Con una ceremonia en el Gran Rex, se entregaron los premios a la música el mismo día de la muerte del cantante; Abel Pintos volvió a llevarse el oro
Pasadas las 21, mientras en la Legislatura Porteña los restos de Gustavo Cerati comenzaban a ser velados ante sus familiares, amigos y fanáticos, Abel Pintos celebraba el primero de sus triunfos sobre el escenario del Gran Rex y definía la intención festiva de la décimo sexta entrega de los Premios Gardel: el recuerdo y el homenaje al líder de Soda Stereo no sería "con nostalgia y tristeza pero sí con amor y felicidad". Ahí, en el emblemático teatro de la calle Corrientes, algunos de sus colegas y allegados de la industria decidieron –no sin cierta controversia- llevar adelante la ceremonia a pesar de la pérdida ocurrida por la mañana del mismo día de quien supo llevarse el premio máximo, el Gardel de Oro, en dos ocasiones. Más allá de los homenajes (improvisados por la urgencia de la coyuntura pero no menos sentidos), la mayoría de los premios fueron dedicados a la memoria de Gustavo Cerati, al legado eterno de Gustavo Cerati, a su música.
Desde el regreso de la ceremonia en 2012, esta fue la segunda vez consecutiva en la que CAPIF desplegó una imponente entrega televisada, con Roberto Pettinato y Sandra Mihanovich como MCs. Aunque algunas categorías fueron entregadas durante la tarde, las más importantes se transmitieron en vivo: al igual que en 2013, Pintos volvió a llevarse el oro por su disco Abel, Mejor producción (su primera incursión detrás de las consolas), Mejor álbum masculino pop y Canción del año, por "Aquí te espero", elegida por el público. En la platea superior del Rex, una multitud de fanáticas apoyó cada una de las intervenciones del cantante, que también representó uno de los actos en vivo junto a Tan Bionica, Raúl Lavié, Babasónicos y un pequeño set del Negro Rada en cajón peruano y voz acompañado por Pettinato en saxo.
Romantisísmico, el último de Babasónicos y producción con más nominaciones, ganó en las ternas Mejor álbum grupo de rock, Mejor ingeniería, Mejor diseño de portada y Mejor videoclip por "La lanza". Dárgelos recordó a Cerati en sus palabras de agradecimiento pero fue Andrés Calamaro quien no pudo contener el temblor al recibir el premio a Mejor álbum artista rock por Bohemio. El Salmón leyó unas líneas dedicadas, después de contar que pocas veces se había conmocionado tanto en su vida como cuando recibió la noticia.
Este año, el premio a la trayectoria fue para León Gieco, quien recibió el premio de manos de Abel Pintos. La inevitable sección In Memoriam llevó a la pantalla fotos de los artistas fallecidos durante este último año: de Nelly Omar a... Ricardo Fort. "Verbo carne", de Bocanada, sonó en el momento crítico del loop de imágenes de Gustavo: Gustavo solista, Gustavo con Soda, Gustavo joven. Hacia el final de la ceremonia, Carajo triunfó con Frente a frente en la categoría -hasta esta entrega inexistente- Mejor álbum rock pesado/punk; el violero Tery Langer, quizás sin medir el verdadero peso de sus palabras, resumió en una frase enaltecedora las sensaciones de un día intenso e inevitablemente doloroso para toda una nación, para varias generaciones: "Gustavo Cerati es el nuevo Gardel".
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