Desde este miércoles, los conductores serán los anfitriones de Love is Blind: Argentina, el formato internacional de Netflix que, por primera vez, se realiza en nuestro país y desafía a los participantes a formar pareja sin haberse visto antes
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Este miércoles 6, la plataforma Netflix estrenará Love is Blind: Argentina (El amor es ciego), la versión nacional del formato estadounidense estrenado en 2020 que es considerado una “experimento” en torno a lo vincular y el amor.
“Cómo no aceptar hacerlo, es una idea probada en diferentes lugares del mundo. Si, de por sí, me interesa el concepto reality, rápidamente entendí que, en este caso, se trata de un experimento social, hay mucha verdad en el proceso, tanto en los participantes como en las historias y sus vínculos”, reconoce Darío Barassi, quien compartirá la conducción del programa con Wanda Nara, aunque, tal como impone la idea original, los anfitriones tendrán un rol destacado, pero no invasivo, en el desarrollo de esta propuesta que también contó con ediciones propias en Brasil y Japón.
“Es un orgullo que llegue a nuestro país. Para los fanáticos de Love is Blind será increíble poder verlo con argentinos que no pertenecen al medio y que abrirán sus corazones: todo lo que se verá es real”, afirma Wanda Nara.
Wanda Nara y Darío Barassi se envalentonan a la hora de pensar en voz alta la aventura televisiva que los unirá, por primera vez, en un proyecto común. Ella es la conductora de la actual temporada de Bake Off Famosos (Telefe), mientras que él continúa al frente de ¡Ahora caigo! (eltrece), ciclos de la televisión abierta que no compiten entre sí.
Reciben a LA NACIÓN en el set especialmente montado en un hotel de lujo de Recoleta y muy bien vestidos para la ocasión. Hasta podrían ser una de las parejas concursantes. A pesar de tener incorporado el “casete” para difundir el proyecto que en horas verá la luz, de a poco comienzan a pensar sus realidades en voz alta, lo cual lleva a la charla a un tono intimista.
Formato
La propuesta de Love is Blind: Argentina gira en torno a un grupo de personas -mujeres y varones solteros- quienes, sin tener contacto visual en una primera instancia, buscarán enamorarse, conformar una pareja y comprometerse. Ante este disparador, de movida aparece la pregunta de rigor -casi un lugar común- que ninguno de los conductores busca evadir.
-¿Creen en el “amor ciego” y han tenido alguna experiencia al respecto?
Wanda Nara: -El amor verdadero y real tiene los fundamentos del amor ciego.
-¿A qué te referís?
Wanda Nara: -Uno se enamora fuerte del interior de las personas. Puede haber una atracción física, pero el interior es lo que te hace perdurar ya que lo físico es efímero.
Darío Barassi: -Mirá en lo que nos convertimos luego de hacer este programa.
Wanda Nara: -Es la verdad, sobre todo en la mujer, a la que le cuesta mantener la cola parada. El amor para casarse, formar una familia, estar en las buenas y en las malas, es ese otro. En la enfermedad te verán con tu peor cara, con dolores, ahí aparece el fundamento y las bases del amor, y eso sí es ciego.
-Barassi, amor ciego, ¿sí o no?
Darío Barassi: -Dentro del formato es más fácil, pero, en la vida, es mucho más difícil. ¿Cuántas posibilidades así pueden suceder? Creo en el amor a primera vista, en el flechazo, pero no he vivido la experiencia del amor ciego, no me tocó, aunque estoy convencido que el amor puede aparecer de inmediato y eso es lo que sucede en el programa, donde se demuestra que el tiempo no es una regla.
Wanda Nara: -Se trata de gente que se muere de amor sin verse. Eso es muy loco, en un mundo donde todo te guía a la imagen y a la foto muchas veces trucada. Como siempre digo, no hay mujer fea sino mal iluminada, y, en una primera cita, puede pasarte que no estás en tu mejor día y te va mal. Acá, sucede todo lo contrario, porque se conocen mucho antes de verse.
Luego de la etapa “a ciegas”, una vez conformadas las parejas, durante cuatro semanas los participantes disfrutarán de un viaje romántico, se mudarán juntos, planearán su boda e intentarán sumar una conexión física al vínculo emocional que construyeron. La temporada contará con tres partes. Así como la primera verá la luz este miércoles, la segunda se ofrecerá desde el miércoles 13 y el último tramo estará disponible desde el miércoles 20.
“Duda que ardan las estrellas, duda que se mueva el sol, duda que haya verdad, más no dudes de mi amor”, le dijo Hamlet a Ofelia. Una fundamentación que bien vale para los participantes de la flamante propuesta de Netflix. De eso se trata.
-¿Habían visto el formato en algunas de sus versiones internacionales?
Darío Barassi: -Uno está siempre tapado de trabajo y ocupado con sus hijos, pero, cuando me hablaron de la idea, comencé a ver los episodios y me volví adicto. Me encantaron las cuatro temporadas que se dieron en Brasil.
Wanda Nara: -Es muy adictivo, te hacés fan de alguna pareja y querés saber cómo terminará. Hace un tiempo empecé por seguir por las redes a una pareja de Brasil que ahora va a tener a su segundo bebé.
Realidades
A lo largo de la charla, los conductores se divierten, juegan entre ellos. Complicidades y guiños fruto del trabajo compartido. Amalgama que se dio en el hacer para dos figuras muy diferentes en sus estilos, pero de gran llegada popular.
Son celebridades muy reconocidas y exitosas, pero con personalidades muy diferentes, aunque con puntos en común: los dos vienen de atravesar vaivenes de salud y, mientras ella transita el “duelo” de una separación ¿definitiva?, él aún busca procesar el fallecimiento de su madre acontecido en noviembre de 2023.
Wanda Nara se separó de Mauro Icardi y se la vinculó con el cantante urbano L-Gante, una relación no confirmada formalmente por los involucrados, aunque no falta quien sostiene que, en las últimas horas, la atracción se habría fortalecido. Entre videos y besos con la basílica de Luján de fondo, Wanda y L-Gante saben cómo llamar la atención y que se hable sobre ellos.
Darío Barassi, en cambio, lleva una vida más convencional. Padre de dos hijos, está casado con la psicóloga Lucía Gómez Centurión. “Al terminar alguna jornada de grabación, le escribía a mi mujer y le decía ´Gorda, sé que fuimos papás y que laburamos un montón, pero, activemos nuestro amor´”.
-¿Por qué le dijiste eso?
Darío Barassi: -Desde ya, apelaba al humor, pero, al ver cómo los participantes tomaban el tema, entendía que el amor puede llegar a ser ciego, pero no perpetuo; para que sea eterno, amerita un trabajo diario.
Dolores
-Hace unos minutos, Wanda reconocía que, en la enfermedad, aparecía una faceta muy real de sostenimiento del amor. Durante el último año, ambos han atravesado alguna dificultad física. ¿Los modificó en algo? ¿Fueron situaciones bisagra?
Darío Barassi: -Lo mío tuvo que ver con estrés, ansiedad. Comencé a tener problemas cervicales y mareos que me condicionaron un montón como pareja, padre, artista y conductor, por eso tuve un freno fuerte. Hablando del amor, mi mujer fue un pilar fundamental, fue quien me sugirió parar todo lo que venía haciendo para resetear la máquina. Me vino bien, pero me costó un montón, nunca me había pasado, siempre trabajé mucho y soy muy intenso con mis vínculos.
-¿En qué lo podrías reflejar?
Darío Barassi: -Soy muy papá, quiero ser el mejor marido, el mejor actor y el mejor conductor.
-Demasiado.
Wanda Nara: -Es una presión.
Darío Barassi: -Esa exigencia me pasó factura y aprendí. Hoy estoy tratando que los tiempos no me lleven puesto, de estar más en casa. Mi mayor conquista en la vida es tener la familia que tengo, haber logrado la casa en la que vivo, así que aprendí a anidar un poco y, desde ahí, encarar el trabajo que también disfruto un montón.
El freno laboral llevó a Darío Barassi a abandonar la conducción de su espacio en eltrece y a postergar algunos proyectos de ficción. En el caso de Wanda Nara, el año pasado, luego de la entrega del premio Martín Fierro, su vida cambió drásticamente al conocer el diagnóstico de leucemia por el que debió suspender temporalmente sus actividades e iniciar un tratamiento. Hoy se la ve espléndida y saludable.
Wanda Nara: -Las situaciones de salud te enfrentan con la realidad, a sentarte y a repartir de vuelta las cartas, a darle valor a lo que importa realmente en la vida. En mi caso, también fue un parar obligatorio cuando estuve internada y sentir que lo más importante de mi vida son mis hijos. Siempre les dediqué mucho tiempo, pero hoy más. Somos lo que dejamos en el otro, por eso quiero dejar en las personas que están conmigo lo mejor de mí. Todos nos vamos a morir, esa es la única certeza que tenemos en esta vida que algún día se termina.
Darío Barassi: -Basta, me angustio.
Wanda Nara: -Es la verdad, lo único que podemos dejar es un buen recuerdo. Para nosotros, que somos papás, la idea es seguir viviendo en nuestros hijos. Hoy me veo en mis hijas en situaciones y enseñanzas, pero quien no es papá, deja un buen recuerdo en otros.
Así como el actor da cuenta de la importancia de su esposa y su influencia a la hora de haber tomado la decisión de replantearse el modo de vida; la conductora, aunque con una realidad afectiva diferente, también ancló en el vínculo con sus ex: “Cuando te pasan este tipo de situaciones te das cuenta si elegiste a las personas correctas para que te acompañen. En mi caso, los papás de mis hijos estuvieron a mi lado y me dijeron ´dedicate y pensá en vos´, eso es muy importante. Hay que rodearse de personas que estén en las buenas y en las malas, que te puedan acompañar en la salud y en la enfermedad”.
Ensayo
-Es interesante que Love is Blind se piensa desde el tópico de “experimento”.
Darío Barassi: -Como los participantes están en unas cabinas sin la posibilidad de verse, habilita otra manera de comunicación, agudiza otros sentidos y hace que se sientan cómodos y no observados. Como todo experimento, está comprobado y conlleva varias fases. La diferencia con un reality tradicional es qué, acá, el gran premio es conocer al amor de tu vida.
Wanda Nara: -No se premia con dinero.
-El amor es el premio, ni más ni menos.
Wanda Nara: -Nada menos.
Darío Barassi: -Superador de cualquier valor.
La televisión ha dado cuenta de experiencias en torno a la unión de parejas. Allá en el tiempo, sin redes sociales, “likes” ni “match”, Roberto Galán proponía Yo me quiero casar, ¿y usted?, el talk show donde dos hileras de participantes -en una las señoras y en otra los caballeros, generalmente maduros- iban desandando sus desconsuelos buscando seducir a alguno o alguna de la línea de enfrente. En los noventa, Cupido, el histórico programa de la señal paga Much Music, hace poco tiempo discontinuada del aire, abordó la cuestión desde un espacio que, en ese momento, se percibía disruptivo.
-Retomo lo que planteaba Wanda en torno a la supremacía de la imagen en la sociedad actual. Love is Blind se enfrenta a la impostación de la belleza y a la seducción desde lo aparente.
Wanda Nara: -El programa propone que, más allá de la mirada, lo que importa es la piel con el otro o la otra.
Darío Barassi: -Acá se ratifican valores como el amor, el compromiso, la lealtad y el elegir casarse como el sello para una historia. Traer valores de antaño es parte del experimento.
Wanda Nara: -Es interesante ver cómo se produce el “matcheo”, pero también qué sucede cuando una de las partes está muy enamorada y la otra, no. Ahí todos nos podemos sentir identificados. Aparece el “no era para mí”.
Darío Barassi: -Este formato es un reflejo de la sociedad.
Wanda Nara: -Muchos llegaron al formato sintiendo que era su última chance para el amor.
-A contramano de lo que podría suponerse, mucha gente joven manifiesta su frustración ante el amor y el padecimiento de la soledad.
Darío Barassi: -Hoy es muy difícil enamorarse, todo es muy volátil y regido por la imagen.
Wanda Nara: -En un mundo de redes sociales estás a un “like” de conocer a alguien, es como que todo es muy fácil y rápido, pero también todo se termina a esa misma velocidad. En cambio, en Love is Blind los participantes se toman su tiempo para conocerse, hablan mucho y, curiosamente, gente que nunca se vio la cara cuenta las horas para volver a encontrarse para conversar; algo muy bueno para debatir con la propia pareja, ya que se trata de pensar el amor real.
-Ambos trabajaron y trabajan en torno a la ficción, ¿cuánto del rol de la actuación se vuelca en la conducción?
Darío Barassi: -Actuar, al igual que conducir, es un juego y siento que cada programa es un estreno de teatro. En Love is Blind hay una estructura, así que fue un desafío para los dos dejar de lado la cosa más desestructurada.
Wanda Nara: -Ambos venimos de estar solos en la conducción y, en este caso, lo hacemos juntos, así que implica un ejercicio de escucha del otro.
Darío Barassi: -Además, entendimos que los protagonistas son las historias y no nosotros.
Consejos
La conductora nacida y criada en Boulogne, y su coequiper de origen sanjuanino reconocen que generaron muy buena química con los postulantes. “Las chicas me preguntaban si tal o cual participante les iba a proponer casamiento o me consultaban cómo había sucedido en mi propia vida. Se sorprendían cuando les contaba que a Mauro (Icardi) fui yo la que le propuso casamiento. Algunas son muy jóvenes y les terminaba diciendo ´Chicas, soy más moderna que ustedes a pesar de mi edad´. Estaban alucinadas”.
-¿Les dabas consejos a las participantes?
Wanda Nara: -No podía adelantarles nada de lo que sucedía con los varones, pero, cuando se apagaba la cámara, les decía que se tenían que animar, jugarse por todo.
Darío Barassi: -Estuvo bueno conducir con Wanda porque el amor y el matrimonio son valores que tenemos en nuestras vidas, son búsquedas que compartimos.
Promediando la charla, aparece la posibilidad de pensar lo vincular como una elaboración y un ejercicio de perpetuidad en el tiempo. “Puede darse o no, el amor es una construcción”, sostiene el actor, quien lleva más de una década junto a su esposa. “Es una construcción, por eso, lo importante es ir en busca del amor; mientras eso dura, dura una pareja. A mis hijos los educo en la búsqueda de la felicidad y para que no se sientan frustrados; para que no estén atados a una relación que se rompió, sino que puedan capitalizar lo que les dejó eso que no funcionó. A veces, una pareja que se terminó te deja más frutos que otra que se continúa en el tiempo”, afirma categórica la actriz.
-¿Te ha sucedido?
Wanda Nara: -Sí.
Darío Barassi: -¿Mis hijas van a tener parejas y relaciones?
Wanda Nara: -Sí.
Darío Barassi: -¡No! No va a pasar, me las llevo a Suiza, a un internado.
-Wanda, has terminado dos relaciones grandes en tu vida. ¿Eso no te hizo claudicar o dejar de tener fe en el amor?
Wanda Nara: -No, me encanta el amor. Creo que uno no termina de conocer a las personas hasta que se separa. Nadie se separa diciendo “Chau mi amor, que lindo sos, nos separamos”.
-¿Suele ser más hostil?
Wanda Nara: -Pero esa persona puede decantar en un buen papá. Cuando las aguas se calman, te das cuenta que elegiste bien. A mis hijos les inculco que está bueno enamorarse. Mi hijo mayor me ha llamado a Roma llorando por un desamor y yo me quería morir, hubiese preferido que me partieran el corazón a mí y no a él, “¡La mataría!”, pensaba, pero son experiencias por las que todos tenemos que pasar.
Darío Barassi: -Ya odio a cualquier pareja posible que puedan tener mis hijas cuando crezcan.
Wanda Nara: -Aunque una pueda dar consejos, la experiencia es propia.
El futuro
Barassi se quita su gorra y muestra cómo se rapó parte de su cabeza para el rodaje de Gutiérrez is mai neim, comedia policial en la que compartirá el protagónico con Yayo Guridi y que se verá por Disney+: “Actuar es un salto al vacío, me gusta entregarme a lo que marca el director. En este caso, me pidió un cambio físico y lo hice en función de mi personaje que es un policía de la bonaerense”.
-Muy impresionante el cambio de fisonomía.
Darío Barassi: -Me condiciona para la vida, la promoción de Love is Blind la tuve que hacer con gorra y, en mi casa, mi mujer tiene sus días, a una de mis hijas le encanta y a la otra, no.
Wanda Nara: -Es un montón, lo que hiciste.
Darío Barassi: -Me corrió de un lugar, hacía tiempo que tenía todo muy controlado. Necesitaba patear el tablero.
En el caso de Wanda Nara, quien grabó los últimos episodios de Bake Off Famosos, adelanta que “hay un proyecto nuevo de conducción para una plataforma” y agrega que “dicen que en marzo podría haber nueva temporada en Telefe”.
-¿De MasterChef o de Bake Off famosos?
Wanda Nara: -Dicen que de los dos, pero yo no me puedo clonar.
-Cuando se tiene una carrera marcada por varios éxitos, ¿es complejo decidir qué nuevo proyecto encarar? ¿Es una presión estar a la altura de ustedes mismos?
Darío Barassi: -En primer lugar, hay que estar agradecido si es que se puede elegir qué trabajo tomar. Un actor conocido me dijo alguna vez que una carrera se define por los “no”, eso es algo muy importante a tener en cuenta. Me encanta trabajar y, cuando un proyecto me genera disfrute, me dan ganas de ponerme la camiseta.
Wanda Nara: -Arranqué muy de abajo, haciendo castings y esperando que sonara el teléfono, así que sentir que se puede elegir entre muchas propuestas lo vivo como una responsabilidad muy grande.
-¿Cuándo decís que “no”?
Wanda Nara: -Cuando no le puedo dar a un proyecto el ciento por ciento de mí.
Darío Barassi: -No conocemos otra manera de trabajar.
Wanda Nara: -Cuando acepto un trabajo, me pongo la camiseta hasta el final del proyecto. Es mucha la energía que dejamos y la responsabilidad que tenemos encima para que la apuesta funcione.
-En relación al tiempo de la competencia que plantea el formato de Love is Blind, se dice que “en siete semanas se puede tomar la decisión más importante de la vida”. ¿Cuál fue la decisión más importante que tomó cada uno y en cuanto tiempo sucedió?
Wanda Nara: En mi caso, sin dudas, fue ser mamá. Nunca más volvés a dormir con esa paz de cuando sos chico, sin ninguna preocupación, pero fue lo más lindo que me pasó en la vida. Mi felicidad pasa a través de la felicidad de mis hijos.
Darío Barassi: -Me sucede lo mismo, la decisión de empezar a paternar es un paso en una pareja fundamental, es traer un ser humano al mundo que tiene una carga genética compartida, mitad y mitad. No hubo decisión más importante y te cambia para mejor. La felicidad de haber sido padre en dos oportunidades fue más grande que mi cuerpo, con eso te digo todo.
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