Piazzolla del haiku
A Carlos Adrián Ramos le gusta caminar sobre el empedrado de Buenos Aires. Le gusta el haiku -la poesía japonesa por excelencia-, el tango y el lunfardo. Y lo escribe: "Cambian los tiempos./ Rodean azaleas/ los adoquines". O "Sin su caricia/ sollozó más el fueye/ con la garúa". A veces, jugando con las letras de un tango, en otros apelando al lunfardo. O rompiendo con la tradición japonesa de los tres versos de cinco, siete y cinco sílabas, como si fuera un Piazzolla del haiku: "¡Ah Buenos Aires!/ Huérfano sin Cadícamo/ quedó tu tango".
Ramos fue discípulo argentino del japonés Tomiji Kubota, un maestro anciano que nunca se cansaba de repetir: "El haiku japonés mira la naturaleza, la descubre y la envuelve en su instante mágico, pero el haiku argentino debe respirar de su propia esencia". Y, como el poeta Matsuo Bashó (1644-1694), que supo transmitir de manera impecable la idea abstracta de la eternidad en uno de sus haiku más populares ("Añejo estanque/ inmersión de una rana/ chasquido del agua"), Ramos arremete por su lado con músicos y símbolos de la porteñidad ("Los Angelitos/ El último café/sabiendo a escombros").
Así, como aparece en el libro De fueye y empedrado... y algunos haikus (editado por Corregidor), el haiku con melodías de arrabal es una novedad presentada por este poeta, veterinario de oficio: "Se dio que, en un taller de haiku, en la escuela de Kubota, escribí un poema utilizando una expresión en lunfardo; no recuerdo bien si era afanar o laburar , y a mi profesora de entonces, Neri Mendiara -después de quedarse unos segundos pensativa-, no le quedó más remedio que decirme: "Habrá que aceptar el lunfardo en el haiku de Buenos Aires".
Consecuente, Ramos le dedicó más de diez poemas a Aníbal Troilo ("el fueye mayor, para mí") y tomó como inspiración letras de tangos de grandes compositores como Homero Manzi, Enrique Santos Discépolo y Horacio Ferrer.
Pero, claro, éstas son las últimas noticias del haiku en Occidente, pero no las primeras: ingresó por la vía francesa, le dieron la bienvenida el modernismo y las vanguardias española y latinoamericana, y por la anglosajona. Según se describe en el libro Japón en Tokonoma, de Amalia Sato, la composición tradicional del haiku exige tres elementos: yojo (sugerencia), kireji (palabra cortante o pausa) y kigo (palabra estacional). La cantidad de adherentes fue en aumento y renombrados escritores como Octavio Paz, Jorge Luis Borges y Mario Benedetti se animaron a incursionar en el haiku. Con sutileza, brevedad y sencillez.
Encuentro
- Entre el jueves y el sábado próximos, en el Teatro del Viejo Concejo de San Isidro tendrá lugar el III Encuentro Internacional de Haiku 2004. El programa incluye un concurso y charlas sobre este estilo de poesía. En 9 de julio 520.
Más leídas de Espectáculos
Con "precios amigables". De Ariel Tarico a Moria Casán: anunciaron quiénes harán teatro en Mar del Plata y cuánto costará la entrada más cara
“Sos una total desubicada”. La inesperada guerra entre Yuyito González y Yanina Latorre
Sin filtro. Yanina Latorre arremetió contra la China Suárez: “Si yo fuera la madre de Colapinto me asusto”