Qué es de la vida de Catherine Bach, la actriz que impuso su propio estilo en la moda de los ‘80
Se hizo conocida por interpretar a Daisy Duke en Los Dukes de Hazzard y por imponer los minishorts en la pantalla chica
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Los Dukes de Hazzard fue una de las series más populares de la década del ’80. Y ella, Catherine Bach, la única protagonista femenina de esta historia. Bajo el rol de Daisy Duke, esta jovencita rápidamente cosechó admiradores por todo el mundo y se convirtió en una referente de la moda por sus diminutos shorts de jean y sus camisas anudadas en la cintura.
Icono en Hollywood, su belleza, simpatía y frescura le auguraban un futuro prometedor dentro de la industria; sin embargo, eso nunca ocurrió. Tras la finalización de este éxito, en 1985, sus apariciones en la pantalla se volvieron cada vez más esporádicas, así como también las tapas de revistas.
Lo cierto es que el encasillamiento al que ese papel inolvidable la catapultó sumado a una historia de amor con trágico final hicieron que muchos de sus fanáticos le pierdan el rastro. Y si bien poco ha quedado de ese sex symbol que impuso el minishort entre las mujeres, Bach supo como reinventarse y acercarse al público desde otra faceta: la de empresaria y diseñadora de joyas.
La chica del minishort
Aunque creció en Dakota del Sur, Catherine Bachman nació el 1 de marzo de 1954 en Cleveland, Ohio. Muy segura de su vocación, ya de niña participó en una puesta de The sound of music y a los 16, comenzó a estudiar actuación en la UCLA; carrera que solventó cosiendo ropa para amigos y compañías teatrales.
Su primera propuesta le llegó en 1974 con la película The Midnight Man y, ya a los meses, estaba actuando junto a Clint Eastwood en Especialista en el crimen. También pasó por series como Mujer policía y El crucero del amor. Sin embargo, el reconocimiento del público le llegó casi sobre finales de los ’70 de la mano de Los Dukes de Hazzard, la serie que se emitió entre 1979 y 1985 y arrasó con más de 20 millones de espectadores en todo el mundo.
Creado por Gy Waldron, el programa televisivo de CBS contaba la historia de Bo (John Schneider) y Luke Duke (Tom Wopat), dos primos que luchaban contra la injusticia en el condado de Hazzard y se caracterizaban por conducir un Dodge Charger 1969 conocido como “General Lee”. En sus aventuras, los acompañaba su prima Daisy, la mujer que -según muchos- mejor lució los minishorts en la historia de la humanidad.
Su look (diminutos shorts de jean y camisas anudadas en la cintura) se convirtió en tendencia mundial gracias a su personaje, una muchachita dulce y decidida que manejaba un jeep llamado “Dixie” y trabajaba como mesera en el Nido del Jabalí, donde aprovechaba para espiar los movimientos del comisario Boss Hog (Sorrel Booke) y ayudar a sus primos. Y la verdad es que su presencia nunca pasaba inadvertida.
Ahora bien, en un principio Catherine parecía no tener ninguna chance de quedarse con el papel, ya que cuando llegó al casting se encontró con que los productores estaban buscando a una actriz con un aspecto más voluptuoso y de pelo rubio, parecida a Dolly Parton. Sin embargo, y a pesar de no cumplir con las expectativas, los creadores vieron algo en ella y fue contratada en el acto.
Además de su belleza y gran carisma, parece que Bach contaba con un fuerte poder de persuasión, ya que no sólo se quedó con el personaje sino que participó activamente en el desarrollo del mismo, eligiendo el look que luego la posicionó entre las mujeres más sexy del planeta. Si bien los productores habían pensado en un vestuario más usual (top de cuello alto, falda y botas altas), Catherine pregunto si podía traer su propio atuendo (shorts de jeans, camisas leñadoras y sandalias de taco alto) y cambió sus planes en cuestión de segundos. Y aunque los diminutos shorts fueron causa de varias polémicas, los productores decidieron conservarlos al considerar que eso ayudaba al rating.
“Tenía botas go-go, una prenda de cuello alto y una peluca rubia porque al creador le encantaba Dolly Parton. Entonces pensé: ‘necesitamos un cambio de vestuario’. Así que conseguí mis pantalones cortos de jean, mis botas de vaquero y una camisa tipo top y les encantó”, recuerda sobre cómo surgió ese estilo que inmediatamente fue bautizado como Daisy Duke y tuvo una gran aceptación en el público.
Convertida en un símbolo sexual, la chica que solía entrar al auto de sus primos por la ventana se transformó en una de las actrices más cotizadas del momento. Por no hablar de sus torneadas piernas que, por ese entonces, estaban aseguradas por un millón de dólares; un truco publicitario que ayudó a imponer la imagen de Daisy en el colectivo imaginario y que la llevó a desfilar por las pasarelas más importantes del mundo.
Sin embargo, y contra todos los pronósticos, su suerte y mote de “chica sexy” tuvo fecha de vencimiento. Tras siete temporadas al aire, y debido a algunas disputas contractuales con los dos actores principales, el programa llegó a su fin en 1985. Y aunque surgieron algunos spin-off en torno a la franquicia o nuevas versiones como fue The Dukes of Hazzard: Reunion! (1997) y su secuela The Dukes of Hazzard: in Hollywood (2000), ya nada fue igual para la actriz.
De sex symbol a empresaria
Luego del éxito de CBS, Bach siguió participando en distintos films aunque no con la misma repercusión. Street Justice, African Skies, Criminal Act y Range and Honor fueron algunos de los títulos que la tuvieron en su cast, pero que la hicieron pasar desapercibida en una industria que ya la había encasillado.
No conforme con el tipo de papeles que le llegaban para interpretar, Bach decidió reinventarse y dejar los sets por un tiempo. Fue así como, en 2002, incursionó en una nueva faceta como emprendedora al lanzar su propia línea de joyas con diamantes llamada Catherine Bach Signature. De hecho, muchos pensaron que se había despedido definitivamente de la actuación, ya que tres años después rechazó hacer un cameo en la remake de la película Los Dukes de Hazzard, donde Jessica Simpson fue la elegida para interpretar su papel.
Ya sin los ajetreados horarios de filmación, Catherine se abocó de lleno a su nuevo éxito empresarial y al cuidado de su familia. Es que después de terminar su matrimonio con David Shaw (1976-1981), la actriz se dio una nueva oportunidad en el amor y contrajo matrimonio con el abogado de los famosos Peter López (1990), con quien tuvo a sus dos hijas: Sofía y Laura. Inmediatamente, su familia se convirtió en su refugio cuando Hollywood le dio la espalda y los teléfonos dejaron de sonar.
Tras varios años de no saber de ella, Catherine volvió a ser noticia aunque esta vez por una tragedia personal. En abril de 2010, su esposo, de 60 años, se suicidó de un disparo. El hombre que había sido el abogado de Michael Jackson, de la banda The Eagles y de Andrea Bocelli, entre otros músicos, fue encontrado muerto por una herida de bala en su departamento de Encino Hills y este hecho volvió a golpear muy fuerte a la artista.
Lejos de comprender los motivos por los cuales su marido había tomado esa decisión, la intérprete confesó que nunca había notado ningún tipo de señal que la alarmara. “Peter no consumía drogas, rara vez bebía y éramos financieramente estables, no tenía problemas”, aclaró quien inmediatamente se refugió en su íntimo núcleo para hacer el duelo.
Sin embargo, años después, decidió hablar del trágico hecho públicamente y lo relacionó con algunos abusos que su marido había padecido durante su infancia y que, al parecer, nunca pudo superar. ”Cada suicidio es diferente y único porque cada persona es diferente y única. He leído muchas investigaciones al respecto, algunas que salen de Harvard y encontré una nota que hablaba de suicidios inexplicables que podrían atribuirse al abuso infantil”, reveló en una entrevista de 2013 con The Huffington Post.
Gracias a su gran fortaleza y al amor de sus hijas, Cathy logró reponerse aunque cada aniversario o fecha especial recuerda lo mucho que lo extraña. “23 años de amor, risas y familia. Nunca serás olvidado, Peter López”, escribió en 2018 en su cuenta de Instagram junto a un collage de fotos románticas que narraban su historia de amor.
Poco a poco, y con una férrea necesidad de recuperar aquellas cosas que le hacían bien, Bach volvió a los sets. Desde el año 2012, asumió un nuevo reto en la telenovela The Young and the Restless interpretando a Anita Lawson, con participaciones esporádicas que se mantuvieron hasta 2019. En el medio, también fue Amy Harlan en Hawai Five-0 (2015) y en 2016, Pearl en My Best Friend.
Hoy, a sus 67 años, Bach aún conserva su belleza pero ha demostrado que es posible reinventarse y mostrarse desde otro perfil, por fuera de las luces de Hollywood.
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