayordomo a Wisconsin, Estados Unidos, para eludir sus deberes de la realeza mientras disfruta de su juventud y soltería. En medio de su “vida loca”, propia de la edad, encuentra a la mujer que sin darse cuenta lo redirecciona.
La producción que pretende ser una suerte de pseudocuento de hadas fue dirigida por Martha Coolidge y logra enamorar hasta a los más escépticos. Tiene una duración de 110 minutos y es apta para toda la familia.
En ese tiempo, Mably -nacido en Gran Bretaña- se robó la atención de los espectadores. Según lo describió Entertainment en aquel año en medio del lanzamiento del film, al actor que por entonces tenía 28 años, se lo consideraba “una promesa del cine internacional”. De hecho, en Hollywood creyó haber encontrado su lugar para desarrollar exitosamente su carrera.
Las publicaciones de la época describían que “vivía un presente al estilo del personaje a quien le dio vida” en la película que lo “encasilló como un romántico”. Por eso, con el relanzamiento de las dos cintas que protagonizó y que ahora gozan de un lugar en las plataformas On Demand, los fanáticos se percataron de un detalle particular.
Mientras que a Julia después de este protagónico se la vio en numerosas producciones de Hollywood, él, por el contrario, quedó en el olvido. En un breve repaso por sus redes sociales, el actor que goza de un físico prodigioso, tiene solo 10 mil seguidores [hasta la publicación de este artículo]. Este es un número relativamente bajo para una persona que dedicó gran parte de su vida a la actuación si se compara, por ejemplo, con algún influencer de la actualidad.
Cómo surgió la carrera de Luke Mably
Según se refleja en Sensacine, Mably comenzó a actuar en el 2000 en In The Beginning [En el comienzo], un relato religioso que reconstruye los viajes de Abraham y está ambientado en torno al año 2000 A.C. Después de esto hubo dos películas más hasta que logró su primer protagónico junto a una joven actriz de Hollywood que también comenzaba a abrirse camino: Julia. La producción, además, contó con un staff de primera línea: Ben Miller, Miranda Richardson, James Fox, Eliza Bennett, John Bourgeois, Alberta Watson, entre otros. Todas figuras que consiguieron mantener un lugar en el cine británico.
En medio de su éxito, protagonizó otros papeles como 28 días después y en la miniserie de la cadena NBC Uprising, en 2001, de acuerdo con Entertainment. Pero tras ese trabajo, desapareció por un tiempo de la mira de los principales directores de Hollywood.
De a poco comenzó a recuperar su carrera y consiguió un papel importante en el drama bélico Elegidos para ser héroes (2016), que se centra en la historia de un abogado judío que en la Segunda Guerra Mundial se infiltró en el ejército nazi para encontrar a la mujer de la que estaba enamorado y para eso lleva adelante una rebelión contra el ejército alemán.
Las últimas veces que Mably pisó un set de grabación fue en 2018 para filmar el episodio 11 de The Seal team, un drama militar producido por la cadena CBS donde interpretó brevemente el papel del sargento mayor Nigel Wickham.
“A veces, lo más desafiante de crear un personaje es convencerme a mí mismo de que puedo hacerlo. Muchas cosas en la vida son así: no tengas miedo de fallar, ten miedo de no intentarlo”, escribió en una publicación en Instagram tiempo atrás para definir su método de trabajo.
En las entrevistas que dio en sus años de auge, contó que le gustaba “tocar música heavy metal y fingir ser un vampiro frente al espejo”. De hecho, un poco de esta autodefinición puede verse en un breve repaso por sus redes sociales. Allí comparte algunas imágenes de los trabajos que protagonizó, los dibujos que hace como una especie de vía de escape y su historia de amor con Andrea Diac, su novia de toda la vida.
Por Belkis Martínez
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