Como si se tratara de una superheroína, Stefanía Roitman (23) comparte su vida con Lula Achával –su personaje en la tira Simona –, que la hizo conocer un mundo nuevo. A pesar de que desde muy pequeña empezó a estudiar danza y comedia musical y en el último año de la secundaria ganó un concurso para ser la cara de una reconocida marca de ropa, es la primera vez que la paran en la calle, le piden fotos y su vida cambió por completo. Pasó de ser una joven de barrio que daba clases de danza en su tiempo libre a ser una nueva "chica de la tele". A su éxito en la TV se sumó su noviazgo con el actor Gastón Soffritti (26), a quien ya conocía por amigos en común y con quien se reencontró en la novela de El Trece. "No sé bien desde cuándo estamos juntos, no pusimos fecha, se fue dando de manera natural. Además, de afuera nos metieron un poco de presión para poner un título, pero nosotros lo vivíamos con más tranquilidad", cuenta Stefanía a ¡Hola! Argentina.
–¿Te imaginaste alguna vez el momento que estás viviendo?
–Sabía que en algún momento iba a llegar. Siempre supe que si trabajás para lo que querés y luchás por tus sueños, en algún momento ocurre. Nunca me quedé con los brazos cruzados, tomé clases, hice castings y llegué. A pesar de que los primeros años me costó, porque mis horarios eran distintos a los de mis compañeros de clase, también pude recibirme de licenciada en Economía Empresarial en la Universidad Di Tella. En 2017 tenía la cabeza en los últimos exámenes de la facultad, pero igual me presenté al casting de Simona. Lo disfruté, me fui contenta y al otro día me llamaron para decirme que había quedado. Pasé a tener una vida completamente diferente.
–¿Cómo te llevás con tus compañeros de elenco?
–Fue muy loco para mí porque nunca había estado en un proyecto tan grande. Es increíble lo que se genera en las redes sociales, la gente en la calle que se te acerca, los mensajes que te mandan… Es muy lindo.
–También te tocó vivir las denuncias por acoso contra Juan Darthés. ¿Cuál fue tu experiencia con él?
–Lo que le pasó a Juan fue un revuelo externo a nosotros. Al ser compañeros de elenco sabíamos lo que se decía, pero puertas adentro no se vivía el clima que se respiraba afuera.El trabajo nunca se interrumpió, ni hubo tensión. No afectó al día a día de las grabaciones. Nosotros no teníamos nada para decir porque no era algo nuestro. Yo con Juan siempre tuve la mejor onda, es muy buen compañero, nunca viví algo incómodo con él.
–¿Y cómo es trabajar todos los días con tu novio?
–Cada uno tiene su espacio y respetamos la libertad del otro, eso ayuda a que todo fluya. Yo ya lo conocía por un amigo en común, pero nunca habíamos hablado demasiado. Cuando empezamos a grabar nos reencontramos. Nos llevamos muy bien, tenemos muy buena química, hacemos un buen equipo. No tenemos ningún rollo con trabajar juntos siendo novios.
–¿Qué te enamoró de él?
–Es muy compañero, cero celoso. Me gusta su sentido del humor y de la libertad y su forma de pensar. Es muy buena persona, me ayudó un montón porque para mí era todo nuevo y él ya tenía experiencia como actor. Entonces me dio consejos y fue de gran ayuda para adaptarme más rápido a todo esto.
–¿Qué cosas comparten fuera de las grabaciones?
–Nos encanta viajar y lo hacemos siempre que podemos. También nos gusta comer rico y mirar una buena película. Como yo no cocino, de esa parte se encarga él.
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