La diva vuelve a la pantalla chica conduciendo un reality show para una plataforma, pero sueña con su programa clásico aunque entiende que le podría traer muchos dolores de cabeza en un año político
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A pesar de que siempre está presente en los titulares por sus declaraciones y por alguna metida de pata en las redes sociales, Susana Giménez regresó a la pantalla tras el ciclo de entrevistas que hizo en 2022 para Telefe y Paramount+. Sin embargo, la esperada vuelta tiene poco de tradicional: es la cara de la edición argentina de LOL, un formato de humor japonés en el que diez comediantes deben tratar de hacer reír a los demás y evitar reírse ellos mismos, ya que eso los descalifica de la competencia, que puede verse en Amazon Prime Video. En diálogo con LA NACION, la diva máxima de la TV reveló cómo se lleva con esta realidad cruzada por las plataformas, se reconoció como “tiktokera” y aseguró que pidió volver con su tradicional ciclo “pero este es un año político y no sé si es conveniente que yo vuelva”.
En LOL Argentina, Giménez es la dueña de una casa en donde se encierran por seis horas a diez comediantes de diversas generaciones y con distintas formas de hacer reír. Ella deberá controlar, con una serie de cámaras disimuladas en la propiedad, que nadie se ría. El que largue la primera carcajada recibirá una tarjeta amarilla y si lo vuelve a hacer, será expulsado. Así, ganará quien logre mantener la seriedad. El programa fue creado por el cómico Hitoshi Matsumoto y tiene varias adaptaciones alrededor del globo. En este caso, el programa se grabó íntegramente en México, a donde se tuvo que mudar todo el equipo creativo local, junto con la conductora y los participantes.
Los primeros dos episodios de la serie se estrenaron hoy tras un evento con alfombra roja en un hotel de Puerto Madero, en el que la conductora fue la atracción principal. Algunas horas antes, se preparó para sentarse a dialogar con LA NACION y cuando todo estaba listo, el calor extremo que azota Buenos Aires le jugó una mala pasada y su equipo pidió demorar la entrevista hasta que la sala esté aclimatada al gusto de la diva. De eso se trata, después de todo, ser una diva: que haya personas atentas para solucionar cualquier contratiempo. Tal vez Giménez ni siquiera llegó a comprobar la temperatura del lugar, sino que fueron sus asistentes los que tomaron la decisión de demorar la charla. De eso también se trata ser una diva: que alguien se anticipe a los malestares antes de que incluso ocurran.
Cuando finalmente todo estuvo en perfectas condiciones, la rubia apareció de excelente humor y se sentó dispuesta a hablar de este nuevo proyecto pero sabiendo perfectamente, tras medio siglo de carrera, que cada palabra que sale de su boca puede volverse un titular escandaloso. Sin ir más lejos, este verano fue noticia tanto porque elogió a Uruguay, el país en el que decidió vivir, como porque luego confesó que el nivel de vida le parece más costoso que el de los Estados Unidos. En la última semana, además, circuló el rumor de que había iniciado un romance con el primer mandatario del vecino país, Luis Lacalle Pou. “¡Están locos! ¡Es una falta de respeto decir eso de un presidente!”, respondió entre fastidiada y sorprendida por la pregunta.
Acostumbrada a despertar amores pero también crear controversias, en un inicio se nota que se cuida en sus palabras al hablar pero que, al sentirse cómoda, empieza a revelar lo que realmente piensa. Y es esa espontaneidad la que la volvió en la figura más popular de la televisión en Argentina aunque esté poco en pantalla.
Si se descuenta la serie de especiales del año pasado, llamados Susana Invitada De Honor y con entrevistas a personalidades variopintas como Wanda Nara o Sebastián Yatra, la última vez que condujo su programa fue hace cuatro años y no son pocos quienes extrañan sus clásicas entrevistas, los musicales y los juegos con premios millonarios. Y Prime Video lo sabe muy bien y por eso la cara de Giménez está en todas las grandes avenidas porteñas y de las principales ciudades del interior del país. A pesar de que la plataforma de streaming tiene en su catálogo a la multipremiada Todo en todas partes al mismo tiempo, ganadora de siete premios Oscar, y Argentina, 1985, sabe que tener a la rubia es la mejor carta de presentación posible para sumar más suscriptores en el país. Y, como a toda diva, hay que cuidarla, tal como se la cuidó con la temperatura de la habitación de la entrevista.
Ella, por supuesta, acepta con gusto las atenciones y la manera en la que todos la cuidan y están atentos a sus necesidades y gustos. A la vez, es muy clara a la hora de contar por qué aceptó un proyecto como LOL: entiende mejor que nadie que el mundo tradicional cambió y que necesita estar en nuevos espacios.
–Hay mucha expectativa con tu regreso a la TV pero quizá no es lo que se esperaba: conducís un formato extranjero para una plataforma como Amazon Prime Video, ¿por qué el streaming en vez de la TV tradicional?
–¡Estoy en el streaming porque es la modernidad! Es donde tengo que estar. Acepté hacer esto, que no era lo mío, porque sentí que es lo que hoy hay que hacer, que es lo de ahora. Yo me siento cómoda en las entrevistas, en los juegos… y de golpe me quise probar con un reality show. Bueno, hoy todos hablan de reality shows y lo cierto es que es un formato en donde muchos chicos conviven en una casa pero esto es una competencia: el primero que se ríe, le pongo una tarjeta amarilla y a la segunda risa, queda afuera. No me sale el papel de mala: ¡todos me lloran cuando los tengo que echar! Soy una especie de jueza, no puedo fallar. Es un programa muy muy divertido…
–A pesar de ser un regreso muy esperado, lo cierto es que nunca te fuiste de los titulares de los diarios y los medios gracias a tus declaraciones…
–¡Ni me hables! ¡Me preguntan cada cosa que no lo puedo creer! Además hay cosas que inventan los periodistas de espectáculos…
–¿Estar cómoda en una plataforma de streaming significa que no vas a volver a hacer tu programa?
–¡Claro que no! Quiero volver a hacerlo. Después de esto no quiero hacer otro formato sino hacer mi programa de siempre. Yo tengo un contrato con Telefe y hace tiempo ya les dije que en el segundo semestre me gustaría hacerlo. Pero ahora siento que no sé si vamos a llegar porque ya tengo otros compromisos y cosas que hacer…
–¿Sentís que hablar de actualidad hoy es más difícil que antes?
–¡Por supuesto! Por eso no quiero hablar más de política ni de nada pero este es un año político y no sé si es conveniente que yo vuelva. No me gusta que la mitad de la gente me ame y la otra mitad me odie. Y cuando te metés en temas de política, eso es inevitable. Igual, viendo la situación del país en este caso los que me odiarían no serían la mitad sino muchos menos, bastante menos de la mitad, pero bueno.
Susana larga una carcajada genuina con su ocurrencia y todo el estudio improvisado en Puerto Madero sonríe con ella mientras todos disfrutamos de la atmósfera perfecta para combatir la ola de calor. Y es que la rubia mantiene intacto su magnetismo y carisma con todas las personas, desde quien controla que el aire acondicionado esté a la temperatura correcta a quien se encarga de la potencia de las luces.
A metros de allí están algunos de sus compañeros en el programa, la decena de comediantes que compiten por convertirse en el primer ganador de la edición argentina de LOL: Migue Granados, Yayo Guridi, Charo López, Dan Breitman, Juampi González, Julián Lucero, Martín Rechimuzzi, Mica Lapegüe, Darío Orsi, y Lucas Spadafora. Todos coinciden en que conocer a la conductora fue uno de los puntos altos de la experiencia de pasar por el reality show.
“La primera imagen cuando la vi fue muy fuerte, porque para mí fue como ver a alguien que vive en una realidad paralela, que es en la tele. Pensé en mi vieja, en mi abuela, en mí mismo de joven, todo un país que a las ocho de la noche se ponía a verla y que si sonaba el teléfono por las dudas respondía ‘¡Hola, Susana!’. Y tal vez el equipo técnico de México, donde se grabó LOL, no la conocían tanto y me preguntaban por qué todos la mirábamos así y yo le tuve que explicar que para los argentinos es parte de nuestra vida”, explicó con sinceridad Julián Lucero.
Lo mismo le sucedió a la showrunner del ciclo, la estadounidense Marie Leguizamo, quien quedó impresionada por su personalidad: “Conocerla a Susana fue una de las cosas que más me llevo de esta experiencia: mis amigos argentinos me habían dicho que yo la iba a amar pero uno nunca sabe con estas grandes estrellas. Me invitó a su casa, me dio un suéter porque me vio con frío, nos pusimos a charlar y fue como si nos conociéramos de toda la vida. Susana se volvió la host perfecta porque es transparente y su risa era genuina. Ella se ríe tal cual como se reiría en su casa y creo que eso lo hará muy atrapante”.
Y es que todos coinciden en que la actitud de Giménez durante las largas jornadas de grabación en México estuvo lejos de ser la de una diva inalcanzable. Para Charo López, lo mejor fue que “ella de inmediato habilitó un ida y vuelta con todos, no puso ningún límite y mostró que es muy rápida para entender lo que pasaba para dejar que cada uno brille. Se nota mucho que ella es también una comediante”. Y para Lucas Spadafora, el más joven del programa, trabajar con Giménez fue “un sueño hecho realidad, cuando la tuve enfrente no lo podía creer, pensé que no era real”.
En LOL Argentina Giménez tiene por primera vez en su carrera a un coconductor, Grego Rosselló. Con la honestidad que la caracteriza, la rubia no tuvo empacho en explicar el por qué de la situación: “Si bien me conocían de Porno y helado, la comedia que hice con ellos, en Amazon Prime Video deben haber tenido miedo de que yo esté al frente de un formato y por eso pensaron en Grego. La verdad es que hicieron bien porque me sentí acompañada y él es un chico divino y muy muy dulce”.
La showrunner del ciclo, en cambio, asegura que jamás pensaron en otro nombre que no fuera el de ella: “Tener a Susana ha sido un sueño. El formato de LOL siempre tiene ‘un dueño de casa’, que tiene que ser una figura muy importante. En el caso de México, por ejemplo, es Eugenio Derbez, alguien a quien todo el mundo conoce. Así que queríamos ese mismo tipo de impacto y lo cierto es que la lista de posibles nombres se reducía a no más de tres. Y la primera fue Susana y nos encantó que haya aceptado ser parte”.
Para Rosselló, quien hizo el casting para ser uno de los participantes pero fue elegido para acompañar a la conducción, la generosidad de Giménez fue absoluta: “Al principio estaba nervioso porque además del respeto que uno le tiene, ella es conocida por ser una diva… ¡no sabía qué esperar! Pero de inmediato se mostró fácil y accesible, es mucho más ácida de lo que uno espera y la tiene muy clara con todo. Además cuando había que compartir momentos y el guion indicaba que ella tenía más letra, ella pedía hacer todo a medias”.
Así, se comprueba que el carisma de Giménez sigue intacto y en todas las generaciones, como la de Rosselló y Spadafora, que vienen de las redes sociales pero que no son un terreno desconocido para la conductora: “Veo muchísimo TikTok, me paso horas. Hay cosas que me hacen reír mucho y otras que no tanto pero me reconozco tiktokera”.
La rubia, sin embargo, no siempre tiene suerte con sus propios contenidos, ya que en más de una oportunidad metió la pata y publicó cosas que debían ser privadas: “¡Cuando toco las redes siempre me pasa algo! Capaz le saco una foto a un dedo del pie o cosas espantosas. Me pasa porque soy muy ansiosa y no apago bien el celular, la gente a mi alrededor me lo vive diciendo pero yo me olvido. Ahora subí una foto de un canguro sin querer y me llaman para preguntarme si fue un mensaje o qué… ¡me equivoqué! No es que tengo un equipo que me sigue a todos lados: cuando estoy en el campo me filma Mercedes, ¡y me corta la cabeza!”.
Con humor, Giménez reconoce sus límites pero también sabe muy bien quién es y lo que vale. Por eso revela qué pregunta está cansada de escuchar: “Basta de preguntarme quién es mi heredera. ¡Nadie tiene herederos! Nadie reemplaza a nadie, nadie tiene tu cara, tu estilo, tu supuesta belleza… es la personalidad lo que traspasa la pantalla. No va a haber una heredera de Susana Giménez como tampoco hubo heredera de Brigitte Bardot, de Marilyn Monroe, de Sophia Loren o de Oprah Winfrey. Por supuesto que hay otras personas que hacen las cosas que ellas hicieron pero son distintas. ¡Dejen de buscarme herederas!”
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