Tato Young volvió a la radio y habló de su dura experiencia tras sufrir un aneurisma
El conductor despidió el año junto a sus compañeros de equipo mientras continúa con la rehabilitación desde su casa
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A poco más de un mes de recibir el alta del Sanatorio La Trinidad de Palermo, donde permaneció internado alrededor de 60 días tras ser operado de urgencia por un aneurisma, el periodista Gerardo “Tato” Young regresó a su programa en Radio Mitre, Volviendo a casa, para despedir un año muy particular junto a sus compañeros de equipo.
“Gracias por la invitación y gracias a los oyentes, pero primero gracias a ustedes que estuvieron haciendo el aguante todos estos meses. ¿Cuántos fueron? Cuatro meses... Guau, estuve de viaje. Me encanta volver para cerrar el año porque fue un año obviamente muy impactante para todos, para ustedes porque tuvieron un montón de laburo, para los argentinos porque cambió mucho el país, y para mí ni les cuento”, expresó el conductor radial en un programa grabado que se emitió el pasado martes 31.
“Estoy vivo, es un montón”, remarcó Tato cuando le preguntaron cómo estaba. “Toqué la muerte, estuve ahí al lado. Pero estoy vivo, así que estoy bien, estoy bien físicamente y de la cabeza”, dijo sobre su estado de salud. “Lamentablemente, tengo que decirles que quedé más o menos como estaba. ¿Ustedes esperaban un Tato bueno?”, bromeó en complicidad con sus compañeros, a la vez que Eleonora Cole reveló una infidencia que ocurrió detrás del aire, cuando Young quiso comer un sandwich de miga mientras hablaba y ella le dijo que no.
“Hay cosas que nunca cambian”, se lamentó la periodista entre risas por ciertas actitudes del conductor. “Algunas cosas cambian -continuó él- creo que debería ser así, y hago el ejercicio para que un poco sea así. Haber sentido que estaba casi muerto, sentí que la muerte estaba ahí y no lo sufría, era algo que simplemente pasaba, era un hecho y yo era como un testigo. No era angustiante”, relató Tato sobre lo que vivió durante su hospitalización. “Espero que haya sido ordenador, a mí por lo menos me cuesta cambiar, pero bueno, lo estoy intentando, es un ejercicio”, reconoció cuando le consultaron si fue una experiencia transformadora.
“Para los que no lo saben, tuve un aneurisma, que es como un cortocircuito en el cerebro. Muchísima gente muere con eso. En mi caso lo detectaron rápido, lo pudieron operar, lograron encapsular el aneurisma y me salvé”, explicó el periodista para los oyentes desprevenidos o que recién sintonizaban el programa. Y agregó: “Pero eso también pudo ocurrir porque mi cuerpo resistió, porque fue una operación tremenda y fueron muchísimos días de internación. Entonces, uno agradece a su cuerpo”.
Días de reconstrucción
En ese sentido, reflexionó sobre los diversos factores que influyeron a la hora de salir con vida después de la operación y del período en el que permaneció en terapia intensiva: “En algún momento te preguntás si te salvaste porque te tenías que salvar, por el recurso de la medicina, o por la persona que me recibió en la guardia que inmediatamente se dio cuenta de lo que yo tenía, si fue porque tuve la lucidez de llamar por teléfono y pedir auxilio, porque hice mucho deporte en mi vida, o porque los médicos son unos genios. Y al final decís ‘probablemente sea de todo un poco’”.
Así como la medicina, el rol de sus afectos también fue clave para la recuperación de Tato Young. “Sobre todo cuando estás empezando a salir”, aclaró. “Yo caigo una tarde-noche después del programa que hacemos nosotros. Esa noche me internan, en una secuencia de la que no me acuerdo mucho, y ahí paso 35 días en los que no me acuerdo nada”, dijo sobre su descompensación, que ocurrió el pasado 19 de septiembre.
“Yo divido mi proceso en dos partes. Fueron 35 días en los que no estuve, pero estuve, porque me cuentan que reconocía a todo el mundo, hablaba, miraba a los ojos, era cariñoso. Yo no tengo conciencia de eso, no recuerdo nada. Después, otros 25 días donde fue un proceso más de reconstrucción, más consciente o con recuperación de consciencia, una experiencia muy fuerte”, explicó.
En ese momento, sus compañeros de Volviendo a casa le hablaron de las muestras de cariño por parte de sus oyentes, que en todo momento preguntaban por la salud del conductor y hasta los frenaban en la calle para saber cómo estaba. “Todo eso llega, es increíble”, aseguró el periodista.
De todas formas, reconoció que en una primera instancia, todo eso lo experimentó de una forma muy particular: “No te voy a decir que me daba orgullo [las muestras de cariño] porque estaba más distante de la situación, era raro. Sentí que estaba con la muerte, pero no tenía miedo, no me generaba angustia la posibilidad de morir, es como que lo ves de afuera”. Sin embargo, en la segunda etapa que él describe, cuando comenzó a recuperar la conciencia, su sensación fue completamente diferente. “Empezás a conectarte con la realidad y ahí todo empieza a tener otro tono y otro sentido. Ahí sí te impacta la reacción de la gente, el cariño de tu familia, de tus amigos, de golpe es un tsunami”, concluyó.
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