Verónica Castro y Jorge Martínez, un amor de novela que se volvió real, pero terminó con un escándalo
Los actores empezaron un fogoso romance mientras trabajaban juntos en Verónica, el rostro del amor; el fin de la relación llegó abruptamente y ninguno de los dos guardó un buen recuerdo del otro
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Verónica Castro y Jorge Martínez se enamoraron al mismo tiempo en la ficción y en la vida real. Corría el año 1982 cuando la actriz mexicana se instaló en nuestro país para protagonizar Verónica, el rostro del amor, junto a Martínez y a Germán Kraus, dos de los actores más cotizados del momento. En la novela, ambos galanes se enamoraban de la heroína y ella también estaba confundida y los amaba a los dos hasta que se decidía por uno: Jorge Martínez. Y eso pasó en la pantalla chica y fuera de ella. En ese momento, él estaba casado con Titi Rodríguez y había sido papá recientemente de Emiliano. Sin embargo, la pasión entre Castro y Martínez fue tan fuerte, que ese fogoso romance llenó tapas de revistas y también sumó horas en los programas de espectáculos del momento. Fue en escándalo. Decían que se pasaban horas en el camarín de ella, que a veces llegaban y se iban juntos y hasta aseguran que hubo una mano negra que cambió el final de la novela.
Ese verano hicieron temporada en Mar del Plata y allí estalló otro escándalo, el de una separación con mucho ruido y enojos varios. Hace algunos años, el actor contó en Intrusos: “Con Verónica vivimos dos años juntos, ella trajo a su hijo a Mar del Plata cuando hicimos temporada. Y Cristian (Castro) tiene más o menos la misma edad de mi hijo Emiliano y se llevaban muy bien. Fue un amor muy importante en mi vida. Mientras trabajábamos juntos estaba todo bien, pero nuestra relación personal terminó mal. Después ella se fue a México, se cortó el romance y se terminó todo. Nunca más volvimos a cruzarnos, ni a hablarnos. Quedó todo atrás. Es mi pasado”.
Pero la diva mexicana no tiene buenos recuerdos de ese romance y no fue amable con el actor cuando le preguntaron sobre la relación en el programa Involucrados: “Él ya tenía todo fríamente calculado para venirse a México y lo caché en pleno restaurante con su mujer y su hijo y les dije ‘hello, ¿no estabas divorciado? Si estaba saliendo conmigo...’. Pues no, todavía estaban casados. Yo creo que se habían puesto de acuerdo. Fue un romance de verano, el tiempo de la temporada del teatro y nada más. Se portaba feo, tenía todo fríamente calculado para venirse a México. Era abusivo, mantenido y vividor. Se portaba feo, muy feo”, se despachó Castro.
“Si hoy me la cruzo por la calle, no la saludo”
Al poco tiempo, el actor le respondió en una entrevista con Radio Nacional y dio otros detalles: “Estábamos todos muy bien y habíamos terminado juntos la novela. Fuimos a festejar, ella me propuso ir a México y yo le dije que no, que sin trabajo no iba a irme a México. Ahí se armó el lío y nos despedimos mal. Después me convocaron de México para la novela El extraño retorno de Diana Salazar, con Lucía Méndez. Lucía y ella siempre fueron las dos stars de México. Yo no sé si eso no le gustó a Verónica o la puede haber afectado de alguna manera. No lo sé porque nunca más hablé con ella, ni quiero hablar después de lo que dijo; tuvo palabras muy fuertes y yo tengo familia. Cuando la escuché decir lo que dijo, sentí que estaba pasada. Sucedió todo hace muchos años”.
Y luego recordó cómo fue ese fatídico verano: “Yo alquilé una casa en el barrio Constitución de Mar del Plata para ella y para mí, y una casa en La Florida para mi hijo y mi exmujer. Me dice mantenido... ¡La plata que me hizo gastar esa señora! Además, estaba separado. Dice que me encontró en un bar junto a mi hijo y mi exmujer, y es verdad porque no nos dejamos de ver. Es cierto que he ido a la casa de mi ex a ver a mi hijo, pero eso es normal, lo que hace cualquier padre separado. Estábamos todo el día juntos con Verónica. Si hoy me la cruzo por la calle, no la saludo. Es muy fuerte. Son muchos años manteniendo una rectitud para que me ensucie de la manera en la que lo hizo”, finalizó.
Algunos dicen que la rivalidad entre Verónica Castro y Lucía Méndez se inició por culpa de Jorge Martínez. Y es que el actor también vivió un romance con Méndez mientras grababan la novela en México. Esa noticia habría enojado mucho a Castro, que todavía estaba dolida por el abrupto final de la relación.
“Cosas desagradables”
Germán Kraus, testigo del inicio de ese apasionado romance, se refirió a ese momento en una entrevista en Radio Mitre, hace algunos años: “Hay cosas que te hacen feliz en el trabajo, pero eso justamente no fue lo más placentero. Sucedieron varias cosas desagradables, por eso me fui de la novela. Me convocaron para ser el protagonista y hacer pareja con Castro. Sin embargo, en un momento la historia empezó a cambiar y me sentí incómodo. Yo tenía ganas de irme, pero no me dejaban. Entonces, como no querían terminar mi personaje, en una escena que me daban un tiro en el brazo no reaccioné nunca más. Me morí, agarré las cosas y me fui”, dijo entre risas. Y agregó: “Se confundieron cosas sentimentales con lo laboral. Pasaron cosas que no debieron haber pasado. Ella confundió lo personal con lo profesional. Incluso eso me trajo problemas con Jorge Martínez, estuvimos peleados muchos años”.
La historia de amor terminó muy bien en la novela Verónica, el rostro del amor, donde los protagonistas se casaron y fueron felices. Por el contrario, en la vida real no pueden ni verse.
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