El joven galés protagoniza el oscuro drama de Dennis Lehane que se puede ver a partir de este viernes por Apple TV+ y recordó, en diálogo con LA NACION, cómo fue trabajar junto al recientemente fallecido actor
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El escritor Dennis Lehane se estaba cansando de la oscuridad. El autor de novelas como Río místico, La isla siniestra y Desapareció una noche (todas ellas adaptadas para la pantalla grande) quería escribir un guion que no abordara una temática demasiado lúgubre. Sin embargo, un libro lo hizo cambiar de opinión: In With The Devil: A Fallen Hero, A Serial Killer and a Dangerous Bargain for Redemption [Adentro con el diablo: un héroe caído, un asesino serial y una peligrosa puja por la redención], de James Keene y Hillel Levin.
En ese trabajo que llevó tanto tiempo gestar, los autores documentaron el derrotero de James “Jimmy” Keene, un héroe del fútbol americano que es sentenciado a 10 años de prisión por tráfico de drogas. Hijo de un policía condecorado, el joven creía que podía apelar y revertir la condena, pero cuando ésta queda firme, su mundo (y el de su familia) se derrumba. Debido a su carisma y naturaleza persuasiva, a Jimmy le ofrecen un trato: ser trasladado a una cárcel de máxima seguridad, hacerse amigo del presunto femicida Larry Hall, y hacerle confesar dónde están los cuerpos de las mujeres que asesinó. Si logra obtener ese dato, quedará libre.
Lehane estaba cansado de escribir sobre la oscuridad, pero también tenía la certeza de que ese anómalo vínculo entre Jimmy y Larry era la premisa de una ficción. Así, surgió Black Bird, la miniserie que llega hoy a Apple TV+, que tiene al escritor como showrunner y guionista, y que encontró en Taron Egerton y Paul Walter Hauser a los actores ideales para interpretar a Jimmy y a Larry, respectivamente.
Asimismo, Black Bird fue la última serie que filmó Ray Liotta antes de su fallecimiento el 26 de mayo en República Dominicana, y sus intervenciones en la ficción están embebidas de una tristeza perenne. El actor interpretó a Big Jim, el padre del protagonista, y eligió abordar a ese hombre desde su costado más débil, ese que sale a la superficie cuando siente que su hijo está en peligro. El director belga Michaël R. Roskam filmó esos intercambios entre Liotta y Egerton como si la cámara no estuviera, despojado de artificios, y trasladó esa mirada a los seis episodios en los que prevalece ese juego de gato y ratón entre Jimmy y Larry.
Por lo tanto, Black Bird se posiciona más como un drama psicológico que como un thriller. La cuota de suspenso propia de Lehane está presente (así cómo también los entretejidos familiares de sus textos más populares), pero la miniserie encuentra su arma más eficaz en los intercambios entre ese joven que está jugándose su última ficha y esa figura monstruosa a la que tendrá que acercarse.
En diálogo con LA NACION, Egerton, también productor ejecutivo de la serie, habló sobre la masculinidad tóxica, otro de los tópicos en los que ahonda Lehane, sobre los aspectos en los que se vio reflejado en Jimmy, y se emocionó al recordar cómo fue trabajar con Liotta. “Yo lo terminé considerando un amigo, y creo que él también, pero además me trataba como un padre”, le reveló el actor de Rocketman a este medio.
Camino a la redención
La primera vez que Jimmy aparece en pantalla, el joven se muestra arrogante ante sus amigos, alardeando de su fortuna y con la seguridad de que nada podrá sacudir un presente en el que siente que nada está fuera de su alcance. Para él, el dinero y las mujeres representan lo mismo: algo para poseer. Según Egerton, uno de los desafíos de filmar Black Bird fue el de volver empático a un protagonista que podía llegar a distanciar al espectador. “Sentí una presión por darle empatía”, reconoció. “Sabía que no era un personaje fácil de querer al comienzo de la historia, pero también era consciente de que, a través de los eventos que van sucediendo en la serie, se iba a mostrar otra faceta de Jimmy, una más humana. Cada vez que habla con Larry se conecta más consigo mismo. Su mejor lado surge, paradójicamente, al bailar con el diablo. Si bien al comienzo no estaba seguro de interpretarlo, era una oportunidad que no podía dejar pasar”, expresa el actor, quien tiene un método de trabajo que no está dispuesto a cambiar: tomar algo del personaje en lo que se reconozca y avanzar desde allí para personificarlo.
Cuando se le consulta si nota similitudes con Jimmy, no duda: “Claro, tengo que identificarme con lo que estoy interpretando, al menos en algo, y me parece que todos tenemos esa mezcla de luz y oscuridad en nosotros, lo importante es lo que hacemos con esa combinación. Hay cosas de Jimmy que que me gustan, es muy afable y muy encantador, alguien con quien te gustaría pasar tiempo. Por otro lado, es arrogante, se comporta como un cerdo, lo que se muestra en la serie es su camino de redención”.
El propio Lehane, en conversación con LA NACION, secundó al actor y explicó cómo fue gestando el arco narrativo de Black Bird con una base mitológica. “Me gusta la mitología y trabajar con arquetipos, y en esta historia había un clásico ejemplo del Minotauro, un hombre sentenciado a proteger a miembros de la sociedad, que tiene que meterse en un bosque, en una cueva, en una una prisión, y pelear con el monstruo. Cuando sale de allí, está cambiado. Yo amo esas historias, además de que no podía dejar de pensar en la masculinidad tóxica. Jimmy tenía que encontrar un punto en común con Larry y la misoginia, en distintos niveles, era ese punto”, explica el showrunner y amplía: “Hay una cosa que todos los hombres heterosexuales tienen en común, y es la cosificación de las mujeres. La masculinidad tóxica se vuelve peligrosa”.
Un vínculo aterrador en un lugar sin salida
Ese viaje a la cueva que realiza Jimmy, quien se enfrenta a lo que le devuelve el espejo de manera constante, tenía que ser retratado con ciertas pautas que trazó Lehane. “Tuvimos determinadas inspiraciones, como Días de gloria de Terrence Mallik, Apocalypse Now de Francis Ford Coppola, y Terciopelo azul de David Lynch. Ésta última se pregunta mucho acerca de por qué existe un nivel tan alto de depravación y maldad cuando hay tanto bien en el mundo. ¿Cómo coexistimos con eso? La parte más difícil fue la de recrear las conversaciones entre Jimmy y Larry, tuve que plantear un recorrido emocional diferente”, reveló el escritor.
En ese punto, las intervenciones de Paul Walter Hauser (Yo soy Tonya, El caso de Richard Jewell, Cruella) son aterradoras e impredecibles, reflejo de un personaje complejo.
“Paul hace un trabajo increíble en la serie”, expresa Egerton. “Amé trabajar con él, nos tocaron escenas horribles (risas), pero él siempre estuvo brillante, lo que me gusta de Paul es que no tiene vanidad, y pudo meterse en la oscuridad más profunda de su personaje”. Para Hauser, quien está habituado a biopics y bioseries, interpretar a Larry Hall fue, en ocasiones, tortuoso. “Cuando terminamos de filmar, ya no tenía ningún interés en volver a interpretar a un personaje así, afortunadamente con Taron pudimos llevar adelante esas secuencias en las que Larry y Jimmy pelean verbalmente y juegan psicológicamente, que fueron muy espesas e intensas, a nivel emocional fue muy duro”, reconoce el actor. “Creo que las personas que están locas realmente no saben que están locas y esta serie me hizo ingresar en un lugar roto, desequilibrado, en el que Larry es la peor pesadilla de Jimmy y viceversa”.
"El gran desafío de hacer esta serie fue convertir a mi personaje, un verdadero cerdo, en alguien querible para la audiencia"
Taron Egerton
Para Egerton, esas escenas tuvieron una prueba de fuego extra: fueron filmadas en prisiones reales. “No fue placentero habitar esos espacios, en un principio sugerí que lo hiciéramos en un estudio, además estábamos filmando en pandemia, pero ahora creo que eso no hubiese sido lo mejor”, explica. “Haber filmado en esos lugares le da a la serie cierta autenticidad, gravedad, pero fue complejo porque con Paul pasamos mucho tiempo en celdas reales, solos con un colchón, y en mi caso teniendo conversaciones horrorosas”.
A medida que Jimmy y Larry van forjando esa relación que se le impone al joven, va brotando lo viscoso. Para Greg Kinnear, quien interpreta al policía Brian Miller, el hombre que saca a la luz el pasado familiar de Larry, la oscuridad de la que se quería alejar Lehane fue justamente el componente que lo subyugó para sumarse a la ficción.
-Dennis dijo que dudaba en hacer la serie porque estaba cansado de la oscuridad... Me preguntaba qué escenas fueron complejas de filmar desde ese aspecto y cuáles te dejaron movilizado.
-A mí me gustó esa oscuridad, hice muchas cosas entre esta serie y otra, y venía de hacer una comedia alocada como Shining Vale. Fue un cambio muy drástico para mí, así que lo disfruté mucho, disfruté ese aspecto, pero creo que aunque sea oscuro, luminoso, comedia, drama, creo que eso es secundario. Lo importante es qué estás haciendo, cuál es la clave. Esto es oscuro, es una serie que lidia con una tragedia terrible, pero cómo está contada y ejecutada implicó el esfuerzo de mucha gente, con honestidad y con integridad artística, y eso fue genial. Me sentí desafiado, me encantó la gente con la que trabajé y sentí que todos estábamos con el mismo objetivo. La serie se filmó en Nueva Orleans y yo conozco ese mundo y siento que pudimos capturar la atmósfera perfectamente.
El recuerdo de Ray Liotta
En varios tramos de la entrevista, cuando Egerton aludía a las secuencias que filmó con Ray Liotta, se voz se empezaba a quebrar. El actor, muy asertivo al momento de responder otras inquietudes, se tomaba su tiempo para hablar sobre su compañero, como si estuviera conteniendo las lágrimas.
-La conexión en el plano actoral fue instantánea, ¿cómo fue que nació ese otro vínculo, el más personal?
-Nunca me había pasado eso de hacerme amigo de un compañero. Trabajé con actores con los que forjé amistades y tuve increíbles experiencias, pero la diferencia es que cuando conecté con esos actores lo hice desde un lugar básico de colegas, y luego la pasé bien trabajando con ellos. Esto fue diferente porque Ray decidió presentarse como mi papá, fue una cosa muy rara, no hablamos mucho como Taron y Ray los primeros días, simplemente hicimos las escenas y él se abrió conmigo de a poco y me trataba como un padre a un hijo. Tuvimos una conexión muy tierna, muy delicada. Todas las escenas de la serie entre Jimmy y Big Jim ocurren en circustancias poco ideales. Son dos personas que se aman mucho, pero la están pasando muy mal por el hecho de que Jimmy está en la cárcel, así que es muy emocional, estamos mostrando situaciones emotivas. Las sentí muy reales, las creí y sé que Ray sintió lo mismo, y estoy muy orgulloso de las escenas que hemos creado juntos.
Por otro lado, Egerton, quien hace unos días asistió a la premiere de Black Bird en Los Ángeles con la hija del actor, Karsen Liotta, asegura que está convencido de que Ray se hubiese quedado más que satisfecho con la serie.
“Fue una asociación creativa gratificante, sentí eso cuando terminamos de trabajar. Cuando Ray falleció, alguien que era muy cercano me dijo que él me consideraba su amigo, y nos mantuvimos en contacto después de filmar, ocho semanas atrás estuvimos hablando mucho. En el set también tuvimos muchas conversaciones sobre nuestras vidas, pero esos recuerdos no me pertenecen solo a mí, y ahora no voy a compartirlos. Lo que sí puedo decir es que tuve tanta suerte en mi vida profesional de trabajar con Ray Liotta, un hombre que siempre estuvo allí para ayudarme”, recordó Egerton, visiblemente movilizado.
Además de ese danza con el demonio que narra Lehane, en Black Bird también está la contracara: la relación más pura entre un hijo atrapado sin salida y un padre desesperado que arriesga todo por no perderlo; y Lehane pensó en Liotta para esos instantes más humanos, menos abyectos.
“Creo que Ray fue subestimado durante toda su carrera”, asevera el showrunner. “Lo seguí desde sus primeros personajes, es uno de mis actores favoritos, y escribí el personaje con él en la cabeza, como una forma de demostrar el talento que tenía, que era gigante, pero que estaba circunscrito al de roles de hombres rudos, policías corruptos o mafiosos. Yo quería que interpretara a un hombre común que ama a su hijo y cuando llegó al set, conectó con Taron rápidamente, forjaron un lazo. La última vez que hablamos, semanas antes de su muerte, manifestamos nuestras ganas de hacer otra serie juntos. Él era un actor que nunca te daba lo mismo en cada toma, de alguna manera se transformaba para brindarnos siempre un matiz distinto”.
Cuándo y dónde verla: los dos primeros episodios de Black Bird ya están disponibles en Apple TV+, y todos los viernes se subirá uno nuevo a la plataforma.
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