En una charla exclusiva con LA NACION, la diva adelanta el estreno de su canal en Pluto TV y anticipa cuando regresará su ciclo a la pantalla de Telefe
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En su voz no hay vestigios de aquellos días traumáticos del mes de junio en los que contrajo Covid y tuvo que permanecer unos días internada por una neuomonía. “A veces falla la memoria, pero nada grave”, reconoce Susana Giménez en el comienzo de la charla íntima, sin apuros, con LA NACION.
Se la percibe plena, simpática como siempre. Lejos de la distancia que podría imponer una celebridad de su categoría, ella opta por la cercanía, le impone al diálogo la calidez de lo cotidiano, sin falsas poses. Es como es. Acaso sea ese el gran secreto que la llevó a coronarse como la figura más importante de la industria del entretenimiento nacional.
Por estas horas, reparte su agenda entre el descanso y las primeras charlas con Darío Turovelzky, director general de ViacomCBS Cono Sur y SVP de Contenidos Globales, y Federico Levrino, el productor general de su programa, con vistas a su esperado regreso por la pantalla de Telefe durante la temporada 2022, luego de un impasse de dos años, producto de la pandemia que trastocó toda normalidad. Sin embargo, el público no tendrá que esperar hasta el inicio del nuevo ciclo para reencontrarse con la diva, ya que, desde este martes 2 de noviembre, estrenará un canal propio en el servicio de televisión y streaming gratis Pluto TV.
“El mundo ha cambiado y la televisión, también. Los canales de cable y las plataformas son una competencia muy fuerte para la televisión abierta. Sin ir más lejos, Viacom tiene unos canales fabulosos”, dice la estrella de Telefe, entusiasmada ante el lanzamiento. Un preámbulo antes de acompañar a Marley en Por el mundo y de una posible entrevista a Wanda Nara, que por ahora es solo una buena intención.
“A diferencia del teatro, que es el aquí y ahora, el cine y la televisión permiten la continuidad en el tiempo”, sostiene Susana Giménez, quien hizo de su show frente a cámaras uno de los formatos que más tiempo ha permanecido en el aire en la pantalla local. El pasado 17 de octubre, la televisión argentina celebró sus primeros 70 años de vida, de los cuales 34, aunque con algunas interrupciones, contó con el ciclo de la diva en el aire. “En tantos años de programa pasó de todo, así que es una alegría tener un canal propio en Pluto TV para que la gente pueda seguir disfrutando de aquellos momentos inolvidables que hemos compartido”.
Insumergible
Luego de hacer explotar la taquilla con los musicales La mujer del año y Sugar, Susana Giménez personificó en el Teatro Lola Membrives a Molly Brown, aquella filántropa millonaria sobreviviente del Titanic. Acaso, en sus horas de internación en terapia intensiva en el Sanatorio Cantegril de Uruguay, debido a su contagio de Covid, pensó en las estrategias emocionales de aquel famoso personaje sobrepuesto que pudo todo y más. “Gracias a Dios estoy muy bien, muy bien, muy bien”, remarca, enfatizando esa sensación de vuelta a la plenitud que le devolvió su temple habitual.
-Se te percibe así.
-Estoy bien de verdad, con mucha paz, tranquila.
-¿Cómo fueron los días en Uruguay luego de la internación?
-Después de pasar por un cuadro como el mío, quedarme en casa con mis animales, con mi hija, con los amigos que iban a visitarme fue fabuloso. Aunque mis amigos no han ido mucho porque estaban cerradas las fronteras, ahora que se abrieron, será diferente.
-No percibo consecuencias en tu voz.
-La única secuela que me quedó del Covid es que me falla un poco la memoria, alguna palabra que luego aparece. También el pelo se me puso como paja, se cae, me pongo de todo para ponerlo bien.
-¿Tuviste miedo?
-Tuve mucho miedo, como nunca en mi vida, terror. Sentís miedo al no saber qué te pasa, porque, en realidad, no te duele nada. Con otras enfermedades, algo percibís: te duele el estómago, la cabeza, algo… Con el Covid no te duele nada, entonces no sabés qué tenés. Te ponés mimoso, llorón. Era una angustia permanente, tenía visiones, sueños rarísimos. Muy aterrador.
-¿Eso sucedía estando internada?
-Sí. Porque me daban drogas muy fuertes para dormir.
-¿Por qué?
-No podía dormir mucho, así que pedí que me dieran algo para dormir y eso me generaba unos sueños que eran rarísimos.
Susana prefiere no ahondar en esas sensaciones, imágenes y situaciones que aparecían de manera onírica en su mente. Una exacerbación de la sensibilidad que, según deja entrever, no fue nada grata. “Por suerte zafé”, resume a su estilo.
-Estando internada, ¿cuándo sentiste que comenzabas a recuperarte?
-En un momento hice un click.
-¿A qué te referís?
-Es uno el que tiene que ayudar a la enfermedad, no hay otra forma de avanzar. Me contaron que el médico le dijo a mi familia: “Ahora todo está en ella, que se siente y que tome agua”. Justamente todo lo que yo no hacía. A mí no me gusta el agua y quería estar acostada, todo mal.
-Entonces...
-Hasta que dije: “Si me va a salvar el agua, ok, tomo agua”. Me traían todo el tiempo cuatro vasos juntos, que yo me tomaba sin chistar. De a poco me fui sintiendo mejor, hasta que me fui, después de 12 días internada.
-En esa situación de incertidumbre, es demasiado tiempo.
-Es mucho. Quería irme, pero el médico me dijo: “Te vas a ir cuando estés bien”. Había que esperar a que saturara más de 95, de lo contrario, no podés irte porque necesitás el oxígeno. A pesar que cuando llegué a casa tenía tubos por todos lados.
-¿Por qué?
-Hice dos o tres semanas de oxígeno para dormir, pero estaba bien. Además, tenía una persona que venía todos los días a darme una clase de respiración, a ejercitarme para volver a caminar de a poco.
-Las internaciones en medio de la pandemia son muy restrictivas. Hay quienes se adaptan de manera más rápida y personas que no logran asimilar esa situación. ¿Cómo fue tu experiencia? ¿Padeciste esa soledad?
-Extrañé mucho a mis amigos. Estuve bastante sola, aunque lo paso brutal en soledad, no me aburro nunca, no me quejo, estoy siempre bien. Pero me gusta mucho estar con los amigos y reírme con ellos. Tuve algunas visitas, como las de Ricardo (Darín) y Florencia (Bas), pasé mucho tiempo con mi hija Mercedes (Sarrabayrouse) y con mis hermanos.
-Es muy sano el vínculo que tenés con tu ex pareja y con su actual mujer.
-Somos familia. Tanto Ricardo y Florencia, como la Chiqui (Legrand), Marcela (Tinayre) y Nacho (Viale), siento que son mi familia. Los adoro a todos, es bueno tener amigos así, hicieron mucho por mí, no me voy a olvidar nunca. Mientras estuve internada, llamaban todos los días, armaron grupos de WhatsApp con los más allegados y se pasaban las novedades. Todo el mundo me recomendaba infectólogos, pero yo tengo mis médicos fabulosos en Argentina y Uruguay. En el Cantegril me trataron de una forma maravillosa, no tengo más que palabras de agradecimiento para todos los que trabajan allí.
-Mencionás a los Tinayre-Viale y no puedo dejar de preguntarte si estás en contacto con Mirtha, quien ha sufrido algunos inconvenientes de salud.
-Estoy contenta, feliz, porque los parámetros le dan bien. Hablamos mucho. A ella le gusta escribir a la noche, son horas y horas que nos pasamos mensajeando por WhatsApp. Nos contamos todos. A Chiquita le pasaba lo mismo que a mí, quería irse a su casa y es lógico. Uno cuando está internado extraña su cama, sus almohadas, tus olores a perfume. Pero la Chiqui, que está divina todo el día, no sé cómo hacía hasta para maquillarse estando internada.
Reconocimiento
El 8 de octubre pasado, en Uruguay, Susana Giménez fue distinguida como Mujer ícono de América Latina en la última edición del America Business Forum, reconocimiento que confirmó su posicionamiento como referente de la industria del espectáculo y el peso gravitante de su nombre en todo el continente. “No soy de hablar mucho de mis premios, pero este homenaje fue muy importante”, reconoce la diva.
Acaso, esa trascendencia internacional es la que la lleva a ser algo cautelosa a la hora de hablar sobre la Argentina, aunque más de una vez sus dichos generaron polémicas. “No hablemos de política, hay tantos temas lindos para conversar”, ruega con amorosidad.
-¿Tenés esperanza en la Argentina?
-Tengo mucha esperanza en la Argentina, el país sabe lo que tiene que hacer. Así no se puede seguir, un país enorme y rico como el nuestro, no puede estar en la decadencia en la que está, no es normal, no se puede.
-Se han naturalizado las sucesivas crisis como un sino trágico del que no se puede salir.
-Es anormal, sobre todo, teniendo el país que tenemos y medio vacío, pero todo el mundo está hacinado en Buenos Aires, donde no hay trabajo, hay violencia, mucha droga. Son cosas que hay que tratar urgente. Si no tenemos esperanza, no nos queda nada en la vida. Siempre hay que tener esperanza y que Dios ilumine a la gente que gobierna y que gobernará.
Trascender el hoy
En Pluto TV, el canal exclusivo de la diva incluirá los mejores momentos de las casi tres décadas que su programa transita el aire de Telefe, luego de su debut en ATC en 1987 y su paso por el recordado Canal 9 Libertad de Alejandro Romay. En la nueva propuesta se podrá disfrutar de las entrevistas de la diva a las grandes estrellas del mundo, los musicales de las celebridades internacionales, los juegos y aquellos diálogos entre Susana y la abuela, interpretada por el humorista Antonio Gasalla. “Estoy segura que la gente va a disfrutar mucho de todo esto, es una manera de estar juntos todos los días y a toda hora, sin límites”.
-¿Qué te proporciona la televisión?
-Amo hacer televisión, me parece que es el medio que te permite llegar a la casa de todos como nadie. Te hace sentir parte de la familia de la gente y eso no tiene precio, es único. Me emociona cuando me lo dicen. Hay chicos jóvenes que me comentan que me veían con sus abuelos o con sus padres y que hoy ellos lo hacen con sus hijos, ahí es cuando tomo conciencia del tiempo en el aire y de lo que significa hacer un programa de este tipo.
-Tu programa está asociado, indudablemente, a lo festivo.
-Lo que más me importa es que la gente se divierta, que se olvide de los problemas. Ese fue siempre mi desafío, mi misión, y creo que lo logré.
-En tiempos de pandemia, el medio cambió.
-La televisión abierta le hizo mucha compañía a gente que estuvo muy sola durante la pandemia, pero no se pudieron hacer grandes cosas, las grandes figuras no estuvieron, no se podía filmar porque te contagiabas.
-¿Qué considerás que aportaste con tu show?
-A la televisión le aporté alegría, compañía y entretenimiento.
-A partir de los premios que siempre ofreció el formato, se lo puede pensar más allá de la mera diversión.
-No había un programa que diera esos premios. En un momento dábamos un millón y medio de dólares, no lo puedo creer. Siempre le pedía a Dios que ganaran los más humildes, porque al programa escribía gente de todas las clases sociales. Recuerdo cuando el millón y medio lo ganaron dos pintores de paredes, quienes habían pedido una moneda prestada para hablar desde un teléfono público. Espero que lo hayan invertido bien, en una casa. Como buena descendiente de españoles, siempre pensé que la prioridad es tener el techo propio. Y eso que en ese momento la gente no estaba como está ahora, aunque la Argentina fluctúa siempre, estamos ricos, después somos pobres, subimos y volvemos a bajar.
La diva, quien el sábado asistió al cumpleaños de Marcela Tinayre en Barrio Parque, a pocas cuadras de su residencia porteña, ya recuperó su vida social, repartiendo su tiempo entre Buenos Aires y Punta del Este. La semana que viene participará, en Estados Unidos, del primer programa de la nueva temporada de Por el mundo, el ciclo de viajes de Marley. Además, Susana aprovechará el compromiso con su amigo para descansar en su casa frente al mar en Miami. “Lo quiero tanto a Marley, no paramos de reírnos cada vez que nos vemos”.
-Hablando de millones, la pregunta del millón. ¿Cuándo volvés a conducir tu programa?
-El año que viene regreso a la televisión, tengo contrato hasta el 2023 inclusive, así que tengo que hacer el programa el año que viene y el otro. Pronto me van a presentar todo lo que tienen planeado en el canal con respecto al formato.
-Se habló de un formato de juegos que es un éxito en el exterior y que Telefe compró para vos.
-Es muy probable, pero no te lo puedo decir porque acá te afanan (sic) las ideas. Ahora veo la televisión y digo: “Esto lo hice yo, aquello lo hice yo”. ¡Dios mío! Es así, por eso mejor no decir nada hasta estar en el aire.
-Durante las dos últimas temporadas, Telefe ocupó la noche de los domingos con MasterChef Celebrity, La Voz Argentina y Bake Off, el gran pastelero. ¿Qué sucederá con tu show dominical? ¿Qué espacio ocupará en la grilla de la emisora?
-Mi hora siempre fue la misma, si voy los domingos será en mi horario.
-Siempre estrenás tu temporada a mitad de año. ¿Será así en el 2022?
-Quizás debute un poco antes, el canal quiere que arranque más temprano, pero aún no lo hemos hablado.
-Salvo la presencia de Marcelo Tinelli, la televisión en pandemia no contó con sus divos. Tus seguidores añoran tu presencia frente a cámaras. Vos, ¿extrañás al público?
-La gente me dice que me extraña y yo siento lo mismo por todos ellos. Los extraño a todos. Mucho, realmente mucho. Te juro, mi amor.
El latiguillo le brota sincero. Cálida e ilusionada, la diva ya piensa en ese futuro cercano en el que volverá a establecer ese vínculo indeleble con la gente construido en base a su espontaneidad, simpatía y un carisma único que la consagró como una diva que todos sienten cercana. Aunque la vida de Susana sea tan diferente a la de la mayoría de sus millones de seguidores que la idolatran y siguen su programa con devoción, ese ciclo que no necesita otro título que su propio nombre y apellido.
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