Susana Giménez y un segundo programa que comenzó con juegos, charlas y un buen rating

El segundo programa del año de Susana Giménez comenzó esta noche, con un nivel de expectativas que en los últimos tiempos la pantalla chica solo le dedicó a los reality shows que reinan en la TV de aire. Por un lado, tras un debut con 16,3 puntos de rating promedio y picos de hasta 19, el desafío del ciclo de Telefe era mantener esas cifras o al menos no resignar demasiados puntos de una semana a la otra. Para lograr ese objetivo, la producción apostó a la entrevista que la conductora realizó el jueves pasado en la Casa Rosada con el presidente Milei, un encuentro muy promocionado en el que se esperaba que la diva, jugando de visitante, le preguntara al mandatario al modo en que solo ella puede hacerlo. El tratamiento “susanesco” que en el pasado ya habían recibido otros presidentes argentinos como Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Mauricio Macri.

En la semana también se había barajado la posibilidad de que Carolina Pampita Ardohain, se sentara en el living de la conductora para hablar de su escandalosa separación, una posibilidad que la propia Pampita descartó definitivamente en las últimas horas a través de sus redes sociales. Lo que sí estaba confirmado para la emisión de anoche era la charla con la actriz española Úrsula Corberó, protagonista de la recién estrenada película El jockey, dirigida por Luis Ortega, y novia del Chino Darín, la presencia de Cristian Castro y el debut del juego “Salven los millones” en el que las parejas de participantes compiten por 100 millones de pesos.

El programa empezó a las 22, con el promocionado juego. Sin presentación más que la explicación de los mecanismos del concurso que Susana leyó algo dubitativa la primera pareja, padre e hija, se dispuso a contestar las siete preguntas que, de acertar, la llevaría al botín de los millones exhibidos como premio y fichas a mover en el estudio. Con preguntas de cultura general y un mecanismo algo engorroso entre ronda y ronda, es probable que el juego atraiga el interés del público tradicional del programa. Las primeras mediciones del rating así lo demostraron: a las 22.15, el programa se convirtió en lo más visto del día con un pico de 13,7 puntos.

Mientras se sucedían las preguntas y el dinero se reducía al caer por una puerta trampa, en la pantalla también se promocionaba la aparición del presidente Milei, el comodín que la producción se estaba guardando bajo la manga para más tarde. Finalizado el segmento del juego ahí si la conductora llegó al centro del estudio para saludar al público en la tribuna el estudio, un grupo de fanáticas de Cristián Castro que compartían las gradas con las seguidoras de Licha, el ex Gran Hermano convertido en “Susano”. Después de las obligaciones publicitarias que con su candidez habitual la diva presentó como “lo que permite que demos los premios”, llegó el turno del primer invitado: Castro y su novia Mariela Sánchez. “Una pareja que siempre apuesta al amor”, según la presentación de Giménez.

Sentados en el living y engamados en blanco y amarillo, la pareja contó su historia de amor. Distendida y divertida como suele estar cuando tiene confianza con sus invitados Susana fue lo mejor del intercambio. Especialmente cuando entendió que nada demasiado interesante saldría de los tortolitos y ella aportó sus infidencias sobre “la Vero”, en referencia a su amiga Verónica Castro, quién según dijo está feliz con su nuevo perrito, ese que Cristian había tratado de regalarle a ella. “Es lo mejor que le pasó en la vida”, soltó Giménez sin darse cuenta que se lo estaba diciendo en la cara al hijo-humano- de la susodicha.

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