Stanley Tucci recordó los momentos más duros de su batalla contra un cáncer de lengua: “Fue horrible”
El actor explicó que se sometió a un tratamiento con éxito, pero que lo más difícil durante todo el proceso para él fue alimentarse de manera adecuada
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LA NACION
En septiembre, el actor Stanley Tucci reveló que tres años atrás fue diagnosticado con un cáncer que los médicos descubrieron en la base de su lengua, y que batalló con éxito contra la enfermedad tras someterse a un tratamiento. Ahora, en una entrevista publicada este fin de semana, el protagonista de El diablo vista a la moda y En primera plana, de 60 años, profundizó en los padecimientos que sufrió a causa de la enfermedad a la hora de ingerir alimentos y contó que transitó procesos “horribles” que le hicieron perder el apetito, desarrollar vértigo y múltiples úlceras en la boca, además de tener problemas para saborear la comida.
Al someterse a altas dosis de radiación y quimioterapia para reducir y eliminar el tumor, el intérprete tuvo que ser atado a una tabla con una mascarilla quirúrgica especialmente adaptada a su rostro y con una plancha de mordida en la boca con solo una pequeña abertura para respirar. “Fue horrible”, contó en una entrevista con The New York Times.
Amante y estudioso de la cocina, Tucci admitió que temía perder el sentido del gusto más de lo que le preocupaba la muerte, a la vez que apuntó que tras el comienzo del tratamiento, todo lo que comía le sabía a “cartón mojado untado con los excrementos de alguien”. Y agregó: “Si no podés comer y disfrutar de la comida, ¿cómo vas a disfrutar de cualquier otra cosa?”.
Aunque el actor logró recuperar el sentido del gusto una vez terminado el tratamiento, confesó que todavía luchaba contra los efectos del mismo cuando estaba al frente del exitoso programa gastronómico de CNN Stanley Tucci: Searching for Italy, y se refirió a lo complicado que fue filmar la serie durante su recuperación.
“Fue difícil porque podía saborear todo pero no necesariamente podía tragar”, señaló la estrella de Los juegos del hambre, y detalló un incidente vinculado a la degustación de una pieza de carne durante el programa. “Tuve que masticarla durante diez minutos para bajarla por mi garganta ... Otras veces simplemente tenía que deshacerme de la comida”, reconoció.
En una ocasión en que cocinó risotto para el coprotagonista de Supernova Colin Firth, se mostró convencido de que sabría “horrible”, lo cual lo mortificó, aunque el actor de Mamma Mia! terminó alabando su plato.
A pesar de los síntomas continuos, Tucci “no lo pensó dos veces” a la hora de unirse a la serie de CNN, emocionado por volver a entrenar el sentido del gusto en medio de su problema de salud. Además de explorar los mejores secretos culinarios de Italia para el proyecto documental, el intérprete también disfrutó viendo otros programas de cocina durante su recuperación, aunque señaló que era “extraño porque incluso el olor de la comida” le provocaba ganas de vomitar. “Pero me gustó verlos”, reconoció. “Solo quería aprender más, vivir indirectamente a través de ellos“, dijo.
En su nuevo libro de cocina, Taste: My Life Through Food, Tucci se refiere a su relación de toda la vida con la comida, incluidos los recuerdos de la cocina de su madre y las historias que involucran a los platos preparados en los sets de filmación.
La batalla contra el cáncer
Tucci habló por primera vez sobre su batalla contra el cáncer en septiembre durante una entrevista con la revista Vera, en la que señaló que los médicos encontraron un tumor en la base de su lengua que era “demasiado grande para ser operado”. Por ello, se sometió a altas dosis de radiación y quimioterapia. “Había jurado que nunca haría algo así, porque mi primera esposa [Kate Spath-Tucci] murió de cáncer [de mama], y verla pasar por esos tratamientos durante años fue horrible”, dijo.
Tras lidiar con la muerte de su pareja en 2009, el actor temía lo que su diagnóstico y la enfermedad podrían significar para su familia: su esposa, Felicity Blunt, y sus hijos: los gemelos Isabel y Nicolo, ambos de 21, Camilla (19), Matteo (5) y Emilia (2), quien nació durante su período de tratamiento.
“Fue difícil para ellos. Tuve una sonda para alimentarme durante seis meses y apenas pude llegar a la graduación de la escuela secundaria de los gemelos. Me siento mucho mayor que antes de enfermarme, pero aún así querés salir adelante y vivir”, confesó finalmente optimista.
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