Por cuánto venden la mansión de Freddie Mercury de Londres
Mary Austin, íntima amiga del artista, heredó esta casa con ocho dormitorios, salones multiusos, entre otros compartimentos que la depositan entre una de las más valuadas del barrio Kensington
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Ubicada en el barrio de Kensington, en Londres, la mansión donde vivió sus últimos años de vida Freddie Mercury se encuentra a la venta. Situada en un área lujosa que alberga embajadas y edificios victorianos sofisticados, el exlíder de la banda Queen se enamoró de dicho lugar a punto tal que adquirió esta propiedad con grandes lujos que hoy en día está valuada en 35 millones de euros.
Con grandes paredes en su interior para que el cantante tenga privacidad ante el asedio de los periodistas, su amiga Mary Austin heredó la propiedad en 1991 tras la muerte de Mercury y la convirtió en un templo donde los fanáticos pueden realizar visitas guiadas.
Según el relato de la periodista Sarah Rappaport para el medio Bloomberg, el emblemático artista se dejó llevar por el “silencio y la paz” del lugar para dar el sí y comprarla. Otro de los motivos que se deslizó es que la vivienda estaba alejada de la gran ciudad y eso le permitía a Mercury recrear un lugar más íntimo para poder crear y confeccionar sus canciones.
Compuesta por ocho dormitorios, salones multiusos y un amplio comedor donde agasajaba a sus invitados, Freddie priorizó siempre la comodidad y el detalle puntual en cada ambiente para darle su sello distintivo. A raíz de esta exigencia, el cantante tuvo algunos cortocircuitos con los arquitectos que intentaban plasmar -sin dar en el blanco- lo que él les indicaba. “No pudo lograr que el decorador coincidiera con las ideas que tenía en la cabeza”, especificó Mary Austin en una entrevista donde dio algunos ejemplos de cómo él recreaba una imagen mental que muy pocas veces podía traducirse en realidad.
Además de su sala para componer los temas, Mercury siempre priorizó su bienestar personal al tener dos baños en suite pegados a su habitación principal y la misma cantidad de salas de entretenimiento con juegos y otras distracciones para su momento de ocio.
“Esta casa le dio la maravillosa sensación de que podía crear, vivir y tener privacidad al mismo tiempo”, describió Austin, quien decidió, en primer lugar, subastar indumentaria y algunos objetos de Mercury hasta tomar la dolorosa decisión de poner en venta la histórica residencia en una sideral cifra que ronda las 30 millones de libras esterlinas.
Aún conmocionada por esta decisión de entregar un bien tan preciado como lo fue su casa, Austin agregó: “Había trabajado en la casa con él y para él. Siempre será suya. Era su sueño. Era su visión. Lo último que quiero es que alguien diga que la compra, la explote o la demuele. Esto es único, tiene su belleza. Sé que tiene un propósito para alguien. Lo tenía para Freddie”.
En un camino sin retorno, su amiga y confidente decidió sacar una tajada económica por la mansión que se encuentra en una ubicación privilegiada en Londres, con cercanías a aeropuertos y monumentos y, además, cuenta con el detalle infaltable de ser la vivienda donde en alguna ocasión Freddie Mercury creó un tema que quedó para la posteridad.
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