La actriz de 25 años regresa a la pantalla chica este domingo con la segunda temporada de Euphoria, el drama juvenil de Sam Levinson para HBO en el que asegura haber encontrado inspiración para salir de su zona de confort: “No sé qué pasará con mi carrera, solo sé que quiero contar historias detrás de cámara”, le contó a LA NACION
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Cuando en 2020 Zendaya escuchó a Jimmy Kimmel anunciar que era la ganadora del Emmy a la mejor actriz dramática por Euphoria, ella permanecía sentada en un banco con mirada de asombro y las manos cubriendo su rostro, en otro gesto de incredulidad ante lo que estaba sucediendo. Detrás suyo, su familia no paraba de aplaudirla, incluso cuando ella comenzaba con su discurso de aceptación. La euforia en ese living armado a la medida de una ceremonia de pandemia traspasaba la pantalla. La emoción de Zendaya y sus seres queridos poco tenía que ver con el hecho de que la actriz se había convertido en la intérprete más joven en ganar en esa categoría tan prestigiosa, sino más bien con el camino recorrido para llegar a ese momento (Zendaya llevó por mucho tiempo el mote de “chica Disney” por sus trabajos en Shake it Up y K.C. Undercover), y por la serie por la que estaba siendo reconocida. Zendaya misma se encargó de dirigirse a los adolescentes que consumen Euphoria para garantizarles que no están solos en sus batallas.
“Ganar el Emmy me volvió más autocrítica con mi trabajo, pero lo importante es que en la estatuilla no aparece solo mi nombre, dice Euphoria debajo, y eso tiene un gran valor: yo sentí ese premio como un reconocimiento al programa”, expresó la actriz en una conferencia de prensa de la que formó parte LA NACION con motivo del estreno del primer episodio de la segunda temporada del drama de Sam Levinson que se podrá ver este domingo, a las 23, por la pantalla de HBO, y que luego estará disponible en la plataforma de streaming HBO Max.
Estas últimas semanas fueron agitadas para la actriz, quien es nada menos que la coprotagonista del film más visto en el mundo, Spider-Man: sin camino a casa (al que en nuestro país le alcanzó apenas una semana para superar el millón y medio de entradas vendidas), donde trabajó junto a su pareja, Tom Holland. Previamente, había sido el rostro visible, junto a Timothée Chalamet, de la rueda promocional de Duna, el film de Denis Villeneuve que ahora forma parte de la carrera hacia el Oscar 2022, galardón por el que estuvo muy cerca de competir el año pasado por su actuación en el largometraje Malcolm & Marie de Levinson, con quien actualmente conforma una dupla creativa en la que el realizador y showrunner de Euphoria deja que su figura central tome la batuta cuando ella lo sienta necesario. Eso mismo sucedió en el set del film coprotagonizado por John David Washington, con quien Zendaya colaboró para el guion, un punto importante al que no se le puso la lupa.
“Sentí que habían pasado por alto nuestra contribución”, declaró en su momento la actriz que reunió a un equipo técnico reducido de Euphoria para filmar en pandemia. De sus palabras se desprendía una confianza plena en lo que había logrado y en lo mucho que tiene para dar. Su carrera podrá estar en un instante de apogeo, pero ella siempre se ubica, consciente o no, un paso por delante. “No hay descanso creativo, el set de Euphoria gestó un espacio que a mí me permitía observar y aprender, por lo cual no me tomaba días libres”, le reveló a LA NACION.
En su vuelta, el drama de Levinson (basado en la miniserie israelí del mismo nombre) redobla la apuesta. Si su primera entrega se negaba a meramente acariciar lo áspero de la vida adolescente, la lucha contra las adicciones, la depresión, la ansiedad, las inseguridades físicas producto del bullying, esta segunda temporada se mete de lleno en la psiquis de esos jóvenes de East Highland quienes, para los que observan con distancia, parecen estar tomando las decisiones incorrectas. “Creo que muchos de los personajes están tratando de seguir su corazón, la cabeza los está controlando, pero el corazón prevalece, sus emociones son su fuerza, y eso creo que es un gran conflicto para cualquier ser humano, o para cualquier historia, nos guiamos por impulsos que creemos que tenemos que seguir”, explica Zendaya, quien interpreta a Rue Bennett, una joven adicta y depresiva que sigue en duelo por la traumática muerte de su padre, y que ahora intentará recomponer su relación con Jules (Hunter Schafer), una adolescente trans que atraviesa su propio infierno. Asimismo, en esta temporada se suma el personaje de Elliot (interpretado por el músico Dominic Fike), un joven adicto que produce interferencia en la relación entre Rue y Jules.
Por otro lado, Levinson se mantiene firme en su postura de encontrarle el estilo final a su producto, desestimando que el drama es un ejercicio visual que agota su discurso al poco tiempo, y apuntando a elevar el uso de canciones para momentos clave, y a darle al director de fotografía Marcell Rév más espacio para brillar en su juego de luces y sombras, perfecta réplica de los conflictos de sus personajes. “Es una serie que te hace pensar en lo bueno y lo malo, en qué significa eso”, manifiesta Zendaya. “A veces lo que suena muy malo puede ser al mismo tiempo lo mejor para uno, o lo que ahora suena bien puede herir a alguien después. Es muy difícil navegar si estás lidiando con ‘esto es blanco o negro’, por eso la serie maneja los grises, y muestra cómo todos estamos tratando de hacer lo mejor posible, lo que podemos hacer con las herramientas que tenemos”. Schafer, su partenaire en la mayoría de las escenas, coincide en este punto y suma: “A veces me asusta cómo es recibida la serie, y cómo la van a percibir los fans”.
En otra conferencia de la que participó LA NACION, la actriz Sydney Sweeney, quien vuelve a demostrar su talento tras The White Lotus con su personificación de Cassie, asegura que Euphoria es un drama que apunta a que los jóvenes “se sientan menos solos”. “Me gustaría pensar que dentro de 20 años la serie va a ser recordada como una de las que marcó a esta generación”.
En diálogo con LA NACION, Zendaya habló de las inquietudes artísticas que tuvo gracias a Rue, y de cómo la historia de amor de su personaje con el de Jules la impulsó a querer escribir y dirigir un film LGBTQI+. “Quiero mostrar todo aquello que a veces se oculta”, apunta.
-¿Cómo cambió tu vida y tu carrera el personaje de Rue, pero no en términos de popularidad sino en cuanto a lo creativo? Recientemente dijiste que te gustaría dirigir tu primera película, trabajaste con Sam también en el guion de Malcolm y Marie ¿Qué querés hacer como directora? ¿Pensás que hay una correlación entre Euphoria y tu despertar artístico?
-Absolutamente. A Euphoria le estoy agradecida por un millón de razones. Le agradezco a toda la gente que conectó con la serie, a las historias que pude escuchar y conocer y que resonaron en algunos de los personajes. Rue me brindó la posibilidad de entender en profundidad la lucha contra las adicciones, por lo que pasan las familias. Pero además lo que quiero mencionar es que este es un lugar muy bueno para aprender, un lugar seguro, un lugar para crecer y para mostrar mis cualidades y tener mayor confianza en mí misma, en mis opiniones, pensamientos y perspectivas. Porque irónicamente soy una persona muy tímida considerando el campo que elegí para trabajar.
-Además fuiste involucrándote más en el proceso creativo con el correr de los capítulos, y ahora sos productora de la serie...
-Sí, en esta temporada aprendí mucho más que antes, y tomé mayores responsabilidades que en el pasado, lo cual significa que hay que prestar atención a mayor cantidad de cosas, que hay cuidar a más personas, y que tampoco hay días libres, lo cual agradezco mucho, los aprecio, pero la búsqueda nunca acaba con Euphoria. Cuando se termina el día... eso no significa que mi día se termina. En ese sentido, el rodaje fue muy interesante.
-¿Hablabas mucho con Sam?
-Tanto con Sam como con Marcell [Rév]. A ninguno de ellos les importa que les esté encima haciéndoles preguntas (risas). Yo me acerco y les pregunto: “Ey, ¿qué opinás de esto?”, y me dicen: “Deberías trabajar más esto” o “Acá veo un proyecto, fijate cómo lo solucionás” (risas). Y eso creó ese ambiente de burbuja para el aprendizaje y para no tener miedo, justamente, a aprender.
-¿Y apuntás a ser quien cuente las historias?
-Sí, realmente espero en el futuro convertirme en directora, aunque no sé qué va a suceder. Eso es lo que quiero hacer, hacer las cosas que no está haciendo nadie, o que se ven muy poco, quiero continuar con eso. Rue y Euphoria fueron cosas que no había visto de ese modo, y soy parte de eso, y quiero hacer mi propia versión de lo que vemos en la serie. No sé cuándo va a pasar, o cuán lista estoy, aunque todos los directores te dicen que nunca estás lista, nunca sabés realmente eso, simplemente tenés que hacerlo e ir resolviendo cosas sobre la marcha.
-Te inspiraste en Hunter también [Schafer coescribió el episodio “Fuck Anyone Who’s Not a Sea Blob”]
-Es que tengo un equipo que me apoya que es increíble, y todos me han ayudado mucho. Aprendí muchos de mis compañeros, como de Hunter, sí, al ver lo que ella escribió, aprendí mucho de ver su trabajo y de cómo navegaba eso y cómo ponía parte de sí misma en una obra de arte. Pensaba: “Oh, Dios, yo quiero ser eso, es difícil”. Por eso es que este ha sido un lugar muy bueno para aprender y para crecer a la par de la gente.
"En Euphoria no tratamos de decirle a alguien desde lo moral cómo vivir su vida sino de decirle: ‘hola, te vemos y te entendemos, esta mierda es difícil, y si podés tener ese amor y simpatía por personajes que no conocés, tal vez eso pueda extenderse a tu círculo íntimo’"
Zendaya
La actriz también asegura que todos los artistas son “contadores de historias” y que quiere aprovechar esa plataforma para crear un lazo aún más fuerte con la audiencia. “Pienso que tenemos la habilidad de darle vida a la historia de alguien, a alguien que ha pasado por eso antes, y creo que la gente conecta porque la serie pone en palabras o visualiza a alguien que se siente solo con sus experiencias, ya sea una persona adicta o alguien que tiene problemas psicológicos, cuando estás pasando por esas cosas sentís que son el único al que le están sucediendo, se siente como estar encerrado, aislado, da miedo, y creo que la idea o el concepto de Euphoria es que no sos la única persona que está peleando y navegando por algo complejo y doloroso. Eso es lo que deseo que la gente rescate de Euphoria, no se trata de decirle a alguien desde lo moral cómo vivir su vida sino de decirle: “Hola, te vemos y te entendemos, esta mierda es difícil, y si podés tener ese amor y simpatía por personajes que no conocés, tal vez eso pueda extenderse a tu círculo íntimo”, expresa Zendaya.
“Euphoria me enseñó a desbloquear un nuevo nivel de empatía, a no solo ser mejor actriz sino mejor persona. Estamos aquí por los personajes, por la esperanza y por la redención”.
El episodio “burbuja”, un momento especial para el universo Euphoria
En diciembre de 2020, Euphoria había estrenado “Trouble Don’t Last Always” [”Un problema no dura para siempre”], el primero de dos episodios especiales, el cual tenía a dos protagonistas excluyentes: Zendaya y Colman Domingo, quien interpreta a Ali, el padrino/sponsor de Rue. En un diner, ambos mantenían una extensa charla sobre lo que significa ser adicto, y Levinson los encuadraba sin caer en sus vicios habituales. Así, el diálogo prevalecía por sobre todo. En una charla con LA NACION y otros medios, Domingo habló sobre el impacto que ese episodio tuvo en su vida y en quienes lo vieron.
"Si nuestro trabajo le llega a alguien, como artistas ya podemos darnos por satisfechos por esa visibilización"
Colman Domingo
“Cuando todos estábamos batallando con la pandemia, salió el episodio especial y yo no suelo mirar las reacciones en Internet”, declaró el actor de La madre del blues. “Sin embargo, en ese caso quería saber, lo necesitaba... y empecé a ver que lo habían recibido muy bien, pero fueron dos mensajes los que me conmovieron. Uno de ellos fue de una mujer que me agradeció. Me dijo: ‘me ayudaste a entender lo que está atravesando mi hijo’”, recordó el actor entre lágrimas. “Y después un chico me envió un mensaje que decía: ‘gracias, ahora estoy menos solo en el mundo, cuando le dabas la mano a Rue, sentí que me dabas la mano a mí’”, compartió Domingo con la voz entrecortada sobre el impacto de ese capítulo con el que Levinson probaba algo diferente, más cercano a Malcolm & Marie. “Si nuestro trabajo le llega a alguien, como artistas ya podemos darnos por satisfechos por esa visibilización, y ese episodio en particular... yo sentí que mucha gente lo estaba necesitando por el contexto en el que estábamos”, añadió el actor que está de regreso en esta segunda temporada para comandar poderosas escenas con Zendaya.
Storm Reid, quien interpreta a Gia, la hermana de Rue, también hizo hincapié en por qué Euphoria es importante no solo para el público adolescente. “Todo el tiempo en las redes sociales tengo el recordatorio constante de que la serie ayuda a muchas personas, y estoy feliz de formar parte de eso, porque cumple su propósito, que es dar esperanza, que muchos se sientan vistos, escuchados y acompañados, y creo que eso es genial”.
Dónde verla. Euphoria estrena su primer episodio el domingo a las 23 por HBO, y también estará disponible en HBO Max.
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