Personalización y algoritmos: el método de Netflix para que nos gusten los superhéroes
El estreno de The Defenders atrae a fanáticos del cómics y a novatos por igual gracias a las herramientas que permiten que los espectadores confíen en programas de géneros inesperados
PARA LA NACIONTomás Balmaceda
Tres o cuatro años atrás los nombres de Luke Cage o Jessica Jones eran virtualmente desconocidos para la mayoría de los argentinos y Daredevil sólo hacía referencia a una mala película con Ben Affleck. Sin embargo, la saga de buenas series de Netflix puso en primera plana a estos personajes secundarios de la casa Marvel y, hoy, su aventura conjunta, The Defenders , genera expectativa y entusiasmo. Pero ¿cómo es que incluso aquellos que detestan los films de superhéroes se enganchan con estos títulos? Para la plataforma de streaming, el secreto está en los algoritmos y las recomendaciones.
"No estamos buscando crear recomendaciones para argentinos que sean diferente de lo que recomendamos a los estadounidenses, por ejemplo, sino entender a cada usuario en su individualidad, comprender sus hábitos y ofrecerle algo que le gustará especialmente", le dijo a LA NACION Todd Yellin, VP de innovación de producto de Netflix.
Por ejemplo, los que miran los vericuetos de la Casa Blanca en House of Cards o los problemas familiares de Bloodline terminan amando a Daredevil, en donde la línea que separa la Justicia de la violencia es muy delgada. Lo mismo sucede con Jessica Jones, cuyos espectadores son los que disfrutaron el humor más negro de Master of None, Orange is the new black o el oscuro documental Making a Murderer.
Yellín reveló que uno de cada ocho espectadores de las series de estos superhéroes no veía material inspirado en cómics, pero que confió en las recomendaciones personalizadas que realiza Netflix, basada en la gigantesca cantidad de información que recoge de los hábitos de sus usuarios.
“Con más de mil horas de contenido original este año y más de 104 millones de miembros alrededor del mundo, es importante para nosotros que cada persona encuentre lo que está buscando o lo que es perfecto para él. Nuestra personalización permite crear más de 250 millones de experiencias a medida para que disfrute nuestro usuario cada vez”, explicó el ejecutivo.
De hecho, la empresa asegura que no existe un “usuario promedio”, sino que cada espectador es tomado como único y por eso las opciones que se ven cuando abrimos nuestra cuenta cambian, al menos, cada 24 horas. Aunque los detalles de estos algoritmos son secretos, se sabe que no interesa el género de la persona o dónde vive, sino qué contenido ha visto en el pasado y si le ha interesado o no. A partir de eso, se crean grupos de personas que gustos similares, pero cada grupo cambia de composición a diario.
Los números que maneja la compañía dejan en claro que una de las columnas vertebrales de la empresa de streaming son sus algoritmos: “El 80% de los descubrimientos en Netflix surge de nuestras recomendaciones, lo que significa que los miembros encuentran sus nuevos programas y películas favoritas gracias a estas herramientas de personalización”.
¿Será que en el futuro dejaremos de hablar en términos de géneros -como los thrillers, el terror o la acción- y sólo veremos aquellos que nos recomienda un sistema? Yellín se mostró cauto al responder, pero no se cerró a ninguna posibilidad: "En Netflix sabemos que los géneros son sólo envoltorios y es por eso que trabajamos muy duro para crear algoritmos que ayuden a que nuestros miembros puedan romper las nociones preconcebidas y que sea más fácil para ellos crear historias que amen, incluso si son géneros que los sorprendan”.
“Los géneros son buenas descripciones de una película o un programa de televisión, pero no son necesariamente una forma completa de entenderlos. Por ejemplo, una comedia puede ser negra, familiar o estar basada en observaciones, con muchas variaciones en el medio. Es por eso que analizamos series y películas no por su género, sino con otros parámetros, como su estética, su ritmo, su espíritu”, aseguró.
Por Tomás Balmaceda
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