Premios Oscar 2024: ¿quién se va a llevar la estatuilla a mejor actriz de reparto? ¿Da’Vine Joy Randolph no tiene competencia?
La actriz de Los que se quedan, conocida en nuestro país por su participación en Only Murders in the Building, ha ganado todo en la temporada de premios, a pesar de que la categoría contiene a dos estrellas como Jodie Foster y Emily Blunt
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- Nominados al Oscar a la mejor actriz de reparto: Da’Vine Joy Randolph (Los que se quedan), Jodie Foster (Nyad), Emily Blunt (Oppenheimer), Danielle Brooks (El color púrpura), America Ferrera (Barbie).
- Va a ganar el premio: Da’Vine Joy Randolph.
Entre las categorías de los premios de la Academia, que se entregan el 10 de marzo, la de Mejor Actriz de Reparto es una de las pocas que tiene el número puesto. Entre todas las demás hay favoritos, como Cillian Murphy para Mejor Actor, o hay dípticos en disputa, como Lily Gladstone versus Emma Stone para Mejor Actriz, hay directores con pergaminos de merecimiento como Christopher Nolan por Oppenheimer, y algunos pronósticos todavía inciertos como el de Mejor Película Internacional entre grandes candidatas como Zona de interés, La sociedad de la nieve o Días perfectos. Sin embargo, Da’Vine Joy Randolph ha ganado los premios más importantes en esta temporada. Su personaje en Los que se quedan le valió el Globo de Oro, el SAG, el Bafta y la mayoría de los premios de las asociaciones de críticos. Sus méritos son suficientes y es quizás la que empujará con más fuerza a la película de Alexander Payne en una contienda en la que ha quedado relegada.
La lista completa de nominadas incluye además a Jodie Foster por Nyad, estrenada en Netflix ya hace algunos meses; a Emily Blunt por la multipremiada Oppenheimer, a America Ferrera como una de las pocas representantes del fenómeno Barbie y a Danielle Brooks por el musical El color púrpura. Salvo Foster, el resto son debutantes en las listas de la Academia y salvo Blunt –que ha tenido una larga relación con el público desde El diablo viste a la moda, Al filo del mañana y Un lugar en silencio, dirigida por su marido John Krasinski– el resto proviene del cine indie o de la televisión. Danielle Brooks hizo su primer papel importante en Orange is The New Black, una de las primeras series originales de Netflix, y America Ferrara asomó por primera vez en Las mujeres verdaderas tienen curvas (2002), presentada en el Festival de Sundance, para luego consagrar su popularidad en la remake de Betty la Fea. La propia Da’Vine Joy Randolph comenzó con pequeños papeles en The Good Wife y Veep hasta lograr cierto reconocimiento en Mi nombre es Dolemite, junto a Eddie Murphy, estreno directo a Netflix de 2019.
En Los que se quedan, Joy Randolph interpreta a Mary Lamb, una cocinera de un colegio de élite en la Nueva Inglaterra de 1970, quien ha perdido a un hijo en la guerra de Vietnam y transita su duelo durante unas vacaciones invernales junto al profesor Paul Hunham (Paul Giamatti) y un grupo de alumnos malhumorados. Su historia transita en paralelo a la del amargado catedrático y su presencia ilumina la oscura mirada de Giamatti, contenida entre su sabiduría y su creciente resentimiento. El favoritismo de Joy Randolph trasciende su origen afrodescendiente o su condición de única mujer en ese mundo de hombres, jóvenes y adultos, castigados por los contratiempos de la vida. Mary Lamb sintoniza con la evocadora mirada de Alexander Payne sobre la época y recoge sin estridencias ni subrayados el anhelo de sanar las heridas y superar las pérdidas más dolorosas. Lo que impulsa a la actriz en su carrera por el premio es el merecido reconocimiento a una película que quedó fuera de las grandes categorías (como Mejor Director y algunos rubros técnicos que le garantizarían más protagonismo) y una interpretación tan solvente como entrañable, llena de sonrisas y esquivas emociones.
La que asoma como principal competidora desde el anuncio de las nominaciones es America Ferrera, embajadora de Barbie, una de las películas ninguneadas en esta temporada. Después de ser artífice del bautizado Barbieheimer, la película de Greta Gerwig fue quedando relegada al mero batacazo económico, mientras la de Nolan fue escalando como la preferida de las premiaciones. Si bien Barbie obtuvo ocho nominaciones al Oscar, no aparecieron los nombres de Gerwig y Margot Robbie entre las elegidas y se intuye que apenas podrá llevarse alguna estatuilla por las canciones originales como consuelo. Gloria, el personaje de Ferrara, es una mujer del mundo real y secreta artífice de la catástrofe de Barbieland que consigue su protagonismo gracias a un largo monólogo que condensa, entre la seriedad y la ironía, el sólido ideario de la película. Su voz evoca la de Gerwig y si bien esa elocuencia discursiva fue defendida por fans y cuestionada por detractores, sintetiza los verdaderos méritos por los cuales el nombre de la actriz de raíces hondureñas aparece entre las nominadas.
Más allá de sus pocas posibilidades de triunfo en esta carrera, la nominación de Jodie Foster tiene otras implicancias. En el año de su regreso a la TV como estrella de la cuarta temporada de True Detective, Tierra nocturna, consigue su quinta nominación al Oscar pero su primera en 29 años. La única nominación como Actriz de Reparto fue en 1977 por su papel de Iris, la prostituta adolescente de Taxi Driver, y el resto fue por Mejor Actriz: en 1989 por Acusados y en 1992 por El silencio de los inocentes, ganadora en ambos casos; luego, en 1995, por Nell, aunque perdió frente al notable trabajo de Jessica Lange en Blue Sky. En Nyad, Foster interpreta a Bonnie Stoll, atleta y mejor amiga de Diana Nyad, nadadora de larga distancia que a sus 64 años persigue el desafío de cubrir el recorrido entre Cuba y Florida. Es difícil para Foster dar vida a un personaje que debe medirse con el monumental ego de Nyad, interpretada por Annette Bening, pero su creación consigue el contrapunto de claridad y calidez necesario para contrarrestar el narcisismo de su amiga. Su encarnación de Stoll ofrece una dimensión humana del deporte, una gracia natural para concebir la amistad y un aplomo invaluable para moldear el carácter ante la adversidad.
En el caso de Emily Blunt, su desafío consiste en dar vida a uno de los pocos personajes femeninos fuertes de la obra de Christopher Nolan. Los mundos del director, a menudo concentrados en obsesiones y desencantos masculinos, proyectan en la figura de Kitty, la esposa del creador de la bomba atómica, una consistencia emocional hasta ahora inusitada. De hecho, a diferencia de personajes como el de Carrie-Anne Moss en Memento o Marion Cotillard en El origen, ambas ecos de los miedos y los peligros que acechan al héroe, Blunt consigue erigirse como un eslabón clave para el tormento moral de su marido y en representante de su dilema ante la sociedad; por ello es la primera mujer de una película de Nolan que consigue una nominación al Oscar. Su labor la posiciona como una seria competidora, aunque no ha ganado ninguno de los otros premios a los que fue nominada (SAG, Bafta, Critics’s Choice), por lo cual solo podría asomar como ganadora en caso de que Oppenheimer arrase con todos los premios de la noche.
Por último, la aparición de Danielle Brooks entre las nominadas llamó la atención, no por la falta de mérito de su candidatura sino porque seguramente fue la que desplazó a otras fuertes competidoras como Julianne Moore por Secretos de un escándalo de Todd Haynes y Penélope Cruz por Ferrari de Michael Mann. Ambas contaban con importante reconocimiento, sobre todo Moore que ha conseguido encarnar a un personaje indescifrable en una película de una agudeza notable, pero el ascenso de Brooks se consolidó sobre todo por el buen recibimiento de la versión musical de El color púrpura y el impacto de su interpretación de Sofía. En la historia de Celie, una mujer afrodescendiente que enfrenta el maltrato y la segregación a lo largo de la primera mitad del siglo XX en los Estados Unidos, Brooks interpreta a su nuera, la rebelde Sofía, representante del ímpetu y el desafío de una nueva generación. La versión musical de la legendaria novela de Alice Walker, ya llevada al cine por Steven Spielberg en 1982, pasó primero por Broadway, donde Brooks dio vida al mismo personaje y consiguió una nominación al Tony. La reinvención de su papel para la pantalla grande no solo le permitió ser la única nominada del elenco a varios premios (Globo de Oro, Bafta, SAG, Critics), desplazando incluso a Taraji P. Henson quien interpreta a la cantante Shug Avery, sino propiciar el regreso de la actriz a las grandes ligas años después de su éxito en Orange is the New Black.
Lo que resta en esta larga carrera es esperar para ver si se confirman los pronósticos y favoritismos, o la ceremonia de premiación nos depara una sorpresa, incluso en esta categoría en la que Da’Vine Joy Randolph parece tener su premio asegurado.
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