Peter Jackson: el señor de la fantasía
Este jueves se estrena Desde mi cielo, la nueva y polémica película del realizador de Criaturas celestiales; conocé de qué se trata, mirá el trailer y repasá la filmografía del director en imágenes. Por Milagros Amondaray
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Entre el cielo y la tierra
“Mi nombre es Salmon, como el pez. Mi primer nombre es Susie. Tenía 14 años cuando me asesinaron el 6 de diciembre de 1973. Pero nunca me fui. Estaba viva en mi propio mundo de perfección”. Así comienza Desde mi cielo, novela de Alice Sebold-película de Peter Jackson y cuesta no sentirse atraído por ese prefacio que nos dice dos cosas: una, que se trata de la historia personal de una niña; dos, que amerita una ametralladora de recursos fantásticos y descomunales, esos a los que Peter Jackson está acostumbrado.
Pero lejos de hacer foco solo en Susie (interpretada por Saoirse Ronan), Jackson no olvida que lo primordial de la novela de Sebold son los lazos que la unen a su familia (esos "lovely bones" del título original son el modo en el que Susie alude a dichos vínculos): padres Jack y Abigail (Mark Whalberg y Rachel Weisz) y hermana Lindsey (Rose McIver, en uno de los papeles más cruciales del film). El director de esa trilogía que arrasó con el nervio que solo puede generar una inherente grandilocuencia (El señor de los anillos) muestra, por un lado, el mundo real, duro, brusco, al que se enfrentan los miembros del clan Salmon y, por el otro, el mundo ideal que construye Susie en esa especie de limbo en el que recayó luego de ser asesinada. Y si hay una palabra que define el transcurrir del film de Jackson, ésa es impotencia. La impotencia de Susie por no poder guiar esa investigación hacia un único e inevitable puerto: George Harvey. La identidad de este asesino interpretado por el gran Stanley Tucci (El diablo viste a la moda) se revela al comienzo, por lo cual no estamos ante un relato whodunit sino ante una sucesión de elucubraciones del subconsciente. Susie, desde ese universo personal, intenta prevenir un nuevo asesinato y aliviar el dolor de esa familia sin consuelo alguno, sin siquiera un cuerpo por el que velar. "Siempre hago películas que a mí me gustaría ver en el cine. Eso es muy importante para mí. En este caso, quisimos [con las co-guionistas Philipa Boyens y su esposa, Fran Walsh] hacer algo que tuviera un poco de misterio, pero más que nada que se centrara en este mundo del subconsciente, el mundo del más allá".
Mirá el Trailer de Desde mi cielo:
La chica de los ojos azules y el hombre de los lentes
Hace menos de cinco años nadie conocía el nombre Saoirse Ronan. Pero vieron cómo es esto de los premios Oscar. Una nominación te garantiza que los reflectores empiecen a dirigirse hacia tu lado. Y eso le sucedió a esta actriz neoyorkina de tan solo 15 años. La película de su vida - hasta el momento, claro - fue Expiación (no le hagan caso al interminable y tramposo título en castellano: Expiación, deseo y pecado), la adaptación de la novela de Ian McEwan a cargo de Joe Wright (Orgullo y prejuicio). En aquel film, esta intérprete de nombre impronunciable tenía a su cargo el papel más trascendental de la historia: Briony Tallis, una joven quien, impulsada por la desazón de un amor no correspondido, dice una mentira y desata una serie de eventos que deja trunco el perpetuo amor de Cecilia (Keira Knightley) y Robbie (James McAvoy). Con tan solo unas pocas palabras (la palabra tiene una vitalidad e importancia incuestionable tanto en la obra de McEwan como en la película de Wright) y unos pocos gestos, Ronan brindó una actuación sutil y simultáneamente lacónica. Su Briony, aún con esa decisión irreversible a cuestas, logra generar compresión. No hay forma de que no la expiemos por esas palabras que cambiaron el curso de las cosas.
Jackson vio en los ojos de Ronan la chica ideal para el papel de Susie y en Stanley Tucci, al actor perfecto para convertirse (con lentes como una suerte de insignia macabra) en George Harvey. Tucci, eterno secundario del cine, más encasillado en papeles
comic relief
que en protagónicos dramáticos, no solo fue considerado lo mejor de
Desde mi cielo
sino que también despertó la atención de los círculos de premiación (hay que decirlo, un poco tarde) y así
obtuvo la merecida nominación al Oscar.
Tanto Ronan como Tucci fueron las dos piezas centrales del film y de esto dieron cuenta los críticos, quienes no fueron igual de benévolos con quien siempre seguirá siendo el maestro de la desmesura.
Recordá la filmografía de Peter Jackson en imágenes:
Jackson: el rey de los excesos
La visión celestial que Jackson puso en imágenes en Desde mi cielo le valió calificativos como "deplorable", "poco emocional" y hasta aseguraron que su adaptación de la novela de Sebold no solo le quitaba todo el peso a ésta sino que la aligeraba, con un showing-off de imaginería visual más ATP que digna de la complejidad de la historia de un asesinato. Contradictorio para un hombre que se cargó al hombro la trilogía de Tolkien, arrasando en los Oscar y logrando una épica (otra vez) desmesurada, tan desmesurada como fue King Kong, una verdadera estampida cinematográfica.
En su enciclopedia Zombies!, su autor Luciano Saracino desliza la pregunta de cómo "un director que comenzó haciendo Mal Gusto haya llegado a realizar megaproducciones hollywoodenses". Y eso es lo que lo vuelve un caso atípico. Señor del splatter, señor del gore, señor de la épica, señor de lo descomunal, señor de la fantasía. Peter Jackson, quien nunca podrá superar a esa obra maestra llamada Criaturas celestiales, disparó la controversia con Desde mi cielo, un proyecto cuya virtud es su ambición y cuya eficacia podrán comprobarla o negarla, desde este jueves, en las salas de cine.
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