Tony Goldwyn: el odio del público por Ghost, su redención con Scandal y el recuerdo de Norma Aleandro: “¡Qué gran, gran actriz!”
Parte de la realeza de Hollywood, y nieto de uno de los fundadores de MGM, el actor y director de 64 años recorre su carrera en diálogo con LA NACIÓN y habla del rodaje de Siempre juntos, su nueva película, que llega a las salas este jueves
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Sin dudas el destino de Tony Goldwyn estaba signado desde el día que nació, un 20 de mayo de 1960. Su familia, los Goldwyn, han impulsado la industria cinematográfica desde siempre; su abuelo, Samuel, fue uno de los fundadores de MGM (Metro-Goldwyn-Mayer). No sorprendió que iniciara su carrera en la pantalla grande con un humilde debut en la entrega número seis de Martes 13 (1986), en donde apareció unos segundos como una de las víctimas del imbatible asesino de Cristal Lake, Jason Voorhoes. Luego trabajó con Norma Aleandro en Gaby, una historia verdadera (1987), de Luis Mandoki, sobre la poetisa y escritora Gaby Brimmer; fue el siniestro Carl Bruner de Ghost, la sombra del amor (1990) y siguió encadenando roles en El informe pelícano (1993), luego su debut como director con La tentación (1999), protagonizada por Diane Lane y Viggo Mortensen, y el espaldarazo definitivo en el éxito televisivo Scandal (2012-2018), con Kerry Washington, en donde encarnó al presidente Grant.
Con la excusa del estreno en las salas locales de Siempre juntos, protagonizada por Bobby Cannavale, Rose Byrne, Vera Farmiga, Whoopi Goldberg y Robert De Niro, que sigue de cerca a un comediante que vive con su padre e intenta criar a su hijo neurodivergente, con quien decide viajar por el país al ver que el sistema educativo y judicial lo acorralan, Goldwyn revisa su carrera y mucho más en diálogo con LA NACIÓN.
—¿Era inevitable para vos, viniendo de una familia ligada al cine desde siempre, sumarte a la industria audiovisual, primero como actor y luego como director?
–Tal vez, no era mi intención cuando era más joven, como venía de una familia del mundo del espectáculo, pensaba que quería hacer algo diferente. Pero cuando empecé a actuar en la escuela, en obras escolares, en el teatro, no pude parar. Así que quizá estaba predestinado.
-Tu primera actuación fue en Martes 13 Parte 6,¿qué recordás de ese rodaje?
–Recuerdo que estaba muy agradecido por tener trabajo. Y recuerdo haber pasado varias noches en un pantano de Georgia, en medio de la nada, haciendo esta película de terror un poco tonta, pero muy popular. Creo que moría a los dos minutos de comenzada la película, yo era la segunda persona que asesinaba Jason.
—¿Te gusta el cine de terror? ¿Tenías alguna película favorita en ese momento?
–Me encanta el género. Creo que es genial. Al principio no era particularmente fanático: estaba muy feliz de tener trabajo como actor. Pero tal vez la película que más me impresionó en mi infancia fue El exorcista. Cuando la vi, fue una experiencia devastadora. Recuerdo que era absolutamente aterradora. Así que no puedo decir que la disfruté, pero es una gran película, tal vez una de las grandes películas de terror de todos los tiempos.
–Después de Martes 13 vino Gaby, en la que trabajaste por primera vez con Norma Aleandro (repetiría en 1989 en Pasaporte al terror), una de nuestras mejores actrices…
-Fue la primera película después de Martes 13. Y esa fue la primera vez que trabaje en una película “seria” como actor. Y el privilegio de trabajar con Norma fue increíble. Qué hermosa mujer y qué gran, gran actriz.
-Seguramente muchos aún te deben recordar por tu personaje de villano en Ghost, ¿seguís recibiendo insultos?
-Ese fue mi primer gran papel. Y durante años, la gente simplemente, me odiaba. En los últimos tiempos hice la serie Scandal, y la gente se me acercaba por todas partes y me decían “Finalmente te perdoné por matar a Patrick Swayze”. Porque realmente odiaban mi personaje en Ghost, lo que yo veía como un cumplido.
-¿Cómo surgió la idea de Siempre juntos, tu nueva película como director?
-La película empezó porque, mi mejor amigo, Tony Spiridakis, escribió el guion. Él tiene un hijo autista y pasó por un calvario con su hijo Dimitri cuando era chico, y quería escribir una película sobre su experiencia. Así que la película está inspirada en Tony. Le llevó doce años escribir el guion. Y periódicamente, me enviaba un borrador “como amigo”, porque a menudo nos mostramos nuestros trabajos. Hace un par de años me envió un borrador y me pareció tan hermoso que le dije: “Creo que tenemos que hacer esto juntos. Quiero dirigirlo”. Reunir este reparto nos llevó un tiempo. Lo más difícil fue conseguir a Bobby Cannavale, que es tan perfecto como Max. Es un papel muy difícil. Y una vez que nos centramos en Bobby y le enviamos el guion, fuimos a buscar a Robert De Niro. Y Bob dijo que sí. Con ellos dos y un gran guion, todos querían participar. Conocía a Whoopi desde Ghost. Y Bobby, está casado con Rose Byrne. Y pensamos que ella sería perfecta. Así que nos pusimos en contacto. Todos dijeron que sí. Rainn Wilson y Vera Farmiga, a quienes admiraba mucho, nunca habían tenido la oportunidad de trabajar juntos. Pero todo salió bien.
-¿Qué proceso de investigación hicieron sobre el TEA para reflejarlo en la pantalla, más allá de la experiencia de Spiridakis?
-Lo más importante para nosotros fue implicar realmente a la comunidad neurodivergente en el proceso de realización de la película. Elegimos a un actor autista para el papel de Ezra (William A. Fitzgerald). Tenemos otros actores en el espectro en pequeños papeles, gente de nuestro equipo. Y tuvimos varios asesores trabajando con nosotros en el equipo de producción. En última instancia, en la película, el autismo es realmente una metáfora de algo que todos experimentamos en la vida, como todos los padres experimentan, todo el mundo, la presión que ponemos en nosotros mismos y en nuestros hijos para encajar en ciertas normas sociales. Sentimos la presión de ser como los demás, de poder mezclarnos en la multitud o de tener éxito. Creemos que tenemos que encajar. Y así el autismo de Ezra en esta película es realmente una metáfora de la idea de que no lo hacemos. En realidad, nuestro superpoder es tener el coraje de defender nuestra propia individualidad. Y eso es estar dispuesto a separarse de la manada. De eso trata la película. Pero para ello, queríamos asegurarnos de que la historia de Ezra estuviera bien contada en pantalla.
-A diferencia de otras películas en las que la madre o una figura femenina acompaña el proceso de transformación de su hijo, en Siempre juntos, es Max, el padre y el abuelo los que van de la mano de Ezra en ese camino
-Esta película, en otras palabras, trata realmente de padres e hijos. Y tenemos tres generaciones de hombres en esta historia. Robert De Niro interpreta al abuelo; Bobby Cannavale, al padre y William Fitzgerald, al hijo. Y tienen dificultades para comunicarse las tres generaciones, como muchos padres e hijos. Y tienen presión. Creen que saben cómo ayudar a sus hijos a triunfar. Y esta película trata realmente de padres e hijos que aprenden a aceptarse, quererse y comunicarse. Y todos se quieren profundamente. Pero a otro nivel, ese punto de vista masculino, me pareció muy conmovedor. Y obviamente, como hombre, realmente resonó conmigo.
-Tenés un pequeño rol como actor en Siempre juntos, ¿es difícil hacer las dos cosas al mismo tiempo?
-No me gusta actuar y dirigir al mismo tiempo. Lo hice en este caso porque sentí que aportaba. Entendía el carácter de Bruce, el novio del personaje de Rose Byrne, porque ella y Max se están divorciando. Para mí era importante que Bruce fuera un buen hombre, y habría sido fácil convertirlo en un imbécil. Así que sabía lo que quería para ese personaje. Y nuestro productor me dijo, “Tony, ¿por qué no lo hacés vos?” Pero, en general, prefiero dirigir porque requiere mucha concentración y prefiero no actuar mientras lo hago.
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