Por siempre Marlene
Estrella indiscutible del séptimo arte, Marlene Dietrich convirtió su imagen en un mito en base a una belleza enigmática, a una serie de romances tumultuosos y a una voz capaz de derretir el hielo. A una década de su muerte, el "ángel azul" siempre será sinónimo de glamour y escándalo
Hace diez años, el 6 de mayo de 1992, cerraba por última vez sus enigmáticos ojos una de las estrellas más notorias y controvertidas que brindó la pantalla grande: Marlene Dietrich.
La primera vez que Marlene puso un pie en un estudio de Hollywood, las cámaras se estremecieron. Es que, a principios de la década del ’30, pocas mujeres se animaban a ir contra las normas establecidas por una sociedad tradicionalista y pacata. Ella, que ya se sentía diva aunque apenas comenzaba su carrera, traía desde su Alemania natal una personalidad desprejuiciada y una mirada imperturbable con los que cautivaría al público norteamericano.
Hija de un oficial prusiano, Marie Magdalene Dietrich Von Losch nació el 27 de diciembre de 1901 en Schoeneberg, Alemania.
Desde muy pequeña mostró su veta artística al comenzar a estudiar canto y música. De joven tuvo sus primeros trabajos en cabarets alemanes donde ya arrancaba suspiros del público masculino.
Mientras estudiaba arte dramático pudo integrar los elencos de varias obras de teatro y participó de varias películas mudas que se producían en Berlín.
A los 23 años se casó con Rudolph Sieber y en diciembre de 1924 tuvo a su única hija Maria, quien años más tarde escribiría una autobiografía en la que ventiló los peores defectos de su madre. Si bien este matrimonio era muy liberal y estuvo plagado de múltiples infidelidades, Marlene permaneció al lado de Sieber hasta su muerte en 1976.
Pero fue el director Josef von Sterberg el creador de su poderosa imagen de femme fatale y con su ayuda, Marlene pudo insertarse en la industria cinematográfica de los Estados Unidos.
Von Sterberg se encargó de hacerla adelgazar 15 kilos, de maquillarla para acentuar su palidez, de teñirle el pelo de rubio, de afinarle las cejas y de convencerla para que le sacaran un par de muelas con el fin de que su rostro se viera más anguloso.
De la mano de Von Sterberg, quien en poco tiempo se convirtió en su amante, protagonizó en 1930 la película “El ángel azul” cuyo éxito fue rotundo en los cines alemanes.
Esta cinta fue el pasaporte al estrellato y la llave que abrió la puerta de los grandes estudios de Hollywood. En el film interpretaba a Lola Lola, una artista de cabaret que con sombrero de copa y portaligas, enloquecía a un profesor universitario.
A partir de entonces, los personajes que representaban eran mujeres de una sensualidad a flor de piel y carácter avasallador.
Así fue como su primera película filmada en tierra norteamericana, “Marruecos” (1930) la convirtió en la actriz mejor paga de su época y le valió una nominación a los premios Oscar.
La estrella inalcanzable
Al tiempo que crecía su fama aumentaban también las críticas sobre sus relaciones amorosas y se decía que ella misma lanzaba propuestas tanto a hombres como a mujeres del ambiente artístico y político.
Las películas que le siguieron, “Fatalidad” (1931), “La Venus rubia” (1932) “El expreso de Shangai” (1932), “El diablo era mujer” (1935), “La vuelta al mundo en 80 días” (1956), “Sed de mal” (1958) y “Gigoló” (1979), terminaron por hacer de Marlene un mito erótico.
En 1937 se nacionalizó norteamericana y participó en los shows de entretenimientos que se brindaron a los soldados en Europa y el norte de Africa.
Un año más tarde, Adolf Hitler le ofreció un contrato extraordinario para que volviera a Alemania, pero Marlene lo rechazó manifestando de esta manera su repudio al nazismo. El país que la vio nacer no se lo perdonó y la prensa la calificó de traidora.
Para esa época grabó discos como “You go to my head”, “Falling in love again”, “You do something to me”.
Al principio de la década del 60, la actriz decidió dejar de hacer cine y dedicarse de lleno al teatro y al canto.
En los ’80 la diva no quiso que sus admiradores la vieran envejecer, se negó a dejarse fotografiar y se recluyó en su departamento de París donde falleció a los 90 años.
Como homenaje a Marlene, la comisión de Cultura del parlamento alemán propuso que el día del aniversario de su muerte sea nombrada “Ciudadana de honor”, distinción que rechazó en vida en 1989 por no querer mostrarse ante las cámaras.
Frases de una estrella
“Nací en Alemania y siempre me consideré alemana... Los Estados Unidos me acogieron cuando mi patria no merecía ni siquiera llamarla así”
“En Europa no importa si eres hombre o mujer: hacemos el amor con quien nos atrae”
“No soy un mito”
“Nunca disfruté filmar una película”
"Soy por siempre la Emperatriz Escarlata, el maldito Angel Azul, en cien años, en mil años aún existiré. Mi vida está en películas enlatadas."
“A cualquier mujer le gustaría ser fiel. Lo difícil es hallar el hombre a quien serle fiel”
“Uno debe temerle a la vida, no a la muerte”
Links de interés
http://www.angelfire.com/art/safolesbos/ma_di.html
http://www.goethe.de/hn/bog/dietrich/spindex.htm
http://www.estilisimo.com/trabajo/trabajo_marlene.htm
http://www.satiria.com/libros/recuerdo_dietrich.htm
http://www.todocine.com/bio/00097530.htm
http://www.mujeractual.com/sociedad/mujeres/21.html
http://www.ciudad.com.ar/ar/portales/cotidiano/nota/0,3104,42246,00.asp
VIDEO
Las imágenes en video que acompañan esta nota pertenecen a la serie Grandes Romances del Siglo XX: Marlene Dietrich & John Wayne que se emitirá por el canal People & Arts los siguientes días:
- 22/7 - 5:30 am
- 6/8 -5:30 am
- 12/9 -5:30 am